Por Raúl Kollmann
La causa por supuesta traición a la Patria va derechito camino a la desestimación por inexistencia de delito. El ex director de la DAIA, Jorge Elbaum, fue ayer a declarar al juzgado federal a cargo de Julián Ercolini y manifestó que “discrepancias políticas e ideológicas con la dirigencia de la comunidad judía, como las que dejé plasmadas en mis notas de Página/12, no tienen nada que ver con el delito de traición a la Patria”. La insólita denuncia había sido hecha por el abogado nacionalista Juan Gabriel Labaké, defensor de uno de los imputados en la causa AMIA y que en estos años viene sugiriendo que el atentado fue obra de judíos, que existe un poder judío financiero mundial y que se hacen operaciones políticas para debilitar el control sobre la Patagonia, todos argumentos expresados históricamente por las corrientes antisemitas. En la declaración de Elbaum estuvo el fiscal Carlos Stornelli y en el ambiente quedó flotando la sensación de que el expediente será cerrado en breve.
El ex director ejecutivo de la DAIA y ex embajador argentino ante la Alianza para la Rememoración de la Shoá reaccionó duramente cuando se enteró de la denuncia de Labaké contra los dirigentes comunitarios: “No aceptaré de ninguna manera que mis notas en Página/12 sean usadas por Labaké, que es un fascista, un nazi, es mi enemigo en términos de representación del mundo, porque es un antisemita judeofóbico –señaló Elbaum a la Agencia Judía de Noticias–. Lo único que pretende es defenestrar todo lo que existe como judío”.
Elbaum sostuvo en sus dos notas en este diario que los dirigentes de la DAIA estaban acompañando las políticas de la derecha norteamericana e israelí y que sufrían presiones de periodistas y referentes de la cultura judía para mantener una línea contraria al Memorándum de Entendimiento y a cualquier acuerdo con Irán. En ese marco, el ex director ejecutivo de la DAIA contó que hubo una reunión de dirigentes comunitarios con el fiscal Alberto Nisman en la que éste ofreció financiamiento de Paul Singer, del fondo buitre NML. “Lo que digo en mis notas –sostuvo Elbaum– es que hay una ruta de dinero entre los fondos buitres y, de alguna manera, el fiscal Nisman. Y también digo que existió una confluencia política entre la DAIA y Nisman. Eso está probado. En mis notas nunca dije que hubiera una ruta de dinero entre los fondos buitres y la DAIA.” Por esta razón, Elbaum ratificó ayer en el juzgado de Ercolini que él manifestó una discrepancia política con los dirigentes y referentes comunitarios, pero nunca que hayan recibido dinero o que existiera algo que se pudiera tomar como traición a la Patria.
Todo el expediente es asombroso. El fiscal Stornelli –por razones que parecen políticas– impulsó la acción, pasando por arriba de lo que significa imputar por traición a la patria a dirigentes de cualquier comunidad. Y no lo hizo sobre prueba alguna, sino sobre la denuncia del abogado de un acusado en la causa AMIA que lo único que aportó fue una nota de este diario e incluso algunos viejos escritos sobre supuestas tentativas judías de apropiarse de la Patagonia. Ante los presentes en la declaración de ayer, Stornelli dejó caer un comentario que asombró: “esta acusación no tiene ni pies ni cabeza”.
Tampoco se explica por qué el juez no desestimó la denuncia de entrada. Esto provocó una verdadera conmoción dentro de la comunidad judía, por cuanto significa tener imputados por traición a la patria a los dirigentes de AMIA, DAIA y a otros referentes culturales y periodísticos. Después, Labaké se despachó con un bonus: una denuncia por calumnias e injurias contra varios periodistas, entre ellos el que escribe esta nota.
Tras la declaración de ayer, parece claro que no hay un delito para investigar ni pruebas aportadas. Quien escribió la nota afirma que sólo se trata de un debate político y, de hecho, el fiscal ahora le restó entidad. Todo indica que Ercolini enviará la causa a archivo por inexistencia de delito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario