sábado, 31 de agosto de 2013

La mañana verde Por Ray Bradbury (1920-2012)

Cuando el sol se puso, el hombre se acuclilló junto al sendero y preparó una cena frugal y escuchó el crepitar de las llamas mientras se nevaba la comida a la boca y masticaba con aire pensativo. Había sido un día no muy distinto de otros treinta, con muchos hoyos cuidadosamente cavados en las horas del alba, semillas echadas en los hoyos, y agua traída de los brillantes canales. Ahora, con un cansancio de hierro en el cuerpo delgado, yacía de espaldas y observaba cómo el color del cielo pasaba de una oscuridad a otra. Se llamaba Benjamin Driscoll, tenía treinta y un años, y quería que Marte creciera verde y alto con árboles y follajes, produciendo aire, mucho aire, aire que aumentaría en cada temporada. Los árboles refrescarían las ciudades abrasadas por el verano, los árboles pararían los vientos del invierno. Un árbol podía hacer muchas cosas: dar color, dar sombra, fruta, o convertirse en paraíso para los niños; un universo aéreo de escalas y columpios, una arquitectura de alimento y de placer, eso era un árbol. Pero los árboles, ante todo, destilaban un aire helado para los pulmones y un gentil susurro para los oídos, cuando uno está acostado de noche en lechos de nieve y el sonido invita dulcemente a dormir. Benjamin Driscoll escuchaba cómo la tierra oscura se recogía en sí misma, en espera del sol y las lluvias que aún no habían llegado. Acercaba la oreja al suelo y escuchaba a lo lejos las pisadas de los años e imaginaba los verdes brotes de las semillas sembradas ese día; los brotes buscaban apoyo en el cielo, y echaban rama tras rama hasta que Marte era un bosque vespertino, un huerto brillante. En las primeras horas de la mañana, cuando el pálido sol se elevase débilmente entre las apretadas colinas, Benjamin Driscoll se levantaría y acabaría en unos pocos minutos con un desayuno ahumado, aplastaría las cenizas de la hoguera y empezaría a trabajar con los sacos a la espalda, probando, cavando, sembrando semillas y bulbos, apisonando levemente la tierra, regando, siguiendo adelante, silbando, mirando el cielo claro cada vez más brillante a medida que pasaba la mañana. -Necesitas aire -le dijo al fuego nocturno. El fuego era un rubicundo y vivaz compañero que respondía con un chasquido, y en la noche helada dormía allí cerca, entornando los ojos, sonrosados, soñolientos y tibios. -Todos necesitamos aire. Hay aire enrarecido aquí en Marte. Se cansa uno tan pronto... Es como vivir en la cima de los Andes. Uno aspira y no consigue nada. No satisface. Se palpó la caja del tórax. En treinta días, cómo había crecido. Para que entrara más aire había que desarrollar los pulmones. o plantar más árboles. -Para eso estoy aquí -se dijo. El fuego le respondió con un chasquido-. En las escuelas nos contaban la historia de Johnny Appleseed, que anduvo por toda América plantando semillas de manzanos. Bueno, pues yo hago más. Yo planto robles, olmos, arces y toda clase de árboles; álamos, cedros y castaños. No pienso sólo en alimentar el estómago con fruta, fabrico aire para los pulmones. Cuando estos árboles crezcan algunos de estos años, ¡cuánto oxígeno darán! Recordó su llegada a Marte. Como otros mil paseó los ojos por la apacible mañana y se dijo: -¿Qué haré yo en este mundo? ¿Habrá trabajo para mí? Luego se había desmayado. Volvió en sí, tosiendo. Alguien le apretaba contra la nariz un frasco de amoníaco. -Se sentirá bien en seguida -dijo el médico. -¿Qué me ha pasado? -El aire enrarecido. Algunos no pueden adaptarse. Me parece que tendrá que volver a la Tierra. -¡No! Se sentó y casi inmediatamente se le oscurecieron los ojos y Marte giró dos veces debajo de él. Respiró con fuerza y obligó a los pulmones a que bebieran en el profundo vacío. - Ya me estoy acostumbrando. ¡Tengo que quedarme! Le dejaron allí, acostado, boqueando horriblemente, como un pez. <

Obamaataca

Una verdadera galería de la infamia policial Por Ricardo Ragendorfer

El legado del ex senador duhaldista Horacio Román es insoslayable, pese a su capacidad de mimetizarse en el anonimato del retiro. Espíritu de cuerpo. En esas tres palabras está la clave del martirio padecido por Fabián Gorosito, de 22 años, quien incurrió en un terrible pecado: intimar nada menos que con la esposa del oficial Adrián Giménez, de la comisaría 6ª de Merlo. Tanto es así que durante la madrugada del 15 de agosto de 2010 fue secuestrado por efectivos de dicha seccional, tras una pesquisa que incluyó la detención con torturas de tres amigos suyos para dar con su paradero. Horas después, su cadáver apareció en un descampado. Al respecto, el Tribunal Oral Nº 5 de Morón –integrado por Angélica Parera, Carlos Thompson y Susana de Carlo– acaba de absolver a los once policías bonaerenses –entre ellos, el propio Giménez– acusados por el crimen. Espíritu de cuerpo. Lo cierto es que Morón es un verdadero santuario en la materia. En este punto, el legado del ex senador duhaldista Horacio Román resulta insoslayable. Y ello, pese a su capacidad de mimetizarse en el anonimato del retiro. En su edición del 30 de agosto de 2012, el diario Clarín le dedicó a la inseguridad un impactante artículo firmado por Liliana Caruso. Su título: "Pesadilla en San Miguel: le robaron 10 veces en un año". Del protagonista sólo había una breve referencia: "Es dueño de dos tiendas en el centro de la ciudad." Y su nombre se perdía entre los pliegues del drama estadístico que lo perturbaba. "Estoy harto y tengo miedo", soltó de entrada. Era un anciano con mirada triste que posó en la foto junto a los retratos enmarcados de sus nietos. Costaba reconocer en ese rostro doliente al mismísimo Román, quien por dos décadas fue el más influyente lobbista entre la Maldita Policía y el resto del mundo. Román, a quien los uniformados llamaban "El Zorro" y los jueces "El Monje Negro", supo ejercer un férreo control sobre las estructuras policiales asentadas en Morón, su patria chica, y en otras regionales del Gran Buenos Aires. A la vez, manejaba a su antojo el Departamento Judicial de Morón, extendiendo su influencia a juzgados y fiscalías de la zona oeste. Incluso, en La Plata había magistrados que le reportaban. En resumidas cuentas, se lo consideraba el jefe en las sombras de la Bonaerense y también un poderoso "patrón" de la justicia provincial. Un liderazgo que –según se decía– alimentaba con la recaudación mensual de 4 millones de pesos que él mismo distribuía entre comisarios y jueces. En el plano institucional, fue el encargado de negociar las posiciones policiales ante el Poder Ejecutivo de turno. Los "Patas Negras" –tal como en la Federal se les llama a los de la Bonaerense– confiaban en él, mientras magistrados y fiscales le obedecían a pies juntillas. De hecho, fue precisamente Román quien impulsó el nombramiento de los jueces Parera, Thompson y De Carlo. Quizás, sin la semilla que él supo sembrar, la pesquisa por el asesinato de la niña Candela Sol Rodríguez –ocurrido a un lustro de su retiro– hubiera tenido un epílogo diferente. Ya se sabe que aquel caso derivó en el fraude procesal más escandaloso de los últimos tiempos. Una pesquisa prolijamente cincelada con datos ficticios, testigos falsos, pruebas plantadas y el arresto de personas inocentes. Una puesta en escena cuyo gran digitador no fue otro que el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, otro de los grandes animadores de los usos y costumbres del citado enclave judicial. Sobre la calaña de aquel individuo, nada mejor que una vieja historia: en 1977, un joven juez de Lomas de Zamora propició el asesinato del militante montonero Ángel Georgiadis, alojado en la Unidad 9, de La Plata, al autorizar su traslado al Regimiento 7 de Infantería para ser interrogado. Lo hizo a sabiendas de que otros rehenes del régimen no habían sobrevivido a ese mismo tránsito. Quizás por ello, tampoco se sorprendió al ser notificado de su presunto "suicidio". Y, sin más, dio por concluido el caso. No fue su único servicio al terrorismo de Estado. Aquel juez era nada menos que Nieva Woodgate. Por ese añejo episodio, el fiscal general ahora se encuentra en los umbrales del juicio político. En su descargo, tal vez dirá que le había tocado un tiempo difícil: nombrado juez de menores por el gobierno de Onganía, pasó en 1976 al Juzgado Nº 4 de Lomas. Permaneció allí por dos años, hasta ser designado fiscal de Cámara en Morón. Su carrera, entonces, fue meteórica y, ya en los '90, accedió al cargo de fiscal general. Es probable que, tras tantos años, guarde un recuerdo borroso del caso Georgiadis, y que quizás desvíe su responsabilidad hacia el juez Leopoldo Russo.Es que la víctima, quien había sido detenida a mediados de 1975, estaba a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y bajo custodia de ambos magistrados. Russo, en 2002, luego de ser indagado por el fiscal Félix Crous en una audiencia del Juicio por la Verdad, salió de la sala visiblemente ofuscado y, en la escalinata de los tribunales de La Plata, lo fulminó un infarto. En tanto, Nievas Woodgate seguía al frente de la fiscalía general de Morón, como si el pasado no lo pudiera alcanzar. Sin embargo, años después, otra añeja mácula se le cruzó con el destino: su rol en la desaparición de Armando Fiorito y su esposa, María Elena Peter, ocurrida en 1978. Ella trabajaba en el juzgado que estaba justo frente a su despacho. Y el azar quiso que fuera él quien debía instruir la denuncia por el secuestro. Nieva Woodgate no tardó en archivar las actuaciones. Debido a esta cuestión, es investigado desde octubre de 2011 por el juez federal Norberto Oyarbide. Por entonces, él estaba muy atareado con el caso Candela. En la actualidad, aún continúa en funciones. Con la impronta de personajes como Román y él, no resulta extraño que los integrantes del Tribunal Oral Nº 5 de Morón hayan entrado por derecho propio en la galería de la infamia judicial. Infonews

