"Grecia trabaja por la restauración de la paz y la estabilidad en Ucrania y, a la vez, trabaja para evitar una ruptura entre la Unión Europea y Rusia", señaló el ministro, nombrado tras la victoria del partido de izquierda Syriza.
"Ahora debo negociar", agregó interrogado por los periodistas que le preguntaban si Grecia planeaba bloquear la adopción de sanciones adicionales contra Rusia por la escalada de violencia en el este de Ucrania.
Según un proyecto de conclusiones de la reunión de ministros, la UE decidirá ampliar la lista negra de personas sujetas a sanciones del bloque por su implicación en el conflicto en Ucrania. Los 28 deberían también decidir sobre la prolongación, al menos hasta septiembre, de la primera tanda de sanciones contra los separatistas ucranianos y responsable rusos, que expiran en marzo.
Otro de los puntos "que será objeto de un debate" exclusivo de los ministros, indicó una fuente diplomática, será el pedido a los servicios de la Comisión "de trabajos preparatorios (...) para acciones apropiadas, en particular nuevas medidas restrictivas", según las conclusiones. Esto es, nuevas sanciones económicas contra Rusia.
La UE observa con lupa las intenciones del gobierno griego de Alexis Tsipras debido a la simpatía que se le atribuye a su primer ministro con Rusia. "No creo que el primer movimiento del nuevo gobierno griego sea el de quebrar la unidad de la UE", estimó el ministro lituano, Linas Linkevicius, partidario de una línea dura frente a Moscú.
En tanto, el ministro alemán, Frank-Walter Steinmeier, consideró que "la nueva posición del gobierno griego no facilitará el debate". La llegada al poder de Syriza "no me parece determinante como para cambiar el equilibrio de fuerzas en la UE", estimó por su parte el español José Manuel García Margallo.
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