Por Gustavo Veiga
La FIFA tenía varios huevos podridos en su cocina y todos explotaron al mismo tiempo. Si el olor llegó hasta la Argentina, también se debe a que en la lista de imputados hay tres empresarios, todos bien contactados con la cúpula del fútbol mundial y la propia AFA. Son Alejandro Burzaco, CEO de la productora Torneos y Competencias (TyC), Hugo Jinkis, presidente de Full Play International TV S.A., y su hijo Mariano, vicepresidente de la misma sociedad. Todos figuran en la larga acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos y sobre ellos ya pesa un pedido de captura de Interpol que cayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 8 de Marcelo Martínez de Giorgi. Se los involucra en el escándalo por pagos de coimas y comisiones ilegales por 150 millones de dólares que se investiga en EE.UU.
En la página 262 del informe con las imputaciones, se menciona una reunión celebrada en Florida el 1º de mayo de 2014. En ella, según el empresario brasileño José Hawilla, propietario y fundador del Traffic Group, sus interlocutores fueron Burzaco y los dos Jinkis. De ese encuentro se reproducen un par de frases que incriminan a los cuatro: “Todos podemos salir lastimados de esto. Todos podemos terminar presos”. Para diciembre del año pasado, Hawilla ya se había declarado culpable de varios cargos, como fraude, lavado de dinero y obstrucción a la Justicia.
Burzaco estaba camino a Suiza cuando se produjeron las detenciones de dirigentes de la FIFA. “En Londres: camino a Zurich, el mundo FIFA”, escribió en su cuenta de Twitter ayer. Es el hombre clave de TyC, socio del Grupo Clarín en el canal TyC Sports y tiene notable influencia en el fútbol internacional, sobre todo a nivel sudamericano. El día del ataque con gas pimienta en la Bombonera ingresó en el campo de juego para conversar con el árbitro, los jugadores y el representante de la Conmebol. Quería que prosiguiera el partido.
Los Jinkis controlan Full Play International TV o el Full Play Group, con sede en Uruguay. Hugo y Mariano son las máximas autoridades de esta empresa dedicada a la producción y distribución de contenidos de televisión y en la que también figuran en su directorio Adriana Bernardo, Emiliano Cerrutti Costa y Romina Jinkis. Al balance del 31 de marzo de 2013, el 90 por ciento de la compañía pasó a ser controlado por una sociedad homónima: Full Play, a secas. Lo curioso es que según bancos de datos comerciales, esta última tiene sede en Gálvez, Santa Fe y como actividad secundaria se dedica a la fabricación de paraguas, termos y pelucas.
Burzaco es, además, hermano de Eugenio, el ex jefe de la Policía Metropolitana, con quien comparte su pasión por River. Este último fue hasta abril pasado el responsable de la seguridad en el club de Núñez. Desde TyC controla la comercialización de los derechos de nuestro fútbol en el exterior. No en vano iba camino a la FIFA, donde se mueve como pez en el agua.
En Uruguay, desde donde opera Full Play, los Jinkis ya están en problemas. Varios clubes, enterados del descomunal pago de las coimas en la FIFA, ya pidieron rescindir los contratos de TV que mantenía esa empresa con la Asociación local “debido a que su presidente, el argentino Hugo Jinkis, está implicado en los casos de corrupción denunciados”, dijo Fredy Varela, presidente del club El Tanque Sisley. El dirigente había denunciado en 2014 negociados del uruguayo Eugenio Figueredo (uno de los detenidos en Zurich) ex presidente de la Conmebol.
Los eventos salpicados de mugre donde según la Justicia de EE.UU. se pagaron las coimas o comisiones, son la Copa América, la Copa Libertadores, las Eliminatorias mundialistas en la zona de la Concacaf, la Copa de Oro y la Liga de Campeones de la Concacaf. La cadena de sobornos salpicó también a la Copa del Mundo de 2010 disputada en Sudáfrica.
Curioso ha sido el momento elegido por la Justicia de Estados Unidos para investigar la corrupción en la FIFA, cuando Sepp Blatter estaba por ser reelegido presidente de la corporación futbolística. Y más curioso aun porque Rusia es el organizador del próximo Mundial. Parece que recién ahora se dieron cuenta en EE.UU. de la corrupción endémica en la casa matriz del fútbol. Lo prueba la declaración de uno de los investigadores judiciales a The New York Times que dio la primicia mundial: “Nos sorprende el tiempo durante el que esto se ha prolongado y cómo ha alcanzado a cada parte lo que ha hecho la FIFA”.
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