Los colorados y el fantasma de la guerrilla

A una semana de asumir, el gobierno de Horacio Cartes ya consiguió superpoderes que utilizará para combatir la amenaza de supuestos grupos guerrilleros. El temor a una revuelta campesina. Desde que el 15 de agosto, festividad de Nuestra Señora de la Asunción, asumió como nuevo presidente del país, el multimillonario Horacio Cartes vio a su gobierno, comprometido con un cambio estructural para volver solvente al país, amenazado día tras día por acciones armadas atribuidas al fantasmal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). La muerte de unos matones rurales que ejercían la violencia en el norte del Paraguay llevó a que el Ejecutivo pidiera al Legislativo, y consiguiera en la primera semana de mandato, superpoderes para combatir a la guerrilla y militarizar la lucha contra los guerrilleros. La vuelta del Partido Colorado al poder, después del breve interludio de la presidencia del ex obispo católico Fernando Lugo, se caracterizó ya por procurar la suma del poder público para el primer mandatario, pero evitado la expresión, sin duda más odiosa, de estado de sitio, cuyo ejercicio caracterizó a las largas décadas en el poder del colorado Alfredo Stroessner (1954-1989). Una guerrilla misteriosa. Si en algo coinciden los analistas, observadores y aun algunos militares paraguayos consultados por esta revista es en el carácter evanescente de toda definición completa y abarcativa del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). De una manera conservadora, podría resumirse que el EPP existe, pero que no todo lo que se le atribuye es su obra, que al menos otro grupo en acción también se hace llamar a veces EPP, y que este se encuentra integrado o por narcos o por fuerzas locales aliadas con otras del Brasil. “Hasta ahora no se ha precisado qué es el EPP –dice a Veintitrés Damián Cabrera, ganador del último gran premio nacional de novela–. El Ejército del Pueblo Paraguayo se autorrepresenta como una guerrilla de izquierda. Sin embargo, hay quienes consideran que el EPP está más bien al servicio de la derecha, puesto que suele tener más visibilidad precisamente cuando la derecha necesita algo que justifique su avance conservador, como en el caso del regreso de las fuerzas armadas a las calles, ahora durante el gobierno del empresario Horacio Cartes –quien ya manifestara su simpatía con el gobierno del dictador Stroessner–. Los medios corporativos de comunicación representan al EPP como un fenómeno aislado e insólito, pero lo cierto es que en Paraguay siempre han existido guerrillas”. En Paraguay, país de seis millones y medio de habitantes y una superficie de 407 mil km2, el 98% de la tierra está en manos del 2% de la población. Seguridad nacional. Paraguay es la nación más rural de Sudamérica y el temor de la protesta campesina sin tierra embanderada con la protesta agraria está compartido por los grandes terratenientes, muchos de ellos brasileños en el norte del país, que han forjado una nueva identidad cultural, llamada brasiguaya, resistida por los paraguayos pero no necesariamente por la oligarquía terrateniente local. “Cartes tiene mayoría parlamentaria que le posibilitó la modificación de la ley de Seguridad: evitar pasar por la burocracia de la consulta –dice a este semanario Cristino Bogado, una de las mayores voces de la cultura asuncena– en cada caso para hacer incursiones militares en las zonas donde se han ectoplasmizado los fuegos del EPP –agrupación que desata sangre y muerte en las estancias de extranjeros– sin sucumbir al estado de sitio, de triste nombre (Stroessner gobernó casi 30 años con ese artilugio constitucional). Esa tranquilidad para actuar en el Norte turbulento no la tendrá, al parecer, en su propia casa, ubicada sobre la calle 25 de Mayo, sede del partido colorado. Al llenar de tecnócratas su gabinete y dejar fuera a la clientela atávica de seccionaleros y hurreros (los que van pagados a los actos partidarios), recurso humano elemental de este partido desde el origen, veremos en cuál guerra triunfa. Una dependerá de la otra. Al final no es muy difícil vislumbrar un motín en su propia casa”. Campesinos entre narcos y paras. No deja de ser un signo que en menos de dos semanas de gobierno haya ocurrido durante el gobierno de Cartes el mayor decomiso de droga de la historia paraguaya, 2.500 kilos de cocaína y marihuana en el norte del país. “Las organizaciones campesinas y los partidos políticos señalaron que todos conocen que en el norte el poder de los narcotraficantes es evidente –explica a Veintitrés el periodista de investigación Jorge Zárate–. Hasta el propio titular de la Secretaría Antidrogas (Senad), Luis Rojas, señaló que el EPP no podría sobrevivir en la zona sin tener contactos con los malvivientes. Rojas dijo inclusive que es posible que cobren peajes en efectivo, armas y drogas para poder sostener su logística. Entendiendo esta situación, los atemorizados pobladores comienzan a preguntarse por qué la policía y el ejército no irrumpen con la misma violencia en estancias sospechadas de tener pistas aéreas de abastecimiento de avionetas y plantaciones de marihuana ocultas detrás de explotaciones ganaderas y sojeras. Este fenómeno de los narcoganaderos y narcosojeros es el preeminente en la zona y así inclusive lo admiten los políticos regionales. A pesar de ello, la hipótesis de que EPP es funcional a los intereses de este sector que necesitan territorio libre de gente para poder desarrollar su negocio, no es seguida con la misma intensidad por el Estado. Cuando Cartes asumió, anunció guerra sin cuartel a la pobreza que afecta a la mitad de los paraguayos. Antes, la violencia en estado puro se le interpuso en el camino. Bolivia pisa fuerte en Brasil Fue una semana tensa en las relaciones bilaterales entre Bolivia y Brasil, tras la salida clandestina de La Paz y llegada a la capital brasileña de Brasilia del senador opositor Roger Pinto Molina, que culminó con la renuncia del canciller brasileño Antonio Patriota. Pinto estaba refugiado en la embajada brasileña en la sede de gobierno boliviana desde el 28 de mayo de 2012. Aguardaba un salvoconducto para abandonar el país rumbo a Brasil, que ya le había concedido asilo político. El gobierno de Evo Morales se negó a conceder el salvoconducto, argumentando que el senador figuraba como acusado en varios juicios por incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado, corrupción pública, sedición, asesinato de campesinos en 2008, desmonte en el departamento de Pando y delitos económicos. Por eso fueron, y sonaron conciliatorias, las palabras de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff acerca de que ha de ser deseable que su país mantenga una relación “armónica y respetuosa” con vecinos en el continente, es decir sobre todo con Bolivia. La pronunció en el discurso que ofreció en la asunción del nuevo canciller, Luiz Alberto Figueiredo Machado. Patriota había renunciado el lunes en medio de la crisis desatada en las relaciones con Bolivia por la operación clandestina organizada por la embajada brasileña en La Paz, con la anuencia del canciller renunciante. Una operación deplorada por Rousseff este martes, cuando sostuvo que Brasil “jamás podría aceptar” la salida del ex senador –que había recibido asilo político de Brasil el 8 de junio del año pasado– sin un salvoconducto del gobierno boliviano. Revista Veintitrés

