Los números de la Oficina Nacional de Estadísticas aumentan la presión sobre Cameron, quien había prometido durante la reciente campaña electoral que reduciría la inmigración neta anual a un nivel inferior a 100 mil. "Las cifras demuestran que aún tenemos que recorrer mucho camino para lograr nuestro objetivo", comentó el premier británico.
Cameron dijo que tiene la intención de presentar la próxima semana en el parlamento una nueva ley de inmigración y que presidirá un grupo de trabajo del gobierno para lograr un enfoque "más duro, más justo y más rápido" del problema de la inmigración.
"Con esta ley de inmigración y ampliando nuestras acciones, vamos a acabar con las casas llenas de trabajadores ilegales, vamos a impedir que los inmigrantes ilegales paralicen su deportación y vamos a formar a los británicos para que puedan realizar los trabajos que el Reino Unido necesita", afirmó Cameron.
La libre circulación dentro de la Unión Europea puede tener como consecuencia, según Cameron, que "los sistemas nacionales de bienestar se conviertan en un incentivo adicional no intencional para grandes movimientos migratorios".
"Cambios en el sistema de bienestar para reducir la inmigración en la UE serán una exigencia absoluta en la renegociación" de la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea, recalcó y señaló que el establecimiento de controles más estrictos de la inmigración responde a la preocupación de la opinión pública por el hecho de que "si la inmigración es incontrolada, hay una presión incontrolada sobre los servicios públicos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario