Por Raúl Kollmann
Rubén Benítez pasó ayer a ser el tercer custodio puesto en disponibilidad por la Policía Federal. El motivo central es que los agentes “no actuaron como policías, sino como hombres al servicio del custodiado”. El momento clave es que, cuando el fiscal no contestaba los llamados telefónicos ni el portero eléctrico, notificaron a la secretaria de Alberto Nisman, pero no a sus superiores. “Es que el fiscal nos prohibía dar información sobre lo que hacía y la propia secretaria nos dijo que no debíamos informar”, fue lo que declararon los custodios. La notificación a su superior, el jefe de custodios del Ministerio Público Fiscal y la Defensoría, comisario Eduardo Andrés Soto, se hizo después de las 23. También ayer, Viviana Fein ratificó que los forenses estimaron en menos de un centímetro la distancia del disparo, pero sorpresivamente anunció que la empresa Iberia informó que Nisman no cambió su pasaje, que ya tenía previsto volver el día 12 de enero. El dato contradice lo que él mismo escribió en WhatsApp, que su regreso fue “intempestivo”. Por otra parte, la jueza Fabiana Palmaghini dio a conocer todas las medidas que fue ordenando desde la muerte de Nisman, entre ellas un análisis de la propiedad del Audi que manejaba el fiscal –a nombre de la empresa Palermopack—; un informe sobre la filmación en la que aparece Nisman llegando a Buenos Aires y el estudio de todo lo que tiene que ver con imágenes y testimonios en el edificio Le Parc.
Custodios
Benítez era el custodio que más años llevaba junto a Nisman y por el que el fiscal emitió una felicitación ya en 2003. Es la otra persona a la que Nisman le pidió un arma.
El pase a disponibilidad tiene que ver con que el policía, según sostienen en la fuerza, se convirtió en un hombre de Nisman en lugar de cumplir con la obligación de custodiar.
En las declaraciones en los sumarios, los policías contaron que Nisman les decía: “Yo sé de custodias, tengo contactos con organismos internacionales de seguridad, de manera que las cosas se hacen como yo indico”. Esto llevaba, por ejemplo, a que Nisman prohibía que lo llamaran por teléfono o le tocaran el timbre. Es la razón por la que los custodios tardaron horas en contactarse: los citó para las 11 de aquel domingo, pero recién trataron de que les contestara alrededor de las 15.
El testimonio del comisario Eduardo Andrés Soto, jefe de custodios de los fiscales y defensores oficiales, pinta la situación. Así dijo en la declaración ante Asuntos Internos: “Con relación a Nisman, los servicios no seguían los lineamientos generales del resto de los servicios pues el propio fiscal era quien disponía los movimientos y los horarios en los que el personal policial debía presentarse en su domicilio y en las oficinas de la fiscalía. Por expresa disposición de Nisman, el personal policial no debía comunicarle a la gente de la división cuáles eran los movimientos que desarrollaba en cada jornada. No debían informar bajo ningún concepto para preservar su vida privada”.
En el caso de los dos primeros custodios puestos en disponibilidad, Armando Niz y Luis Miño, se les imputó también no haber actuado como policías en el momento en que se determinó que el cuerpo estaba en el baño. “Permitieron que la madre y otra persona quedaran en el departamento, cuando lo que correspondía era que todos salieran de ese lugar hasta que llegaran la fiscal y la jueza. Es cierto que no permitieron el ingreso al baño, pero tenían que haber preservado todo el departamento, que nadie se llevara ni un papel.”
En el caso de Benítez, pesa que ni él ni Niz ni Miño avisaron a sus superiores. El primer aviso a su jefe, Soto, le llegó a las 23.18, en un mensaje de texto que le mandó el subcomisario Fariña. En ese mensaje sólo informa que hubo “un inconveniente” con la custodia de Nisman. A las 23.53 recibe notificación el jefe del Departamento, comisario general Luna, y recién a las 0.28 Fariña le informa a Soto que “el magistrado falleció”. Todo esto consta en el sumario abierto en Asuntos Internos.
Por último, Benítez tampoco les informó a sus superiores que Nisman estaba buscando un arma. “Se trata de algo elemental que los jefes debían haber conocido”, señalaron en la fuerza.
Regreso
La fiscal Fein sorprendió a todos ayer al mediodía: “La empresa Iberia informó en forma oficial que el fiscal Nisman no cambió el pasaje. Lo sacó en Buenos Aires y tenía fecha de ida el 31 de diciembre y de regreso el 12 de enero. Estaba previsto que volviera a Europa el 19 de enero, pero por razones de pareja su hija se quedó en España y el doctor Nisman canceló su vuelta a Europa”.