El Nobel de la paz anuncia la guerra Por Antonio Caño | Washington

Obama, ante un dilema desgarrador en el que se juega su lugar en la historia. En las horas más críticas de su presidencia, cuando ha decidido lanzar un ataque en la región más explosiva del mundo, Barack Obama se juega su lugar en la historia como el incompetente que condujo a su país a otra guerra innecesaria o como el líder firme que se plantó ante la actuación salvaje de un tirano. Tendrá primero que convencer a un Congreso hostil y una opinión pública escéptica. Pero, frente a aquellos que este sábado se manifestaban en las puertas de la Casa Blanca con pancartas para que EE UU no ponga sus manos en Siria, el presidente que ganó las elecciones con la promesa de paz tiene ahora que defender la necesidad de la guerra. Obama se ha visto ante la responsabilidad de acatar el veredicto de silencio de la ONU y quedarse quieto o actuar fuera de la única legalidad internacional que se conoce. El dilema es desgarrador. Como decía el viernes el secretario de Estado, John Kerry, al presentar las pruebas que, según él, vinculan al régimen de Bachar el Asad con el ataque químico, “todo el mundo advierte de los peligros de una intervención, pero ¿alguien ha pensado en el peligro de no hacer nada?”. Un ataque a Siria, pese a que Obama ha prometido que será de carácter “limitado”, es decir, corto y sobre objetivos muy concretos, engendra un alto riesgo de propagación del conflicto en la zona y en la propia Siria, con la posibilidad de que EE UU se vea obligado a otros y más prolongados ataques en una espiral infernal. Pero no hacer nada supone, desde la perspectiva de Washington, no sólo sancionar el uso de armas químicas en Siria, sino enviar a Irán, Corea del Norte o cualquier otro país que quiera escucharlo el mensaje de que no existen límites en el grado de crueldad que el mundo está dispuesto a soportar de forma impasible. Es cierto que ya han muerto más de 100.000 personas desde que la guerra civil en Siria estalló hace más de dos años, y que un millar más de cadáveres, por mucho que las armas con las que murieron fueran químicas, no parece cambiar mucho el balance de la tragedia. Pero Obama lo ha planteado como una cuestión de límites. EE UU no puede intervenir en todos los conflictos ni impedir todas las catástrofes humanas, pero el uso de armas de destrucción masiva constituye una línea roja que el propio Obama marcó en su día y que El Asad han traspasado groseramente ahora, según los datos que exhibe la Administración. Este momento es particularmente angustioso para Obama, que construyó su leyenda sobre las cenizas de un predecesor arrogante y belicista. También es especialmente desconcertante para el resto del mundo ver al frente de esta nueva aventura militar al hombre en quien se creyó para construir la paz. El propio Obama admitió el viernes que “mucha gente, entre la que me encuentro, está harta de guerra”, teniendo en cuenta las experiencias de Afganistán y de Irak. Pero añadió que también “hay mucha gente que dice que hay que hacer algo y luego nadie hace nada”. “Es importante tener en cuenta que, cuando más de 1.000 personas son asesinadas, incluyendo centenares de niños inocentes, por el uso de armas químicas, de las que el 98% o el 99% de la humanidad cree que no deberían utilizarse, si no hay una respuesta estamos enviando una señal que pone en peligro nuestra seguridad nacional”. Obama decide atacar Siria pero lo someterá a votación del Congreso "No fui elegido para esquivar decisiones difíciles", proclama el presidente de EE UU en su declaración en la Casa Blanca "¿Qué mensaje estamos mandando al mundo si un dictador puede gasear a sus ciudadanos sin pagar por ello?" “He decidido que EE UU debe actuar militarmente; puede ser mañana, la semana que viene o en un mes", asegura Obama, que ha hecho referencia al cansancio de los estadounidenses tras dos guerras en Irak y Afganistán: "Por eso no queremos poner a nuestros soldados en medio de otro conflicto, pero no podemos ignorar lo que ocurrió en Damasco". El ataque será "limitado en duración y objetivos", según el mandatario. Barack Obama ha anunciado este sábado que ha decidido tomar represalias militares contra el régimen de Siria, pero, tratando de hacer más robusta su posición política y de ganar legitimidad para su actuación militar, someterá su decisión a la votación del Congreso –de vacaciones hasta el día 9-, lo que, como mínimo, retrasará varios días el posible ataque, si es que no lo impide por completo, teniendo en cuenta que la oposición republicana tiene el control de una de las cámaras, la Cámara de Representantes. Obama declaró, en una comparecencia en el Rose Garden de la Casa Blanca al borde de las dos de la tarde (hora local), que, como comandante en jefe, está capacitado para ordenar el ataque en cualquier momento. Pero añadió que, “como presidente de la democracia constitucional más vieja de la tierra, es preciso liderar, no solo con la fuerza, sino también con el ejemplo”, por lo que, aunque no está obligado legalmente a ello, va a implicar a los representantes de los ciudadanos en esta grave decisión. Se trata de una maniobra enormemente arriesgada, puesto que Obama está lejos de tener asegurado un voto favorable, pero, al mismo tiempo, increíblemente hábil, ya que, sin renunciar a una respuesta firme contra el régimen de Bachar el Asad, le otorga a su decisión una legitimidad, al menos desde el punto de vista nacional, que lo pone a salvo de futuros y previsibles riesgos una vez que la operación militar haya comenzado. Obama establece, además, un precedente muy relevante: todos los últimos presidentes norteamericanos, de todos los signos políticos, desde Ronald Reagan hasta Bill Clinton, han procedido sin votación en el Congreso a acciones militares de muchas más envergadura que la que se espera en Siria, que Obama repitió que será “limitada” y no incluirá el despliegue de tropas sobre el terreno. “Sé que puedo hacerlo sin la autorización del Congreso, pero seremos más efectivos si buscamos su aprobación", declaró el presidente. más información. Este paso abre, no obstante, un largo proceso de debate lleno de incertidumbres. Obama dijo que ha comunicado su decisión al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, a la líder demócrata en esa cámara, Nancy Pelosi, al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y al líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quienes le comentaron que respaldaban esa medida. Falta ahora que esos líderes convoquen a sesiones de urgencia a sus respectivas cámaras, que actualmente se encuentra en receso. Si no se produce una convocatoria urgente, el debate en el Congreso no podría celebrarse hasta el próximo 9 de septiembre. Aún convocándose una sesión de emergencia, el debate podría ser largo y accidentado, sobre todo en la Cámara de Representantes, donde los líderes republicanos no tienen pleno control sobre un extenso grupo de congresistas vinculados al Tea Party cuyo radicalismo, aventurerismo y odio visceral a Obama es de sobra conocido. Si la Casa Blanca no ha acudido antes al voto del Congreso es, precisamente, porque teme meterse en una dificilísima negociación sobre lo que los miembro del Tea Party pueden exigir a cambio de su voto a favor de la intervención en Siria. Conociendo los antecedentes ocurridos, la verdad es que puede esperarse cualquier cosa. Basta citar como ejemplo que EE UU se verá de nuevo a mediados de octubre ante la amenaza de la suspensión de pagos porque la Cámara de Representantes se niega a apoyar el presupuesto sin una serie de condiciones, por ejemplo, sobre la reforma sanitaria. Es decir, que Obama ha abierto la caja de Pandora y tiene que prepararse para un camino lleno de obstáculos en el Congreso. Su ventaja es que el público norteamericano no suele ver con buenos ojos una actitud obstruccionista de parte de la clase política cuando el presidente y comandante en jefe está en medio de una crisis militar. Pero tiene en contra que la opinión pública no está aún convencida de la necesidad de actuar en Siria. Sólo un 20% de la población comparte actualmente los argumentos del Gobierno. En su intervención, Obama trató de agrandar ese porcentaje con nuevos argumentos sobre la gravedad de lo ocurrido en Siria, que describió como “el peor ataque químico del siglo XXI”, y la necesidad de darle respuesta. “¿Qué mensajes estaremos mandando si un dictador puede gasear cientos de niños hasta la muerte a la vista de todo el mundo sin pagar un precio?”, preguntó. El momento del ataque queda ahora pendiente de esos dos factores: la decision del Congreso y el estado de la opinion pública. ¿Cuando? Obama trató de quitarse presión de encima sobre la fecha de la intervención. “Puede ser en un día, en una semana, en un mes”, dijo. Las fuerzas militares están listas y la decisión de la Casa Blanca plenamente tomada. El resto de los elementos que se han manejado en los últimos días ya apenas cuenta. El informe de los inspectores de Naciones Unidas, que también puede tardar varios días, no es considerado en Washington un asunto relevante. El apoyo de otros países, tampoco mucho. Obama aseguró que ha recibido en privado el respaldo de varios Gobierno del mundo, a los que animó a que lo hagan público. Pero su actuación no va a depender de eso. “Somos los Estados Unidos de América, No miramos a otra parte respecto a lo que ha sucedido en Damasco", manifestó. El País, España

