viernes, 30 de agosto de 2013
Acuerdo YPF - Chevron: no a la represión, sí a la persuasión
El autor reflexiona sobre lo ocurrido ayer en Neuquén cuando organizaciones repudiaron el acuerdo petrolero finalmente aprobado por la Legislatura provincial.
Por Horacio Bustingorry
La Legislatura de Neuquén aprobó el acuerdo entre la Provincia e YPF para la explotación del yacimiento Loma Campana en Vaca Muerta. La jornada estuvo plagada de graves incidentes y represión a manifestantes que protestaban por el ingreso de Chevron en asociación con la petrolera nacional. El kirchnerismo y sus dificultades para explicar al conjunto de la población las bondades del acuerdo.
Existe un elemento de la jornada de ayer que no debe soslayarse: el componente popular de la marcha de repudio al acuerdo. Más allá de la presencia de ecologistas-empresarios, no puede negarse que el grueso de los manifestantes provenía de organizaciones de base de trabajadores, maestros, mapuches y partidos de izquierda. Es indudable que el componente represivo de la policía neuquina explica parte de lo sucedido pero es necesario ahondar un poco más.
Desde el kirchnerismo existieron limitaciones comunicacionales para explicar el rol de YPF en la etapa. Un exceso de retórica nacionalista combinado con un silencio de radio en el momento del acuerdo, alentaron la desconfianza de gruesos sectores de la población. Si a eso le sumamos los temores por el problema ambiental, la certeza de que existen cláusulas secretas y la negativa al pedido de información de la jueza federal en lo Contencioso Administrativo, Liliana Heiland, entenderemos por qué hubo un importante respaldo a la convocatoria en contra del acuerdo.
Quien suscribe está convencido que este acuerdo y el usufructo de los pozos no convencionales son el camino para lograr el autoabastecimiento hidrocarburífero. Pero es necesario no esquivar el bulto y dar un debate profundo sobre el tema. Para que no prepondere el ecologismo romántico y el rechazo al acuerdo no goce de legitimidad popular, corresponde realizar una campaña de discusión y persuasión. No es con la oratoria macartista utilizada por algunos diputados contra Raúl Godoy que se va a aclarar la discusión, amén de la actitud completamente equivocada del dirigente ceramista.
Otro hecho de la jornada de ayer indica el camino a seguir. La movilización a Tribunales para que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se aplique en toda su extensión es una muestra de como el pueblo acompaña cuando una iniciativa es precedida por una amplia discusión. El debate sobre el rol de YPF sigue pendiente. Al conjunto de la militancia kirchnerista le corresponde la persuasión y repudiar la represión.
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