Por Miguel Jorquera
La oposición parlamentaria selló un acuerdo en la Cámara de Diputados para rechazar la propuesta presidencial de disolver la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) y conformar una Agencia Federal de Investigaciones, tras la sospecha de que servicios de Inteligencia habrían participado en la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner y en la situación que llevó a la muerte del fiscal del caso AMIA. “Denunciamos que este proyecto de reforma de la Ley de Inteligencia es una maniobra que va a profundizar la politización de los organismos de Inteligencia, con el objetivo de distraer la atención de la sociedad del problema central, que es la impunidad y la falta de verdad”, dice el documento que dieron a conocer los jefes de las bancadas de la Unión Cívica Radical, Frente Renovador, PRO y Frente Amplio Unen en el Congreso. En tanto, los candidatos presidenciales opositores Mauricio Macri y Sergio Massa prefirieron diferenciarse con sus propias propuestas. Macri afirmó que el gobierno de Cristina Fernández “no tiene autoridad en este tema”, en una conferencia de prensa que brindó en la sede de gobierno porteño. Massa eligió su bunker de Tigre para mostrarse junto a sus diputados y reclamar que ya es tiempo de “ofrecer recompensa (económica) a quien dé información” sobre la muerte del fiscal.
Los diputados opositores ya habían pactado la reunión de ayer al mediodía para reclamar medidas al Gobierno y “exigir” la interpelación de varios de sus funcionarios, a lo que debieron sumar también una postura común frente al proyecto presidencial de disolver la SI y crear un nuevo organismo de Inteligencia. Pero Macri se adelantó para fijar posición.
“Los servicios de inteligencia van a cambiar si cambian los políticos y la forma de hacer política”, afirmó Macri en tono de campaña ante los periodistas, definió que se está atravesando “un momento muy delicado, donde hay mucho miedo y angustia” y expresó que la muerte de Nisman –que denunció a la Presidenta por el supuesto “encubrimiento” a los iraníes acusados por la voladura de la AMIA– “no puede quedar impune”.
Acompañado por su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Seguridad y ex juez Guillermo Montenegro y sus diputados Federico Pinedo y Patricia Bullrich, Macri insistió en que “este proyecto condiciona a las autoridades del próximo gobierno” y es “un atropello al voto popular”, además de agregar que el futuro gobierno “tiene que poder elegir las personas en las cuales confía para liderar esa secretaría en el camino del profesionalismo y no con el carpetazo o el apriete”.
Luego de un breve encuentro, los jefes de las bancadas opositoras de diputados rechazaron el proyecto del Gobierno, cuyo texto no se conoce y no llegó al Congreso. Mario Negri (UCR), Darío Giustozzi (Frente Renovador), Federico Pinedo (PRO), Margarita Stolbizer (FAP) y Fernando Sánchez (Coalición Cívica) elaboraron un documento de cuatro puntos que dieron a conocer en rueda de prensa y que titularon “Frente a la gravedad de la crisis, provocada por los hechos, y para crear confianza institucional a la sociedad, nos hemos reunido para coordinar estrategias y acciones en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación”.
El orden de los puntos coindidió con los acuerdos. “Exigimos a la Presidenta que incorpore en las sesiones extraordinarias la denuncia y derogación del tratado con la República Islámica de Irán”, dice el primero. En el segundo también le “exigen” que “ponga a disposición a todos los funcionarios del Poder Ejecutivo para ser interpelados por el Congreso”, con una lista que incluye al canciller Héctor Timerman; la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez; y el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli. Luego, “solicitan” una entrevista a la Corte Suprema para finalizar con la “denuncia” del rechazo al proyecto oficial.
Massa, en cambio, hizo una aparición vespertina en los medios. Juntó en su bunker de Tigre a varios referentes parlamentarios en una “reunión de trabajo” para deslizar una postura con su particular estilo de campaña: “Es tiempo de ofrecer una recompensa a quien dé información” por la muerte de Nisman, remarcó el líder del FR luego de que la intención de que su partido fuera “querellante” en la causa se diluyó rápidamente.
En una entrevista con un canal de noticias –con Giustozzi, Graciela Camaño, Felipe Solá, Francisco de Narváez y Adrián Pérez de fondo–, Massa dijo que las escuchas telefónicas deberían “estar en manos de la Corte” y hasta sugirió la convocatoria de “especialistas internacionales” para intervenir en la causa de la muerte de Nisman. “Es muy importante que construyamos una Argentina independiente”, dijo y pronosticó que “viene el tiempo de la Argentina de los acuerdos sobre la Argentina dividida”.
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