Los temores de la derecha ¿Por qué conspiran contra la Ley de Medios?

El entramado corporativo pasó de las cautelares a las vacilaciones de un tribunal resistente a la democracia real. Por Víctor Ego Ducrot Porque es hija de una militancia profunda, de formas no arquetípicas de hacer política; "del compromiso de los cuerpos con una democracia con volumen y espesor de nuevo tipo, del diálogo entre multitudes, en las calles y con quienes tienen la responsabilidad de gobernar y de legislar, con quienes en esa relación es más lo que oyen que lo que enuncian", como coinciden en señalar quienes fueron los principales hacedores de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, norma de distribución de cultura, de bienes simbólicos de producción social, con tanta densidad inclusiva, equitativa y pluralista que aunó los apoyos de multitudes que se expresan en las plazas y de instituciones con los más diversos atributos, como lo son, entre otras, la Iglesia Católica y la ONU. Y escribía recién, "como coinciden en señalar su principales hacedores"; ellos son entonces Gabriel Mariotto, el conductor político de la trama de gestión y militancia que desembocó en su sanción por parte del Congreso Nacional y promulgación por el Ejecutivo; Damián Loretti, el mismo que tuvo a su cargo la sistematización filosófica del proyecto, heredero este de años de compromiso por una comunicación democrática por parte de innumerable actores, y Graciana Peñafort, de alguna forma la mirada fina desde lo jurídico, que posibilitó ese verdadero mecanismo de relojería en lo legal y administrativo que el Grupo Clarín aun intenta desmontar para mantener sus privilegios monopólicos, con cuatro años de complicidad por parte de la corporación judicial y con las prácticas de terrorismo mediático que sólo puede poner en acción un grupo como el orquestado por Héctor Magnetto, entre las tinieblas de los crímenes de lesa humanidad. A ese tridente que el otro día en Plaza Lavalle un militante de la comunicación comunitaria calificaba de "mariottismo al palo, al que tanto le debemos sobre todo las más jóvenes generaciones, las que tenemos hoy un país por el que pelear, todos de alguna manera 'hijos' de Néstor Kirchner y de Cristina"; a ese tridente se le sumaron otros actores fundamentales, tanto para la elaboración teórica de la Ley como para su militancia durante meses en cientos de Foros, recogiendo experiencias e iniciativas que finalmente fueron volcadas al texto de la misma: ellos son Analía Elíades y Miguel Julio Rodríguez Villafañe. Tres hechos en distintos ámbitos y de distintas dimensiones, registrados cada uno de ellos a escasas horas de diferencia, pueden darnos pistas acerca de cómo aquella experiencia por la democracia de la palabra sigue atemorizando a los poderes corporativos, y, en definitiva, sobre qué se debate en esta Argentina de nuestros días: la Corte Suprema de Justicia es interpelada por multitudes para que cumpla con la Constitución y no sea sirvienta de Magnetto; un senador provincial de poca monta (Jorge D’Onofrio) es usado por un ex "servicio" y en la nómina de los responsables políticos por los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (Juan José Álvarez) , para que, en ancas de una elección de medio término que aun no tuvo lugar, un intendente asociado a las mafias del llamado "corredor de Norte" (Sergio Massa) apunte contra las instituciones y la gobernabilidad de la provincia de Buenos Aires, la de mayor volumen económico y político del país; y un tribunal penal se lleva puestos a testigos y pruebas, con jueces que se duermen en la sala y asesoran a voces de "la Bonaerense", para exculpar en forma escandalosa a siete efectivos de ese cuerpo que es más "para" que policial por el crimen de un joven cuyo cuerpo apareció en un zanjón (¿y van cuántos?, y al mejor estilo del siniestro terrorismo de Estado). El primer caso es la resultante de un modus operandi del entramado corporativo, que pasó de las cautelares a las vacilaciones de un tribunal mayor resistente a la democracia real: no quiere que los magistrados paguen impuestos, se niega a que el principio de soberanía popular sea válido también para la justicia y esta semana llegó a equiparar a un empresa de diarios y TV con el Estado nacional, por supuesto dejando fuera del recinto al conjunto de la sociedad civil. El segundo desnuda el que hasta ahora parecería ser el paso táctico mejor logrado de la derecha variopinta, asesorada por cierto desde los mismos rincones que en otras épocas no lejanas asesoraron a golpistas y terroristas de Estado (las silenciosas oficinas de "la Embajada"): poner por fuera a un cacique menor (Sergio Massa) y por dentro a algunos dirigentes de primera línea cuyos sarampiones kirchneristas no convencen a nadie; y disparar no sólo contra la gobernabilidad de la provincia de Buenos Aires sino, y muy especialmente, sobre una experiencia de política legislativa inédita en el país, como lo es la protagonizada desde el Senado bonaerense, a partir de Foros Sociales para darle la palabra a los vecinos de distintas localidades acerca de los temas centrales en la agenda púbica, como seguridad, por ejemplo; de proyectos de leyes para democratizar el Consejo de la Magistratura y la justicia misma y sus procedimientos, y para transparentar y hacerles ganar en eficacia a los instituciones policiales; como así también el permanente caminar del territorio por parte de senadores y el propio titular de la Cámara –el mismo Gabriel Mariotto cuyo ejemplo al frente de la creación de la Ley de Medios fue agradecido el miércoles ante una multitud por el actual titular de la AFSCA, Martín Sabbatella -, en diálogo con instituciones de las más diversas incumbencias. El tercero da cuenta, una vez más, (¿y van cuántas?) de cómo la trama de complicidades entre elementos policiales, del Poder Judicial y del tablero político, la misma que Mariotto viene denunciando desde su primer día de gestión como vicegobernador, encierra la explicación última de los problemas de seguridad, que se solucionan desarticulando esa circuito perverso y no con cámaras televigilantes, tan fuertemente auspiciadas por el crimen organizado y los intendentes, fiscales, jueces y agentes a su servicio; de una trama que en definitiva sólo le sirve a la derecha política y económica, la única beneficiada por el accionar delincuencial de la compleja red que intento referir, espero que con cierto éxito en término de síntesis. Y si de síntesis se trata, pues entonces por qué no ensayar la siguiente: los atentados contra le Ley de Medios, las conspiraciones sobre los mismos bordes de la gobernabilidad, y el mantenimiento de las tramas más siniestras, como lo es la de policías, políticos, jueces, fiscales y medios dominantes de comunicación – con prácticas tan bien desarticuladas conceptualmente por un juez de la propia Corte Suprema (Raúl Eugenio Zaffaroni)–, son todos esos los factores de una misma ecuación, aquella por la que apuesta el poder corporativo concentrado, para destruir los instrumentos que crean y distribuyen cultura democrática, destruir al orden constitucional mismo si les hace falta; y sobre todo, y porque les temen, para combatir a los militantes y dirigentes más comprometidos con los haceres republicanos, que tanto aprendieron en términos de producción social de políticas cuando atravesaron las luchas en búsqueda de la tan temida Ley (temores de la derecha), la de Servicios de Comunicación Audiovisual. 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Aerolínea de bandera Interés nacional: último aviso para abordar la causa Por Jorge Dorio

