Por Washington Uranga
El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, organización de sacerdotes católicos que trabaja en sectores populares, dio a conocer una declaración “ante la muerte del fiscal Nisman” en la que sostiene que “la democracia (está) otra vez en peligro” y hace un llamado a “reafirmar la legitimidad de nuestras instituciones” porque “tenemos una democracia y dentro de ella deben resolverse los conflictos que se presentan”.
En la misma línea, los curas dicen que “rechazamos enérgicamente las trasnochadas propuestas de adelantar las elecciones o interrumpir el presente mandato constitucional. Rechazamos los golpes de Estado ya sea ‘duros’ y sangrientos como en el pasado, ya sea ‘blandos’ como en el presente, disfrazados de solución institucional para una emergencia (forzada muchas veces por intereses oscuros)”.
Piden también los sacerdotes que “el que quiera tener el poder y considera que puede gobernar mejor, que se presente a las elecciones y reciba el veredicto de la población”, porque “no queremos que gobiernen ni las corporaciones multinacionales, ni los medios, ni los mercados, ni las embajadas de otros países, ni los servicios de inteligencia”. Los Curas en la Opción por los Pobres subrayan que “queremos y nos merecemos un gobierno soberano surgido del voto popular”.
Los religiosos aseguran también que “la muerte del fiscal Nisman conmocionó a gran parte de la sociedad” y que “la noticia sigue repercutiendo en el país y el extranjero, aunque los titulares o el modo de tratar la información en muchos casos son preocupantemente tendenciosos” porque “se dan por seguros datos que, al menos todavía, no han sido aclarados; se insinúa y se induce a los lectores o televidentes a sacar conclusiones sin elementos suficientes por ahora”.
En el documento de apenas una carilla, los curas coordinados por Eduardo de la Serna hacen también una alusión a la actitud tomada por los obispos frente al tema. “Celebramos que el Episcopado argentino reclame claridad ante este hecho”, dicen, pero recuerdan que los mismos obispos católicos no hicieron lo mismo “cuando su hermano Enrique Angelelli fue asesinado (N. de R.: en 1976) ni cuando en julio del año pasado la Justicia condenó a los culpables de su asesinato”. Reconocen, no obstante, que “al menos ahora (los obispos) parecen responder a la agenda que los medios de comunicación nos imponen”.
Reclaman además “a todos aquellos que intentan utilizar esta muerte para ‘operar’ contra el gobierno en su provecho, que abandonen tamañas mezquindades y dejen trabajar en paz al Poder Judicial, tantas veces sospechado”. Por tal motivo, dicen, “nos preguntamos (...) si la jueza Fabiana Palmaghini, a cargo de la causa por la muerte del fiscal Nisman, no debería excusarse de tomar la causa para agregar mayor transparencia a una causa tan sensible en la que se pretende involucrar al gobierno nacional, ya que son conocidos sus dichos ofensivos contra la Presidenta de la Nación”.
Finalmente, los Curas sostienen que “en un marco de respeto para con la Presidenta de la Nación y para quienes ejercen sus funciones legítimas de Estado, deseamos que este año electoral finalice en los plazos previstos y se pueda entregar a un sucesor o sucesora una patria viva y feliz en democracia”. Y agregan: “Esperamos que toda la población, incluyendo cristianos, judíos, musulmanes, pidamos al Dios de la vida por la paz y la justicia (palabra extrañamente ausente en la “Oración por la Patria”) en nuestra Nación y en todos los hogares”.
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