tender por su propia simplicidad. Según las crónicas de la conquista, estaba conformada por 508 hombres, de los cuales, 32 eran ballesteros y 13 escopeteros, 109 marineros y llevaban 10 caballos. En cuanto a la artillería, la misma la componían 10 cañones de bronce y cuatro falconetes. En lo que respecta a la división de sus tropas, las mismas fueron distribuidas en once capitanes, y debió responder al hecho de que disponía de una flota de once naves (diez navíos y un bergantín).
El 18 de febrero de 1519, la flota comandada por Cortés se izo, desde la isla de Cuba, a la mar en búsqueda de Yucatán. El 22 de marzo desembarco en la región de Tabasco, lugar donde se produjo una batalla con los indios. Asustados éstos al ver a los caballos en acción, los conquistadores se adueñaron con facilidad del pueblo de Tabasco, además de un importante botín. Cortés intentó granjearse la simpatía de los tabasqueños, pactó con ellos, les hizo algunos regalos en señal de amistad y recibió en contrapartida un tributo de veinte esclavas, entre las que se encontraba la india tlaxcalteca, que se unió a Cortés por lazos de amor. Se llamaba "Malinche" y los españoles la apodaron "Doña Marina".
La flota de Cortés se dirigió a San Juan de Ulúa, a donde llegó el 21 de abril. En ese lugar, el comandante recibió noticias sobre el imperio azteca, sus riquezas y sus conflictos internos. Sin esperar ninguna autorización superior, emprendió la conquista del territorio.
Paralelamente rumores de desembarco llegaron a Tecnochitlan, y el jefe conquistador fue identificado con el dios Quetzalcóalt, quien, según, las leyendas, había marchado hacia el este prometiendo regresar. En ese lugar recibió el conquistador a los enviados del jefe azteca Moctezuma, el cual llevo a cabo un recibimiento cordial, enviándole regalos, aunque también intentó impedir su avance sobre Tenochtitlan.
Bernal Díaz del Castillo ha descrito esta entrevista como amistosa y cordial, juicio no compartido por el padre Sahagún, que nos ha dejado un relato menos idílico y más violento. Comoquiera que fuere, tanto los aztecas como los españoles no dejaron de desconfiar unos de otros, preparándose para la lucha.
Poco después de su llegada al islote de Ulúa, Cortés, a fin de proteger su retaguardia, el día 22, fundó en la costa una población que llamó Villa Rica de la Vera Cruz - que luego sería conocida como Veracruz -, que habría de convertirse luego en el primer puerto de México . Allí erigió un Cabildo ante el cual renunció a los cargos conferidos por el gobernador de Cuba Velázquez y se hizo nombrar por sus propios hombres Capitán General y Justicia Mayor de la expedición, acuerdo que no agradó a todos los integrantes de la expedición y dio lugar a conspiraciones e intentos de huida que el caudillo extremeño reprimió sin piedad, pues ordenó la ejecución de Diego Cermeño y Pedro Escudero, además de mandar a amputar las piernas al piloto Pedro de Umbría.
A fin de desarticular las conjuras, en fin, nuevos peligros y evitar que los partidarios de Velázquez pudieran retornar a Cuba, Cortés adoptó una medida extrema: "dio de través" (hundió) a sus naves, cortando así toda retirada y aumentando con las tripulaciones el número de sus hombres en tierra.
Veracruz paso a ser el punto logístico desde donde se emprendió la conquista, ya que su puerto se convirtió en el punto de arribó de más naves y refuerzos para la expedición conquistadora del Imperio azteca.
El 18 de febrero de 1519, la flota comandada por Cortés se izo, desde la isla de Cuba, a la mar en búsqueda de Yucatán. El 22 de marzo desembarco en la región de Tabasco, lugar donde se produjo una batalla con los indios. Asustados éstos al ver a los caballos en acción, los conquistadores se adueñaron con facilidad del pueblo de Tabasco, además de un importante botín. Cortés intentó granjearse la simpatía de los tabasqueños, pactó con ellos, les hizo algunos regalos en señal de amistad y recibió en contrapartida un tributo de veinte esclavas, entre las que se encontraba la india tlaxcalteca, que se unió a Cortés por lazos de amor. Se llamaba "Malinche" y los españoles la apodaron "Doña Marina".
La flota de Cortés se dirigió a San Juan de Ulúa, a donde llegó el 21 de abril. En ese lugar, el comandante recibió noticias sobre el imperio azteca, sus riquezas y sus conflictos internos. Sin esperar ninguna autorización superior, emprendió la conquista del territorio.
Paralelamente rumores de desembarco llegaron a Tecnochitlan, y el jefe conquistador fue identificado con el dios Quetzalcóalt, quien, según, las leyendas, había marchado hacia el este prometiendo regresar. En ese lugar recibió el conquistador a los enviados del jefe azteca Moctezuma, el cual llevo a cabo un recibimiento cordial, enviándole regalos, aunque también intentó impedir su avance sobre Tenochtitlan.
Bernal Díaz del Castillo ha descrito esta entrevista como amistosa y cordial, juicio no compartido por el padre Sahagún, que nos ha dejado un relato menos idílico y más violento. Comoquiera que fuere, tanto los aztecas como los españoles no dejaron de desconfiar unos de otros, preparándose para la lucha.
Poco después de su llegada al islote de Ulúa, Cortés, a fin de proteger su retaguardia, el día 22, fundó en la costa una población que llamó Villa Rica de la Vera Cruz - que luego sería conocida como Veracruz -, que habría de convertirse luego en el primer puerto de México . Allí erigió un Cabildo ante el cual renunció a los cargos conferidos por el gobernador de Cuba Velázquez y se hizo nombrar por sus propios hombres Capitán General y Justicia Mayor de la expedición, acuerdo que no agradó a todos los integrantes de la expedición y dio lugar a conspiraciones e intentos de huida que el caudillo extremeño reprimió sin piedad, pues ordenó la ejecución de Diego Cermeño y Pedro Escudero, además de mandar a amputar las piernas al piloto Pedro de Umbría.
A fin de desarticular las conjuras, en fin, nuevos peligros y evitar que los partidarios de Velázquez pudieran retornar a Cuba, Cortés adoptó una medida extrema: "dio de través" (hundió) a sus naves, cortando así toda retirada y aumentando con las tripulaciones el número de sus hombres en tierra.
Veracruz paso a ser el punto logístico desde donde se emprendió la conquista, ya que su puerto se convirtió en el punto de arribó de más naves y refuerzos para la expedición conquistadora del Imperio azteca.
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