Basta con asomar la nariz por encima de la maraña argumental generada por el conflicto con la empresa LAN para notar que ningún análisis ha destacado como basamento para iniciar la discusión el imperativo fundacional de la defensa de lo propio. Un fantasma acecha en la observación de nuestra política: la rutina del estupor. ¿Cómo es posible que no produzca asombro el hecho de que el Presidente de Aerolíneas Argentinas tenga que dedicarse a dar puntillosas explicaciones por ejercer la defensa del interés nacional? Mueve a risa pensar que un funcionario público – especialmente si su ámbito de competencia es una aerolínea de bandera – deba enfrentar una discusión de cualquier orden desde una postura de imparcialidad como la que reclaman algunos sedicentes líderes de opinión locales. En el caso puntual de Mariano Recalde, el cuestionamiento es el más reciente eslabón de una cadena envuelta a su gestión desde el mismísimo comienzo. En aquel momento, carentes aún de un objeto pasible de crítica, los dardos se centraron en dos caracteres de pueril fragilidad. El primero era la “excesiva” juventud del flamante funcionario. El segundo, su pertenencia a La Cámpora, una agrupación a la que se ha intentado demonizar tratando de asimilarla a nucleamientos que van desde Montoneros hasta las Juventudes Hitlerianas. También en este caso el desatino de las pretendidas similitudes revela el desembozado motivo del ataque, que no es otro que el disciplinado respaldo de la agrupación a los lineamientos del Ejecutivo y su recreación en virtud de renovados desafíos generacionales. Desde este punto podemos rastrear la conexión con el comienzo de estas líneas. Transcurridas varias décadas de extravío en lo que a la recuperación plena del concepto de soberanía se refiere, el modelo kirchnerista asumió la restauración del interés nacional ( y su consecuente ampliación a la idea de “Patria Grande”) como un leit motiv de sus políticas. Frente al cipayismo mal disimulado de la dictadura, las relaciones carnales del menemismo y una vindicación nacional puramente declamatoria de otros momentos y núcleos partidarios, esta toma de posición – elemental, fundante, insoslayable – no dejó de hacer cierto “ruido” en algunos sectores de la opinión pública urbana y pseudo progresista. Desde distintos ámbitos se intentó travestirla de chauvinismo u otras perversiones del concepto aprovechadas históricamente por la derecha para disfrazar sus posturas como imperativos categóricos. Pero pasados diez años de políticas consecuentes, es cada vez más difícil que se logre desnaturalizar la idea concreta de soberanía. Para volver al tema de Aerolíneas Argentinas ha de decirse en primer lugar que es incorrecto hablar de “conflicto” en el diferendo con la empresa LAN o en la demanda de hangares y explotación de rutas internas en países vecinos. La actitud de Recalde no ha sido otra que la de ratificar su eficacia en la conducción del crecimiento de la empresa con la afirmación del interés que define el carácter de una aerolínea de bandera. Pero en este punto corresponde también aclarar un perfil ampliado de lo soberano. En el caso de Aerolíneas no se trata sólo de la recuperación de rutas, destinos y frecuencias o de la modernización y ampliación de la flota. La incorporación de miles de ciudadanos a los beneficios del transporte aéreo, la progresiva federalización del servicio y la vocación solidaria en aspectos como el acuerdo con el INCUCAI, expresan la necesidad de entender la soberanía nacional en el perfil que la completa y que es el de soberanía popular. Por eso el cuestionamiento a ciertas decisiones oficiales no se limita a la vocación entreguista de quienes cuestionaron la postura frente a Malvinas o la Fragata Libertad. La condición de esas voces es idéntica en su respaldo de los fondos buitre y las tutelares de Clarín o la condena de la política tributaria y las relaciones con el lobby agropecuario. La cuestión es tan sencilla como la que emerge de parafrasear viejos refranes. Es obvio que la soberanía bien entendida empieza por casa. Por eso es necesario mantener la vigilia frente a los abanderados de las hipotecas y otros okupas agazapados. Sólo la unidad frente a esos intereses puede garantizar que la casa esté verdaderamente en orden. Télam