El dato es llamativo, porque el propio Nisman escribió un mensaje de WhatsApp en el que contó: “Debí suspender intempestivamente mi viaje a Europa con mi hija de 15 años y volverme. Imaginarán lo que eso significa”. Pero, además, se supo que discutió con su ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, por ese regreso sorpresivo y que incluso dejó a su hija por unas horas en el salón VIP del aeropuerto de Barajas.
Especialistas en la emisión de pasajes aéreos y reservas especulan que tal vez los datos que brindó Iberia tienen que ver con cómo quedó el recorrido final, no con todo el registro –con sus antecedentes– que figura bajo el mismo código de reserva. Pero nada de esto queda claro. Lo cierto es que la información brindada por la fiscal contradice lo que Nisman les escribió a sus allegados, ya que el mensaje de WhatsApp fue dirigido a un círculo más bien pequeño y de su confianza.
Hay otros hechos que abonan la teoría del regreso apresurado: entregó su denuncia contra la Presidenta, el canciller y otras personas sin las pruebas que debía acompañar, tal como le señaló la jueza María Romilda Servini de Cubría. O sea, llevó al juzgado el texto central, pero no las escuchas ni las transcripciones ni la demás documentación. Públicamente afirmó que estuvo trabajando cuatro años en el texto, pero no se entiende por qué lo presentó en la feria judicial, cuando ya sabía que todo se postergaría para principios de febrero, como efectivamente ocurrió.
Distancia
La fiscal confirmó la distancia del disparo: “Le tomé declaración al doctor Héctor Di Salvo, quien realizó la autopsia, con Fernando Trezza presente y el decano del Cuerpo Médico Forense, Luis María Godoy. El doctor Di Salvo declaró de forma precisa y contundente que el orificio de entrada no permite de manera alguna, repito, de manera alguna establecer que la distancia fuera mayor a un centímetro. Esto es categórico”. Di Salvo es uno de los tanatólogos de más experiencia en la morgue.
Las frases de Fein reiteran uno de los datos centrales, que apuntan a que Nisman se disparó a sí mismo. Como es obvio, resulta muy difícil que alguien se acerque con un arma y la apoye casi en la sien de una persona sin que medien pelea o resistencia. En la autopsia no hay heridas ni rasguños que se correspondan con lesiones defensivas del fiscal.
Entradas
La fiscal reiteró que están trabajando sobre los registros de entradas y salidas en el edificio Le Parc, pero principalmente en lo que tiene que ver con las cámaras de seguridad. Contó que consta la entrada de Diego Lagomarsino en su primera visita del sábado 17, llegando a las 15 y saliendo 15.30. En ese momento, según el relato del técnico informático, fue a buscar la pistola Bersa 62, calibre 22. Regresó a las 20, pero no está registrada la salida. O, mejor dicho, aparece registrada el 19 de enero a las 0.54, es decir en la madrugada del lunes, un día y medio después. Parece un error del sistema, pero Fein está buscando la salida de Lagomarsino en las cámaras de seguridad.
Jueza
La jueza Fabiana Palmaghini difundió ayer, a través del Centro de Información Judicial (CIJ), un extenso informe sobre lo que hizo en todos estos días. El texto exhibe, día por día, las medidas que fue ordenando o proponiendo. Las más llamativas son dos:
- Una investigación sobre la propiedad del auto en el que se movía el fiscal. Como ya publicó este diario, el vehículo –una camioneta Audi lujosa– está a nombre de una empresa, Palermopack, en la que aparece como socio un hombre llamado Fabián Picón. En otras empresas, como Starpack, Picón está en sociedad con Eduardo Ecke, un hombre con una extensa carrera en compañías de seguridad, entre ellas algunas consideradas contratistas de la CIA. La jueza les dio importancia a estos datos y pidió que se investiguen.
- La otra medida que llama la atención es que pidió que se indague sobre una secuencia emitida por el canal C5N, grabada el día que Nisman llegó al país. Palmaghini considera que hay un seguimiento del fiscal. Quienes conocen de cerca el sistema que existe en Ezeiza sostienen que allí hay cámaras fijas y domos. Estos últimos se manejan con un joystick. Sin embargo, en cualquier imagen aparece arriba el horario, con hora, minutos y segundos. Que esos datos no aparezcan arriba significa que lo que puso al aire C5N es, por supuesto, una edición y en esa edición se acercaron y alejaron planos. No son movimientos de las cámaras, sino de la edición. De todas maneras, vale la pena investigarlo, como pidió la jueza.
Por ahora, la investigación va confirmando lo que sostuvo la autopsia desde el primer día: “En la muerte del doctor Nisman no hubo participación de terceras personas”. Faltan elementos para confirmar esa hipótesis y en cualquier caso habrá que investigar si hubo presiones o instigación de algún tipo. Ayer, la fiscal afirmó que no tiene elementos para acusar a Diego Lagomarsino en relación con la muerte del fiscal: habrá que ver si aparecen otros protagonistas en los celulares, las computadoras o las cámaras que están bajo análisis.
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