Al menos 10 centros culturales fueron clausurados en los últimos 15 días por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo que fue denunciado por quienes gestionan estos espacios como "una persecución política a los que proponen una cultura alternativa". Mientras el macrismo promueve una política cultural de festivales grandilocuentes, al menos 10 centros culturales fueron clausurados en los últimos 15 días por el Gobierno PRO. Así lo denunciaron quienes gestionan estos espacios como "una persecución política a los que proponen una cultura alternativa".
Andrés Brown - Redacción En Orsai // Miercoles 02 de julio de 2014 | 16:24
Anoche, mientras se estaba dando una clase gratuita de tango, inspectores del Gobierno porteño clasuraron nuestro espacio porque nuestra habilitación es para el `expendio de bebidas y comida
Al menos 10 centros culturales fueron clausurados en los últimos 15 días por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo que fue denunciado por quienes gestionan estos espacios como "una persecución política a los que proponen una cultura alternativa".
"Anoche, mientras se estaba dando una clase gratuita de tango, inspectores del Gobierno porteño clasuraron nuestro espacio porque nuestra habilitación es para el `expendio de bebidas y comida`", describió a Télam Francisco, integrante de la cooperativa que desde hace un año gestiona "El Café de los Patriotas".
Situado en el corazón de La Paternal (en Nicasio Oroño al 2200), el espacio funciona como mucho más que un café: "aquí se proyectan películas, se realiza debate político, se dan distintos talleres gratuitos y el objetivo no es comercial, sino el de generar una cultura popular", aseguró Francisco.
Por su parte, Ayelén del centro cultural Compadres del, Horizonte, ubicado en Parque Patricios y clausurado el 20 de junio, señaló que "no hay un marco legal para los centros culturales, por eso siempre van a encontrar una excusa para clausurarte, porque te miden bajo los parámetros de los locales comerciales y esto es otra cosa".
"Existen algunos proyectos de ley que circulan pero lo que desde nuestro espacio vemos es que tampoco llegan a contemplar lo que es un centro cultural, sobre todo cuando están gestionados por organizaciones sociales y políticas", describe Ayelén.
A pocos días de la clausura y mediante un comunicado, la Corriente Popular Juana Azurduy que gestiona Compadres, aseveró que "la ciudad es para los negocios inmobiliarios, es para la inmovilización ciudadana, es para el espectador/a cultural, es para desplazar a quienes no pueden ni quieren consumirla de la manera propuesta".
La joven sostuvo que "por eso nuestra respuesta es política y no legal y estamos buscando adhesiones que pueden mandarse a prensajuana@gmail.com".
La Casa de Teresa, un espacio ubicado en Villa Crespo, también fue clausurado hace 15 días: "Los centros culturales estamos dando este debate sobre si pelear o no por la habilitaciones, sobre si las podemos luego sostener económicamente, lo cierto es que como están dadas las cosas son inaccesibles para la mayoría de los espacios, donde sí se garantiza seguridad en términos del edificio".
Vuela el Pez (Villa Crespo); el Centro Cultural Victor Jara (Parque Patricios), y otros cinco espacios, que prefirieron reservar su nombre, también fueron clausurados en estas últimas dos semanas.
Debido a la diversidad de sus formatos, propuestas y orígenes (los hay independientes, de organizaciones sociales y de movimientos políticos) no existe un registro exacto de cuántos centros culturales funcionan en la ciudad.
Una de las iniciativas en pos de una ley de centros culturales la lleva adelante el Movimiento de Espacios Culturales (MECA) (http://leymeca.com.ar/), que propone reunir 40.000 firmas para que el proyecto sea tratado en la Legislatura porteña.
"Anoche, mientras se estaba dando una clase gratuita de tango, inspectores del Gobierno porteño clasuraron nuestro espacio porque nuestra habilitación es para el `expendio de bebidas y comida`", describió Francisco, integrante de la cooperativa que desde hace un año gestiona "El Café de los Patriotas".
Situado en el corazón de La Paternal (en Nicasio Oroño al 2200), el espacio funciona como mucho más que un café: "aquí se proyectan películas, se realiza debate político, se dan distintos talleres gratuitos y el objetivo no es comercial, sino el de generar una cultura popular", aseguró Francisco.
Por su parte, Ayelén del centro cultural Compadres del, Horizonte, ubicado en Parque Patricios y clausurado el 20 de junio, señaló que "no hay un marco legal para los centros culturales, por eso siempre van a encontrar una excusa para clausurarte, porque te miden bajo los parámetros de los locales comerciales y esto es otra cosa".
"Existen algunos proyectos de ley que circulan pero lo que desde nuestro espacio vemos es que tampoco llegan a contemplar lo que es un centro cultural, sobre todo cuando están gestionados por organizaciones sociales y políticas", describe Ayelén.
A pocos días de la clausura y mediante un comunicado, la Corriente Popular Juana Azurduy que gestiona Compadres, aseveró que "la ciudad es para los negocios inmobiliarios, es para la inmovilización ciudadana, es para el espectador/a cultural, es para desplazar a quienes no pueden ni quieren consumirla de la manera propuesta".
La joven sostuvo que "por eso nuestra respuesta es política y no legal y estamos buscando adhesiones que pueden mandarse a prensajuana@gmail.com".
La Casa de Teresa, un espacio ubicado en Villa Crespo, también fue clausurado hace 15 días: "Los centros culturales estamos dando este debate sobre si pelear o no por la habilitaciones, sobre si las podemos luego sostener económicamente, lo cierto es que como están dadas las cosas son inaccesibles para la mayoría de los espacios, donde sí se garantiza seguridad en términos del edificio".
Vuela el Pez (Villa Crespo); el Centro Cultural Victor Jara (Parque Patricios), y otros cinco espacios, que prefirieron reservar su nombre, también fueron clausurados en estas últimas dos semanas.
Debido a la diversidad de sus formatos, propuestas y orígenes (los hay independientes, de organizaciones sociales y de movimientos políticos) no existe un registro exacto de cuántos centros culturales funcionan en la ciudad.
Una de las iniciativas en pos de una ley de centros culturales la lleva adelante el Movimiento de Espacios Culturales (MECA) (http://leymeca.com.ar/), que propone reunir 40.000 firmas para que el proyecto sea tratado en la Legislatura porteña.
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