La Unasur emitió una declaración contra una intervención en Siria

La Cumbre sirvió para reanimar la unidad regional: el retorno de Paraguay, su reencuentro con Venezuela y la distensión entre Brasil y Bolivia VII Cumbre ordinaria de la UNASUR Con el recuerdo latente de Hugo Chávez, los 12 países miembros firmaron en Surinam un domumento para exigir la resolución pacífica de los conflictos internacionales. Remarcaron el interés regional en la causa Malvinas. Los presidentes de los países de la Unasur concretaron ayer su séptima cumbre en un clima poco usual, marcado por el regreso de Paraguay al bloque, la inminente intervención militar en Siria y un sentido homenaje al fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez. Al finalizar el encuentro, los 12 países miembro firmaron la declaración de Paramaribo en la que sentaron posición sobre el conflicto en la República Árabe al exigir la solución pacífica del conflicto y la no intervención extranjera en sus asuntos internos. También firmaron una declaración en la que piden por negociaciones pacíficas para resolver la cuestión de la soberanía de Malvinas. Los jefes de Estado, reunidos en la capital de Surinam, trataron una variedad de temas con el eje puesto en cuestiones prioritarias de integración en cuanto a la agenda doméstica, pero dedicados buena parte de las deliberaciones a la crisis en Siria, sobre lo que se expresaron de manera oficial al culminar la cumbre. Los presidentes hicieron un llamado a que el pueblo sirio encuentre, en el marco del ejercicio de su plena soberanía, una salida pacífica al conflicto que ya dejó centenares de miles de muertos. El texto establece la necesidad de esperar a que la comisión de la ONU encargada de investigar los supuestos ataques con armas químicas al pueblo de Siria se pronuncie, y "no sólo que precise si hubo ataque, sino que determine quién lo perpetró", según explicó el canciller venezolano. El vicepresidente argentino, Amado Boudou, descartó a su turno que "las guerras, las armas y las intervenciones sean la forma para avanzar hacia un mundo de paz", y luego aprovechó para agradecer "el acompañamiento en la causa Malvinas, de Unasur (que) es una causa de nuestro pueblo pero también de nuestra región, nuestro continente y de esta gran institución que se está formando". La cumbre fue inaugurada por el mandatario de Surinam, Desiré Bouterse, tras recibir la presidencia pro témpore de su colega peruano, Ollanta Humala. Bouterse inició la reunión con un homenaje al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, de quien recalcó el impulso dado para construir sistemas de complementariedad económica, solidaridad entre los pueblos y una inspiración para la integración del bloque regional. Su predecesor en el cargo, realizó luego un balance de la presidencia pro témpore peruana, de la que destacó las 151 reuniones de los órganos e instancias de la Unasur. En el repaso que hizo Humala destacó el pronunciamiento conjunto de la Unasur reflejando "su más enérgico rechazo al retiro sorpresivo de los permisos de sobrevuelo y aterrizaje de la aeronave en la que se trasladaba en el presidente Evo Morales en vuelo de retorno de su participación en la segunda cumbre del foro de países exportadores de gas". La cumbre de Surinam marcó el regreso a la organización de Paraguay después de más de un año suspendido, por lo que también determinó el primer viaje al exterior del nuevo presidente de ese país, Horacio Cartes. El flamante mandatario dio un gesto esperado en pos de la unidad regional al reunirse con su par venezolano, Nicolás Maduro, que el 15 de agosto fue considerado "persona non grata" por el anterior gobierno paraguayo. "Buena reunión con la Presidenta Dilma y el Presidente Cartes. Les ratifiqué mi respeto y amor por el Paraguay!!!", señaló el mandatario bolivariano a través de su cuenta de Twitter, en la que también publicó una foto de los tres jefes de Estado sonrientes. Durante la cumbre los cancilleres también acordaron que el Consejo de Defensa de la Unasur estará copresidido por Colombia y Surinam. Según detallan sus estatutos, este órgano es una instancia de consulta, cooperación y coordinación en materia de defensa que, en principio, debe ser presidido por el país que ostenta la presidencia pro témpore de la Unasur, pero Surinam había pedido colaboración al reconocer que no estaba en condiciones de comandarlo en soledad. La vuelta de Paraguay y otras yerbas La Cumbre de Surinam fue el escenario apropiado para que Paraguay fuera readmitido oficialmente en el seno de Unasur. El país había sido suspendido temporalmente de la organización después del derrocamiento del presidente constitucional , el ex obispo de San Pedro, Fernando Lugo. En ese marco, el nuevo mandatario paraguayo, Horacio Cartes, emitió una declaración en que dijo que trataría de fortalecer el bloque. "La desigualdad es el enemigo que tenemos que derrotar", dijo. Un dato destacado de ese encuentro fue que la ceremonia de bienvenida del anfitrión, Desi Bouterse, fue demorada varias horas por el arresto en Panamá de su hijo, Dino Bouterse, quien enfrenta cargos por drogas y armas en Estados Unidos. No hubo menciones al asunto entre los mandatarios. Los cancilleres sudamericanos, mientras tanto, firmaron un documento de rechazo a la "multimillonaria campaña de desprestigio" de la petrolera estadounidense Chevron contra Ecuador en medio del juicio por los graves daños ambientales que dejó en ese país la empresa Texaco. 31/08/13 Paramaribo | Télam, EFE y DPA

El día que acabó la crisis, Juan José Millás.

El día que acabó la crisis, Juan José Millás. Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas. Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios. Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, entonces la crisis habrá terminado. Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habrá acabado la crisis. Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciarán que la crisis ha terminado. Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio. Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa. De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y “voilà”: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición. Juan José Millás "EL VIEJO MUNDO SE MUERE. EL NUEVO TARDARÁ EN APARECER. Y EN ESE CLAROOSCURO APARECEN LOS MONSTRUOS" Antonio Gramsci

El ataque a Siria es contra Irán Por Robert Fisk

Antes que comience la guerra occidental más estúpida en la historia del mundo moderno –desde luego me refiero al ataque a Siria que ahora todos tendremos que tragarnos–, bien se puede decir que los misiles crucero que con tanta confianza esperamos que barran una de las ciudades más antiguas de la humanidad no tienen nada que ver con Siria. La intención es dañar a Irán. Se trata de golpear a la república islámica ahora que tiene un presidente nuevo y vibrante –en oposición al orate Mahmud Ajmadineyad–, y cuando tal vez comienza a ser un poco más estable. Irán es enemigo de Israel. Por tanto, es enemigo de Estados Unidos. Así pues, lancen los misiles contra el único aliado árabe de Irán. No hay nada placentero en el régimen de Damasco. Tampoco estos comentarios deslindan al régimen en lo referente al gaseo masivo. Pero tengo la edad suficiente para recordar que cuando Irak –entonces aliado de Washington– usó gas contra los kurdos de Halabja, en 1988, no tomamos Bagdad por asalto. De hecho, ese ataque tuvo que esperar hasta 2003, cuando Saddam Hussein ya no tenía gas ni ninguna otra de esas armas que alimentaban nuestras pesadillas. También recuerdo que la CIA sostuvo en 1988 que Irán era culpable de los ataques con gas en Halabja, palpable mentira enfocada en el enemigo de Estados Unidos al que Saddam combatía por cuenta nuestra. Y en Halabja murieron miles, no cientos. Pero así son las cosas. Distintos días, distintos raseros. Y supongo que vale la pena señalar que cuando Israel dio muerte a más de 17 mil hombres, mujeres y niños en Líbano, en 1982, en una invasión supuestamente provocada por el intento de asesinato del embajador israelí en Londres por la OLP –fue Abu Nidal, amigo de Saddam, quien arregló ese ataque, pero eso no importa ahora–, Washington se limitó a llamar a los dos bandos a ejercer "contención". Y cuando, meses antes de esa invasión, Hafez Assad –padre de Bashar– envió a su hermano a Hama para exterminar miles de rebeldes de la Hermandad Musulmana, nadie musitó una palabra de condena. Las "reglas de Hama", es como mi viejo amigo Tom Friedman tituló cínicamente a aquel baño de sangre. Como sea, en estos días hay una Hermandad diferente, y Obama no se animó siquiera a decir "¡bu!" cuando un presidente electo democráticamente, miembro de esa organización, fue derrocado. Pero aguarden. ¿Acaso Irak, cuando era "nuestro" aliado contra Irán, no usó también gas contra el ejército iraní? Claro que sí. Yo vi a las víctimas de ese perverso ataque de Saddam, con heridas como las de la batalla de Ypres, en la Primera Guerra Mundial –debo añadir que oficiales estadunidenses recorrieron más tarde el campo de batalla y rindieron un parte a Washington–, y no lanzamos ni siquiera una maldición al respecto. Miles de soldados iraníes en la guerra de 1980-88 murieron envenenados por esa arma vil. Yo viajé aquella noche de regreso a Teherán en un tren de militares heridos y en verdad olí la sustancia; hubo que abrir las ventanillas de los corredores para liberar el tufo del gas. Esos jóvenes tenían heridas sobre heridas, literalmente. Tenían horribles llagas en las que flotaban otras aún más dolorosas, cercanas a lo indescriptible. Sin embargo, cuando se les envió a hospitales de Occidente para recibir tratamiento, los periodistas escribimos, luego de contemplar evidencias de la ONU más convincentes de las que probablemente llegaremos a obtener desde el exterior de Damasco, que eran "presuntas" víctimas del gas. Entonces, ¿qué, en nombre del cielo, estamos haciendo? Después de que incontables miles han perecido en la atroz tragedia de Siria, de pronto –ahora, luego de meses y años de prevaricación– nos molestan unos cuantos cientos de muertos. Terrible. Inconcebible. Sí, es cierto. Pero el trauma de esta guerra debió impulsarnos a la acción en 2011. Y en 2012. Pero ¿ahora? ¿Por qué? Sospecho que sé la razón. Creo que el despiadado ejército de Bashar Assad tal vez está ganando contra los rebeldes que armamos en secreto. Con ayuda del Hezbolá libanés, el aliado de Irán en Líbano, el régimen de Damasco destrozó a los rebeldes en Qusayr y quizá esté en el proceso de acabar con ellos en el norte de Homs. Irán está profundamente involucrado en proteger al gobierno sirio. Por tanto, una victoria de Bashar es una victoria para Irán. Y Occidente no puede tolerar victorias iraníes. Y ya que estamos en el tema de la guerra, ¿qué pasó con esas magníficas negociaciones israelí-palestinas de las que tanto alardeaba John Kerry? Mientras expresamos angustia por los perversos ataques con gas en Siria, la tierra de Palestina sigue siendo engullida. La política del Likud israelí –seguir negociando la paz hasta que no quede nada de Palestina– continúa a toda marcha, razón por la cual la pesadilla del rey Abdalá de Jordania (mucho más potente que las "armas de destrucción masiva" con las que soñábamos en 2003) sigue creciendo: que "Palestina" acabará siendo en Jordania, no en Palestina. Pero si hemos de creer a las tonterías que salen de Washington, Londres, París y el resto del mundo "civilizado", es sólo cuestión de tiempo para que nuestra veloz y vengativa espada aniquile a los damasquinos. Observar a los líderes del resto del mundo aplaudir esta destrucción es tal vez la más dolorosa experiencia histórica que debe soportar esta región. Y la más vergonzosa. Excepto porque también estaremos atacando a musulmanes chiítas y sus aliados ante el aplauso de musulmanes sunitas. Y de eso están hechas las guerras civiles. © The Independent Traducción: Jorge Anaya La Jornada, México

HOLLANDE SE APRESTA A PARTICIPAR DEL BOMBARDEO A SIRIA Francia se suma a la aventura

HOLLANDE SE APRESTA A PARTICIPAR DEL BOMBARDEO A SIRIA Francia se suma a la aventura El líder opositor sirio Al Jarba fue recibido ayer por Hollande en el Palacio Elíseo. A contramano de los principales países europeos, que pusieron reparos a una intervención armada contra el régimen de Assad, el gobierno francés se alineó con Washington y se prepara para apuntar sus cañones hacia Damasco. Por Eduardo Febbro Desde París El presidente francés se arrimó a la estrategia norteamericana y se apresta a participar con Washington en la probable salva militar contra el régimen sirio de Bashar al Assad, en represalias por la presunta utilización de armas químicas en un ataque lanzado el pasado 21 de agosto contra las posiciones de los rebeldes en los alrededores de Damasco. En una entrevista publicada este viernes por el vespertino Le Monde, el presidente francés confirmó que París participaría en la magra coalición (Estados Unidos, Francia y tal vez la Liga Arabe) que apunta sus cañones hacia Damasco. François Hollande reiteró que la ofensiva del 21 de agosto constituye “un crimen contra la humanidad” que merece, como respuesta, una intervención “de alcance limitado”. El jefe del Estado se convirtió de pronto en un insistente partidario de la ofensiva militar y pasa a encarnar así una suerte de socialismo de nuevo perfil: militarista, intervencionista y aliado goloso de la Casa Blanca. De hecho, Francia es hoy el único aliado europeo de Barack Obama. Londres se quedó afuera después del voto del Parlamento, Italia se opone a la intervención y Alemania no entra en el juego diseñado. El mandatario francés no ha cambiado su línea desde que llegó al poder en mayo del año pasado. Francia respaldó a los rebeldes desde el principio, fue también el primer país en reconocer la legitimidad de la Coalición Nacional Siria como ente legal de la oposición e, igualmente, el primer país que admitió públicamente que estaba armando al Ejército Sirio Libre (nombre que llevan las fuerzas irregulares que combaten el régimen de Bashar al Assad). Hollande dijo en la entrevista con Le Monde que “la matanza química de Damasco no puede ni debe quedar impune”. Luego precisó: “No estoy a favor a una acción internacional que apuntaría a liberar Siria o derrocar a la dictadura. Pero sí creo que hay que parar a un régimen que comete actos irreparables contra su pueblo”. El escenario que queda plantado es tan cómico como ilustrativo de las variables convicciones del socialismo francés. François Hollande, en vez de distanciarse, prosigue con la ruptura iniciada por su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy. El ex jefe de Estado había liderado en 2011 la coalición que intervino en Libia bajo mandato de la ONU para proteger a la población civil. En realidad, la intervención tuvo como meta el derrocamiento del coronel Khadafi. Sarkozy había roto así la actitud adoptada por el ex presidente Jacques Chirac quien, en 2003, se opuso a la invasión en Irak programada con una trama de mentiras por el ex presidente norteamericano George Bush. La crisis que se desató en aquel entonces entre Francia y Estados Unidos –conocida como “la guerra de las papas fritas”– fue enorme. La consejera para la seguridad nacional de Bush, Condoleezza Rice, había dicho: “Hay que ignorar a Alemania, perdonar a Rusia y castigar a Francia” (Moscú y Berlín también se habían opuesto en la ONU a la invasión de Irak). Pero los favores se devuelven al contado. François Hollande le reintegra a Obama el apoyo logístico que éste le brindó cuando París activó la ofensiva contra los integristas islámicos en Mali y el Sahel. París y Washington quedan hoy más cercanos que nunca. Luego de que los diputados británicos le negaran a David Cameron el permiso de participar en la guerra en Siria (285 votos contra 272) París es el único socio europeo de peso con que cuenta la administración norteamericana. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, calificó a Francia como “our oldest allies”, “nuestro más antiguo aliado”. Para los británicos, el traspié es histórico. El aliado más “antiguo” y fiel ha sido siempre el Reino Unido. París ocupa en adelante ese estatuto privilegiado que vuelve loca de orgullo a la prensa francesa. El giro histórico es resentido en Gran Bretaña como una gigantesca humillación. La tapa de la última edición del diario The Sun ilustra hasta el paroxismo el sentimiento británico: “Death notice”, “Certificado de defunción”, escribe el rotativo. Con ello busca decir que la relación privilegiada entre Washington y Londres ha muerto. Los europeos son muy celosos de sus relaciones especiales con la Casa Blanca. Celosos, por no decir chupamedias de Washington. Cualquier gesto de reconocimiento de Estados Unidos es sentido como una bendición papal, un premio, una buena nota al alumno menor, un espaldarazo al aprendiz. Da lástima, desde luego, pero el complejo es de una hondura de tira cómica. La ironía de la historia quiere que Hollande se haya mostrado más firme que la imagen y el apodo con que sus detractores lo retratan: “el presidente blando”. No se sabe muy bien adónde desembocará “el castigo” a Siria. Pero las líneas ya están trazadas y los protagonistas asumen su papel. Alemania terminó con la ambigüedad y aclaró: “No contemplamos participar en una acción en Siria”. La OTAN mira hacia otro lado, Italia se opuso desde el principio, al igual que la gran mayoría de los países europeos. El montaje militar previsto apunta esencialmente a destruir blancos militares específicos como depósitos de municiones, sistemas de comunicación, aeropuertos, bases militares. Es muy probable que después de ese breve “castigo” la guerra interna continúe con su inagotable flujo de atrocidades cometidas por ambas partes, éxodo de la población y matanzas indiscriminadas. En términos de política internacional, en nombre del “castigo a una monstruosa violación de derechos humanos” (François Hollande), el mandatario francés forjó una nueva alianza con Estados Unidos. En la misma estrategia deben entrar gestos tan condenables como el bloqueo del espacio aéreo para impedir que el avión del presidente boliviano Evo Morales sobrevolara el territorio con la excusa de que en la nave presidencial viajaba el ex agente de la CIA y la NSA Edward Snowden. ¿Quién será la próxima víctima? Bomba en la escuela Un patio lleno de niños en el norte de Siria fue bombardeado por un avión de combate del ejército sirio con una sustancia similar al napalm. Los testigos describieron cómo un avión había sobrevolado por encima de los escolares en Alepo (al norte del país) varias veces, como si buscara un objetivo, antes de que lanzara la bomba. Al menos diez niños murieron y muchos más resultaron heridos. Un gran número de los que sobrevivieron tenían quemaduras en más del 50 por ciento de sus cuerpos, lo que significa que son más propensos a morir también. Tanto los adultos como los niños llegaron a un hospital básico, con sus ropas quemadas sobre sus cuerpos y su piel cubierta de una sustancia blanca. Un equipo de la BBC que se encontraba en Siria grabando para el programa Panorama fue testigo de las secuelas de un terrible ataque. Una bomba incendiaria lanzada sobre el patio de una escuela en el norte del país, en la provincia de Alepo, que dejó a decenas de niños con quemaduras causadas por un elemento que podía ser napalm. Los testigos describieron cómo un avión de combate lanzó el artefacto, a lo que siguió una leve explosión y columnas de fuego y humo. Según la web de la televisión británica, los testigos de este desastre relatan cómo un avión de guerra lanzó un dispositivo que produjo una explosión de baja intensidad seguida de varias columnas de humo y fuego. La descripción coincide con el mecanismo de las bombas incendiarias, que producen una bola de fuego que genera una onda expansiva de gran alcance. 31/08/13 Página|12

