El Ministerio de Salud de la Nación ya recibió la primera partida de las casi nueve millones de dosis de la vacuna antigripal que adquirió el Gobierno y que serán distribuidas en 8600 vacunatorios de todo el país para su aplicación gratuita, según afirmó el titular de la cartera, Daniel Gollan, al participar de una videoconferencia con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Una segunda partida se completará entre abril y mayo y reforzará la inmunización ante la llegada del invierno. Con la vacuna antigripal se busca contrarrestar las complicaciones que acarrea el virus de la influenza en los grupos de riesgo. El objetivo es lograr la cobertura en el 95 por ciento de la población.
“En 15 días van a estar distribuyéndose en todo el país”, manifestó el ministro, quien subrayó que se trata de una inversión superior a los 527 millones de pesos realizada por el Estado. “Es importante destacar el esfuerzo que hace el gobierno nacional para este calendario de vacunas, uno de los más importantes del mundo”, resaltó Gollan, quien estuvo acompañado por el presidente de Aerolíneas Argentinas y precandidato a jefe de Gobierno porteño, Mariano Recalde.
El calendario nacional incluye actualmente 19 vacunas gratuitas y obligatorias para todos los argentinos, 16 de las cuales fueron incorporadas en la última década. La vacuna antigripal se anunció en 2010 y se incluyó en el calendario a partir de 2011. Su propósito es “reducir las complicaciones, hospitalizaciones, muertes y secuelas ocasionadas por el virus de influenza en la población de riesgo en la Argentina”, indicó el Ministerio de Salud a través de un comunicado. La meta es “lograr coberturas mayores o iguales al 95 por ciento en la población”, añadió la cartera.
Los grupos que deben inmunizarse son el personal de salud, embarazadas en cualquier trimestre de la gestación y puérperas hasta el egreso de la maternidad (máximo 10 días) que no hubieran recibido la vacuna durante el embarazo. Además, los niños de 6 a 24 meses y personas entre los 2 años y hasta los 64 años inclusive, con enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y trasplantados, obesos, diabéticos y personas con insuficiencia renal crónica.
Asimismo, los pacientes mayores de 65 años deben aplicarse la vacuna Viraflu para reforzar las defensas contra la gripe ante el comienzo de la temporada alta de la enfermedad por la baja de la temperatura. Al respecto, Gollan hizo un llamamiento a “toda la población susceptible y a los profesionales” para que hagan “un uso intensivo” del plan de vacunación.
Carla Vizzotti, a cargo de la flamante Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, afirmó a Página/12 que con la vacuna antigripal “la meta no es erradicar la enfermedad, como ya se ha hecho con el sarampión, puesto que eso es imposible. El objetivo de máxima es disminuir la mortalidad todo lo que se pueda”.
“Hay menos de 10 laboratorios en todo el mundo que fabrican la vacuna. En 2010, tras la pandemia del virus H1N1, el país no pudo importar las cepas debido a que la prioridad la tenían los países del Hemisferio Norte. En 13 meses, en la localidad bonaerense de Garín se construyó Sinergium Biotech, un emprendimiento de Laboratorios Bagó y Elea por el que comenzó a elaborarse la vacuna, con la formulación de dos de las cepas separadas (son tres en total), el etiquetado de industria nacional y en sociedad con Novartis (Suiza) y Pfizer (Estados Unidos). Por entonces se lograron fabricar dosis suficientes como para proteger a los grupos de riesgo”, destacó la especialista.
Acerca de las contraindicaciones, Vizzotti aclaró que “la vacuna es inactivada y eso la hace segura. Tras su aplicación puede provocar una leve inflamación, además de febrículas (fiebre atenuada), sobre todo en personas que ya están incubando gripe u otro tipo de enfermedad. Y también puede tener una contraindicación en pacientes con una reacción severa al huevo, que es de donde se fabrica la vacuna”.
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