lunes, 20 de abril de 2015

MITOS ECONOMICOS › TERGIVERSACION DE UN INFORME DEL BANCO MUNDIAL “La pobreza podría superar el 40 por ciento”

Por Andrés Asiain
La repentina preocupación por la suerte de los más humildes de parte del establishment argentino difícilmente se deba al impacto de la prédica del papa Francisco. Más bien parece corresponder al oportunismo opositor de políticos conservadores, monopolios mediáticos y consultoras ortodoxas que, en su afán por desacreditar al oficialismo, no dudan en utilizar temas de alta sensibilidad social. De esa manera, la falta de cifras oficiales de pobreza es aprovechada por sectores opositores para su campaña de construcción de un escenario social catastrófico.
Hace unos días, el diario Clarín tituló que “según el Banco Mundial, la pobreza en Argentina podría superar el 40 por ciento”. La cifra es impactante ya que supera en desmesura a las de por sí desmesuradas cifras del Observatorio de la Deuda Social de la UCA y a las centrales sindicales opositoras. También supera los niveles de pobreza de los años noventa, encontrándose sólo por debajo del empobrecimiento masivo de la población provocado por el aumento del tipo de cambio del 300 por ciento en el marco de la crisis de la convertibilidad.
La tergiversación de esa nota queda inmediatamente en evidencia: “De acuerdo con el último informe del organismo, el 33 por ciento de la población sufriría gravemente un shock económico por tener ingresos inferiores a 10 dólares diarios. Un 10,9 por ciento del país ya vive en la pobreza”. Es decir, la pobreza alcanza, según los indicadores del Banco Mundial, al 10,9 por ciento de la población, y “podría” alcanzar al 33 por ciento en caso de una crisis económica. La cifra del 40 por ciento del titular corresponde, por lo tanto, a sumar (con escasa precisión) los pobres de hoy con los potenciales de una Argentina en crisis. Además, el potencial “podría” de una eventual crisis económica es sacado de su contexto, con la intencionalidad de presentarlo en el titular como un “podría” indicativo de las potenciales actuales cifras de pobreza estimadas por el Banco Mundial ante la ausencia de estadísticas oficiales.
Dejando de lado la mencionada operación mediática, aprovechemos la misma para ahondar sobre el informe del Banco Mundial. Hay que señalar que la metodología del organismo de considerar pobre a aquel que gana menos de 4 dólares por día, adolece de no considerar el diferente poder de compra del dólar en diversos países y momentos. A modo de ejemplo, la estimación realizada desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) a partir de estadísticas provinciales sobre el costo de la canasta para no ser pobre a finales de 2014 era de 6,40 dólares y no los 4,00 dólares que considera en forma arbitraria el organismo como ingreso diario mínimo para no caer en la pobreza. En consecuencia, el porcentaje de pobreza estimado por el CESO supera en aproximadamente 5 puntos porcentuales el del organismo multilateral.
Aun considerando esos problemas metodológicos, veamos algunas apreciaciones vertidas por los técnicos del organismo en su “Estrategia de alianza con la República Argentina 2015-18”: “Dado que el crecimiento económico durante el período 2003-13 fue inclusivo, Argentina fue uno de los dos países de la región con mejores resultados en términos de reducción de la pobreza y aumento de la prosperidad compartida. La pobreza medida por ingresos de 4 dólares al día disminuyó del 31 por ciento en 2004 al 10,8 por ciento en 2013. La desigualdad se redujo, y la clase media aumentó del 34 por ciento de la población al 53 por ciento entre 2000 y 2011”.

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