viernes, 23 de agosto de 2013

EMPRESARIOS Y SINDICALISTAS DESTACARON LOS RESULTADOS DE LA REUNION CON LA PRESIDENTA

Diálogo, flores y un poco de pimienta Cristina Fernández de Kirchner expuso ante los invitados antes de empezar el diálogo. Los presidentes de las cámaras empresarias coincidieron en su evaluación positiva de la convocatoria en Santa Cruz, lo mismo que los gremios. El Gobierno lo leyó como una recuperación de la iniciativa política. Hubo elogios y debates sobre inflación e importaciones. Por David Cufré “Las instituciones de la República funcionan porque están abiertas al diálogo y a la construcción de políticas de consenso”, evaluó ayer Eduardo Eurnekian, vicepresidente de la Cámara de Comercio y titular de Aeropuertos Argentina 2000. El empresario resumió el concepto central que expresaron los presidentes de las principales cámaras patronales que estuvieron anteayer con Cristina Fernández de Kirchner en Santa Cruz. Todos destacaron la apertura que mostró el Gobierno y la posibilidad de plantear su pensamiento en un encuentro franco, sin las estridencias mediáticas cotidianas. Los ministerios de Economía, Trabajo y Planificación definirán las temáticas de las reuniones sectoriales previstas para las próximas semanas, donde continuará lo que empezó en Río Gallegos. En despachos oficiales había satisfacción por cómo se dio la reunión y porque se consiguió el objetivo político de sacarle a la oposición el latiguillo de que el Gobierno se encierra y no dialoga. “Es la primera vez que un presidente convoca a todos los sectores de la producción”, ponderó Gustavo Weiss, de la Cámara de la Construcción. “Fue una reunión con buena onda”, había dicho antes que nadie el jefe de la Unión Industrial, Héctor Méndez. “Fue una buena reunión. Cada uno pudo manifestar los temas que tenía en agenda. Se conversó en general”, se sumó Jorge Brito, presidente del Banco Macro y de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), a quien la jefa de Estado había aludido en su discurso de la semana pasada en Tecnópolis, cuando planteó que quería hablar con “los titulares” y no con los suplentes que, según ella, conforman las listas de la oposición. “Fue excelente”, completó Carlos Heller, del Credicoop y la asociación de bancos públicos y cooperativos (Abappra). El desfile mediático de los principales hombres de negocios le dio aire a la primera iniciativa política de la Presidenta después de las PASO. “Conseguimos crear un mejor clima, se termina esto de que el Gobierno es autista y se empieza a trabajar en temas concretos que van a recrear expectativas económicas”, se entusiasmó un miembro del gabinete ante este diario. El Diálogo Político y Económico continuará probablemente en dos semanas con encuentros sectoriales para profundizar los temas que dominaron la charla en el Obispado de Río Gallegos. Ayer no había definiciones al respecto, sino evaluaciones sobre lo ocurrido. “Hubo mucho ida y vuelta entre la Presidenta, los empresarios y los sindicalistas. Cristina tiraba un tema y cada uno daba su opinión en tono constructivo”, agregó otra fuente oficial. No se produjeron encontronazos ni intercambio de ideas en tono subido, pero sí se generaron debates sobre algunos temas. Los más intensos se dieron en relación con las causas de la inflación y a la política de administración de las importaciones. n “Si la inflación fuera del 25 por ciento, como dicen algunos, la economía no podría funcionar como lo hace. Acá debatimos mucho sobre el termómetro, sobre si se mide bien o se mide mal, pero se esconde lo fundamental, que es que los precios no los sube el Indec, sino los empresarios, y que la principal causa de la inflación es la puja distributiva”, argumentó CFK. n “Si la inflación es del 10 por ciento entonces las paritarias podrían ir a un esquema del 15”, sugirió Eurnekian con algo de malicia, pero con tono neutro, como una propuesta al pasar. El tema se cerró ahí, mientras que los sindicalistas presentes, Antonio Caló, Hugo Yasky, Gerardo Martínez y Ricardo Pignanelli, insistieron con la necesidad de combatir el trabajo en negro y mejorar la capacitación de los trabajadores. En ese punto, la Presidenta les pidió a los empresarios que redoblen esfuerzos para invertir en capacitación, ya que el año pasado sólo lo hicieron el 15 por ciento de las empresas, según indicó. Cristina Kirchner describió una situación económica favorable en un contexto internacional complicado. Destacó el aumento que vienen registrando las importaciones, del 11 por ciento interanual en julio, y dentro de las cuales las compras de bienes de capital crecieron 18 por ciento. Esto proporciona evidencia de la recuperación del proceso de inversión local. El presidente de la Copal (empresas alimenticias) y director de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja, aprovechó la ocasión para pedirle a la Presidenta que destrabe 150 embarques que están demorados en la Aduana. CFK le dijo que se ocuparía del tema, pero que en un contexto de miles de declaraciones juradas de importación que se presentan todos los meses, que existan 150 expedientes con algún problema demuestra que el sistema de administración del comercio funciona con razonable fluidez y no se afectan cadenas productivas. Estos debates seguirán en las reuniones sectoriales y, dentro de un mes, en un nuevo encuentro de los mismos asistentes de anteayer. IMPUESTO A LAS GANANCIAS SOBRE LOS SALARIOS. DEBATEN COMO COMPENSAR SU REDUCCION Bajarlo, pero que pague otro El titular de la UIA, Héctor Méndez, expresó sin disimulo su opinión. “Hay que sacarles el impuesto a los trabajadores, mientras que no lo pague yo.” Es, justamente, el eje de debate: quién paga una pérdida fiscal de varios miles de millones. Por Tomás Lukin “A los trabajadores hay que sacarles el Impuesto a las Ganancias, mientras no lo pague yo. El Estado tiene que buscar la mecánica para financiar un aumento del mínimo no imponible.” Con la sinceridad brutal que lo caracteriza, el titular de la Unión Industrial, Héctor Méndez, expresó el rechazo empresario a modificaciones en la estructura tributaria que impliquen una mayor contribución fiscal desde el sector patronal. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que el Gobierno está dispuesto a introducir modificaciones en el Impuesto a las Ganancias para limitar su alcance sobre los trabajadores en relación de dependencia. Pero advirtió que esos cambios no pueden implicar la pérdida de recursos fiscales. Por eso, durante su encuentro con dirigentes empresarios y gremiales, CFK reclamó que presenten alternativas. Según datos de la AFIP, más del 20 por ciento de esos asalariados están alcanzados por el Impuesto a las Ganancias. En enero, actualizar 20 por ciento el piso del tributo representó un costo fiscal anual superior a los 8000 mil millones de pesos. La mandataria también aclaró el miércoles que para financiar los posibles cambios no se pueden crear nuevos impuestos y también descartó gravar los plazos fijos, como proponen algunos diputados del FpV. El menú de opciones que barajan los distintos funcionarios es amplio: entre esas alternativas figuran la reinserción del gravamen a la renta financiera –acciones, títulos públicos, utilidades y dividendos–, la eliminación de subsidios eléctricos, la eliminación de exenciones y la actualización de las alícuotas del Impuesto a las Ganancias. Muchas de las innovaciones requerirían una ley para su implementación. - Alícuotas: Las propuestas que están bajo análisis giran alrededor de dos cambios. En primer lugar figura la actualización de los montos mínimos y máximos de cada uno de los tramos del impuesto. Según advierte el economista de Ciepyc Alfredo Iñíguez, los tramos del impuesto se mantienen inalterados desde hace muchos años y no se contemplaron los cambios en los ingresos del alza de precios y salarios. Esa situación generó que quienes quedan alcanzados por el impuesto “avancen rápidamente a tramos elevados de alícuotas marginales, generando incrementos en las tasas efectivas a tributar”. La segunda propuesta es modificar las escalas de alícuotas para reducir el peso del tributo sobre los bajos ingresos e incorporar nuevas alícuotas para los tramos superiores de ingresos. - Exenciones: Las diferentes exenciones del Impuesto a las Ganancias contabilizarán 11.300 millones de pesos en 2013. A esa cifra se le deben sumar cerca de 2000 millones correspondientes a diferentes regímenes de promoción. Los beneficios más importantes corresponden a las exenciones a los intereses de activos financieros (títulos públicos, depósitos bancarios y obligaciones negociables) y las entidades sin fines de lucro. Ambos ítems representan un gasto tributario de cinco mil millones de pesos. En el primero de los casos existen diferentes iniciativas legislativas que buscan que la renta financiera vuelva a tributar ganancias. Los 1400 millones restantes responden a las exenciones del Poder Judicial. El Gobierno ya intentó sin éxito que ese sector privilegiado vuelva a pagar Ganancias. Según afirmó CFK, deben ser los mismos jueces quienes resuelvan esa situación. Se trata de una cifra relevante y un beneficio que puede ser eliminado, pero el monto que ingresaría por ese concepto es insuficiente para financiar el aumento del mínimo no imponible. - Sumas no remunerativas: Aunque existe un fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucionales las sumas no remunerativas en los salarios, el Estado dejará de recaudar este año alrededor de 6300 millones de pesos por esos conceptos. Se trata de elementos que se incluyen en las paritarias por los cuales no se realizan ni aportes ni contribuciones. En la mayoría de los casos, pasado un tiempo, esas cifras pasan a ser remunerativas. Los empresarios argumentan que las cifras no remunerativas les permite amortiguar el impacto de los aumentos salariales sobre su rentabilidad y los sindicatos los incluyen porque permiten que la mejora de bolsillo de las paritarias sea mayor. Si, en adelante, el Gobierno deja de homologar acuerdos con esas características, ingresarían a sus arcas más de 6000 millones de pesos en el año. - Subsidios: Reactivar la política de “sintonía fina” en materia de subsidios eléctricos residenciales a usuarios con altos ingresos en Capital Federal y Gran Buenos Aires. La eliminación o reducción de esas transferencias permitiría, según explican desde el equipo económico, “mejorar la distribución de las cargas fiscales” y, dependiendo de su magnitud, neutralizar el impacto de una modificación en Ganancias. - Otras propuestas: También se contempla incorporar nuevos conceptos a las deducciones del impuesto que permitan reducir su peso sobre, por ejemplo, las familias que alquilan viviendas y actualizar el monto del resto de las deducciones vigentes, como es el caso de los créditos hipotecarios o los empleados de casas particulares. 23/08/13 Página|12

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