"Es importante ganar una elección, sí. Pero se puede ganar una elección con más de la mitad de los votos y al poco tiempo estar deslegitimado por la acción concreta del gobierno", puntualizó la presidenta durante su discurso en la emblemática estación cabecera de trenes que parten a distintos puntos del país. "Por eso es importante hablar de las cosas que queremos hacer", ya que "no se puede gobernar con encuestas sino con acciones y pensando en el pueblo y la patria", insistió.
La Presidenta destacó, además, reconoció que si bien "es fundamental el capital privado" también "es indispensable un Estado con presencia", y dejó claro que "a la economía la manejo yo". En este sentido reconoció la labor del titular del Palacio de Hacienda, a quien calificó de "mi mano derecha", pero insistió que "las decisiones (de una gestión de gobierno) son de economía, y de ellas se tiene que hacer el presidente, tanto en los aciertos como en los errores".
Puntualizó en la importancia de mantener un "modelo de crecimiento, tanto en lo económico como en lo político" y definió que para ellos es "necesario que haya demanda, y para que haya demanda tiene que haber consumo; y para que haya consumo tiene que haber trabajadores con salarios dignos".
"Consumo y ahorro van de la mano, porque con el consumo se levanta la demanda agregada con consumo, y con el ahorro el sector financiero pueden prestar para que haya inversión y crédito, que es la palanca" de la economía.
En este sentido, sentenció: "Quiero escuchar a los hombres de este espacio político hablar de estas cosas", porque "no los necesito haciendo pantomimas, los necesito con ideas, propuestas, (diciendo) cuál va a ser la dirección que va a tener la patria a partir del 10 de diciembre".
Además, la mandataria destacó la figura del expresidente Néstor Kirchner como impulsor de la reestatización de los ferrocarriles y recordó que antes de que él asumiera en 2003 ya hablaba de ese tema. "Inmediatamente llovieron sobre él, fuertes críticas", relató y aseguró que durante una reunión con dirigentes políticos y sociales de esos años ella les dijo: "No se preocupen, que con la legitimidad de la gestión de gobierno vamos a legitimar esos votos que nos faltaron" en aquella elección en que el Frente para la Victoria obtuvo el 22 por ciento.
También pidió a los gremios y a los usuarios a "cuidar" el servicio y recordar que el Estado subsidia los pasajes porque "el precio subsidiado mejora el poder adquisitivo de todos los trabajadores". Reiteró la importancia de los trenes para "volver a conectar a la Argentina" y dijo que "el país va a cambiar" cuando "podamos llevar el tren a la Patagonia, tanto al servicio de pasajeros como el de cargas".
Según datos oficiales, la recuperación y modernización del sistema ferroviario encarado por el Gobierno significó una inversión de 1.125 millones de dólares en material rodante nuevo y la incorporación de 1250 vagones de pasajeros 0 kilómetro.
Durante el acto también habló el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien en su discurso consideró que "hoy es un día histórico" en que el Estado "paga una deuda de más de medio siglo" con la sociedad. "Es un acto de justicia social porque el tren integra y da inclusión a lo largo de todo el país".
Dijo, además, que "no hay posibildad de tener una gestión histórica si no hay una vocación política" para que así fuera y repasó las veces en que "el poder corporativo" influenció en sucesivos gobiernos para el "proceso de desguase" del sistema ferroviario.
"Ramal que arranca, no para nunca más", enfatizó el ministro para retrucar la frase "ramal que para ramal que cierra" pronunciada por el expresidente Carlos Menem, durante el proceso de privatización y vaciamiento de ese servicio público, durante la década de 1990.
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