A 41 años del asesinato del Padre Carlos Mugica, vecinos, curas y compañeros históricos de militancia del Padre lo recordaron en un acto que incluyó fotos, proyecciones audiovisuales y "panfletos poéticos" dedicados a su figura.
Este lunes 11 de mayo se cumplieron 41 años del asesinato del Padre Carlos Mugica. A las 18 hs. comenzó la misa, oficiada por el Padre Guillermo Pablo Torre, responsable del Hogar y Parroquia “Cristo Obrero”. En ese mismo lugar están guardados sus restos: la Cristo Obrero de la Villa 31, donde él militaba y predicaba su «opción por los pobres».
Unas cien personas, entre vecinos, curas, y compañeros históricos de militancia del Padre, asistieron al lugar, aún cuando el clima frío no acompañaba. Unas 300 flores adornaban la tumba del padre villero, y afuera de la parroquia, una muestra de fotos y proyecciones audiovisuales buscaban mostrar algo de su pasado de lucha, y también de un pasado más reciente: el aniversario por los 40 años de su muerte, que fue un acto masivamente convocado, y realizado en el barrio donde él supo caminar, por los propios vecinos, artistas y militantes sociales.
Al terminar la velada, se entregaron a los asistentes los “panfletos poéticos” con poemas dedicados a Mugica. Posteriormente, los invitados por el colectivo Poetas Peronistas leyeron textos especialmente escritos para la fecha por Virginia Feinmann, Felipe Deslarmes, Natalia Molina, Sol Giles, Víctor Cuello, Gito Minore, Pablo Campos y Natasha Deligiannis.
Otra vez la memoria respira y vive también en las palabras.
El amor es ideológico, por Sol Giles
El amor es ideológico.
No tiene excusas, ni peros.
No finge ni blasfema.
Sabe ser guerrero inquebrantable,
como perfume de jazmín.
No se corrompe, no se cansa, no se sostiene.
No se detiene en el esfuerzo.
Una vez que se elige, no se para de elegir.
Es o no es. Y ahí está la cuestión,
de todo.
Por amor se madruga y no se duerme.
Se aprende a ser paciente.
Se acepta y se entrega.
Se camina al fin del barro, si hace falta.
En vida se ama,
y después también.
Porque el amor trasciende.
No conoce de embestiduras, órdenes o milagros.
Es lo que se hace
después de lo que se dice,
si es que decir hace falta.
El amor aparece a la vuelta de la esquina
y justito cuando parece más fácil que los sueños sólo sean utopías.
El amor es realidad.
Es el primero de los principios y el final que nunca llega.
Amor
es Carlos Mugica.
Por eso cuando se lo recuerda
el tiempo parece detenerse
y los homenajes quedan chicos.
Cuando se recuerda a un compañero
se lo extraña
se lo llora
y se lo acaricia con la memoria.
Pero nada de eso basta
si muere inerte en la congoja
si es sólo una rutina de calendario
o un momento nomás.
Amar es tener una causa que incluya más que a uno.
Amar es dar.
Todo,
por todos,
y que venga lo que venga.
Qué diferencia hay entonces
entre amar y militar.
El amor es ideológico.
Amor
es Carlos
Mugica.
No tiene excusas, ni peros.
No finge ni blasfema.
Sabe ser guerrero inquebrantable,
como perfume de jazmín.
No se corrompe, no se cansa, no se sostiene.
No se detiene en el esfuerzo.
Una vez que se elige, no se para de elegir.
Es o no es. Y ahí está la cuestión,
de todo.
Por amor se madruga y no se duerme.
Se aprende a ser paciente.
Se acepta y se entrega.
Se camina al fin del barro, si hace falta.
En vida se ama,
y después también.
Porque el amor trasciende.
No conoce de embestiduras, órdenes o milagros.
Es lo que se hace
después de lo que se dice,
si es que decir hace falta.
El amor aparece a la vuelta de la esquina
y justito cuando parece más fácil que los sueños sólo sean utopías.
El amor es realidad.
Es el primero de los principios y el final que nunca llega.
Amor
es Carlos Mugica.
Por eso cuando se lo recuerda
el tiempo parece detenerse
y los homenajes quedan chicos.
Cuando se recuerda a un compañero
se lo extraña
se lo llora
y se lo acaricia con la memoria.
Pero nada de eso basta
si muere inerte en la congoja
si es sólo una rutina de calendario
o un momento nomás.
Amar es tener una causa que incluya más que a uno.
Amar es dar.
Todo,
por todos,
y que venga lo que venga.
Qué diferencia hay entonces
entre amar y militar.
El amor es ideológico.
Amor
es Carlos
Mugica.
Siempre ayer, por Natasha Deligiannis.
hoy donde está tu cuerpo
guardado entre corchetes
de cemento concreto
pero vos faltás hay
[no quiero contarte]
hay
[tendrías que verlo, ¡ay!]
cientos de niños
como pájaros hay,
que juegan al tobogán
en culopatín con botellas vacías,
que prometieron
ante la virgen de caacupé
que van a ser felices, ay.
guardado entre corchetes
de cemento concreto
pero vos faltás hay
[no quiero contarte]
hay
[tendrías que verlo, ¡ay!]
cientos de niños
como pájaros hay,
que juegan al tobogán
en culopatín con botellas vacías,
que prometieron
ante la virgen de caacupé
que van a ser felices, ay.
queremos tanto a mugica.
si vos supieras, padre, ¡ay!
si vos supieras, padre, ¡ay!
Fuente: Poetas peronistas
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