Un operativo conocido

Desde las principales capitales de "Occidente", se lanza estos días la amenaza de un ataque contra Siria al margen de lo que resuelva el Consejo de Seguridad de la ONU, pero ese operativo se inició hace tiempo. Tal como pasó en Libia, las acciones se registraron por etapas, comenzando por una revuelta opositora que sorprende a las fuerzas de seguridad. En esos acontecimientos participan centralmente elementos mercenarios no locales, algunos que incluso pudieron actuar contra Muammar Khadafi. Por Jorge Alberto Kreyness Una segunda fase fue la demonización global del gobierno de Bashar al Assad, acusándolo de represiones brutales a fin de aislarlo internacionalmente. En ese ínterin las fuerzas del gobierno, con el aporte del Partido de Dios del Líbano, fueron infligiendo duros golpes a sus rivales. Todo indica que al no lograr sus propósitos con los "rebeldes", deviene la etapa de las amenazas de intervención militar, justificadas en un poco aclarado uso de armamento químico. Que esas amenazas lleguen desde Washington, Londres y París, indica quiénes estuvieron siempre detrás de la desestabilización siria. Pero el problema no es sólo Siria. Hay peligro de una guerra generalizada, porque Damasco tiene fuertes lazos con el Líbano, está demasiado cerca de Israel y Egipto tiene una situación profundamente inestable. Estados Unidos cuenta con un proyecto estratégico para el Levante, el "Plan Nuevo Medio Oriente", que consiste en dividir y debilitar a los países que le son hostiles sobre la base de potenciar al máximo las diversidades religiosas, políticas, étnicas, a veces tribales. Otra faceta es la destrucción de la infraestructura económica de esos países: caminos, puentes, puertos, aeropuertos, fábricas, etc, a fin de dejarlos inermes. Eso ya está en fase avanzada en Irak. Otro elemento que suma peligrosidad es la oposición de Rusia y China, algo que no ocurrió en Libia. Rusia cuenta en Siria con un puerto de abastecimiento naval (Tartus) que se fue fortificando al calor de la situación. Además, Irán respalda intensamente al gobierno del Partido Baath en Damasco, y en eso no hay cambios desde la asunción de Rohani. Del otro lado, Turquía, Qatar, Arabia Saudí y otros emiratos y jequiatos están embarrados en el envío de mercenarios, así como en su logística y financiamiento, elementos que están entre los que avanzaron triunfales desde Benghazi a Trípoli. Mientras tanto el pueblo sirio sufre de modo inconmensurable el estado de cosas y entonces cabe preguntarse: ¿unos bombardeos o el eventual ingreso de tropas extranjeras, mejorará o agravará esa realidad? Otro interrogante: ¿desde la comunidad internacional se ha hecho todo lo posible para ayudar a una solución político/diplomática que respete la soberanía nacional de este milenario país? La posición del gobierno argentino ofrece alternativas positivas en ese sentido. Infonews

Un operativo conocido

Desde las principales capitales de "Occidente", se lanza estos días la amenaza de un ataque contra Siria al margen de lo que resuelva el Consejo de Seguridad de la ONU, pero ese operativo se inició hace tiempo. Tal como pasó en Libia, las acciones se registraron por etapas, comenzando por una revuelta opositora que sorprende a las fuerzas de seguridad. En esos acontecimientos participan centralmente elementos mercenarios no locales, algunos que incluso pudieron actuar contra Muammar Khadafi. Por Jorge Alberto Kreyness Una segunda fase fue la demonización global del gobierno de Bashar al Assad, acusándolo de represiones brutales a fin de aislarlo internacionalmente. En ese ínterin las fuerzas del gobierno, con el aporte del Partido de Dios del Líbano, fueron infligiendo duros golpes a sus rivales. Todo indica que al no lograr sus propósitos con los "rebeldes", deviene la etapa de las amenazas de intervención militar, justificadas en un poco aclarado uso de armamento químico. Que esas amenazas lleguen desde Washington, Londres y París, indica quiénes estuvieron siempre detrás de la desestabilización siria. Pero el problema no es sólo Siria. Hay peligro de una guerra generalizada, porque Damasco tiene fuertes lazos con el Líbano, está demasiado cerca de Israel y Egipto tiene una situación profundamente inestable. Estados Unidos cuenta con un proyecto estratégico para el Levante, el "Plan Nuevo Medio Oriente", que consiste en dividir y debilitar a los países que le son hostiles sobre la base de potenciar al máximo las diversidades religiosas, políticas, étnicas, a veces tribales. Otra faceta es la destrucción de la infraestructura económica de esos países: caminos, puentes, puertos, aeropuertos, fábricas, etc, a fin de dejarlos inermes. Eso ya está en fase avanzada en Irak. Otro elemento que suma peligrosidad es la oposición de Rusia y China, algo que no ocurrió en Libia. Rusia cuenta en Siria con un puerto de abastecimiento naval (Tartus) que se fue fortificando al calor de la situación. Además, Irán respalda intensamente al gobierno del Partido Baath en Damasco, y en eso no hay cambios desde la asunción de Rohani. Del otro lado, Turquía, Qatar, Arabia Saudí y otros emiratos y jequiatos están embarrados en el envío de mercenarios, así como en su logística y financiamiento, elementos que están entre los que avanzaron triunfales desde Benghazi a Trípoli. Mientras tanto el pueblo sirio sufre de modo inconmensurable el estado de cosas y entonces cabe preguntarse: ¿unos bombardeos o el eventual ingreso de tropas extranjeras, mejorará o agravará esa realidad? Otro interrogante: ¿desde la comunidad internacional se ha hecho todo lo posible para ayudar a una solución político/diplomática que respete la soberanía nacional de este milenario país? La posición del gobierno argentino ofrece alternativas positivas en ese sentido. Infonews

Obama prepara el terreno para atacar a Siria

DIJO QUE LA INTERVENCION EN SIRIA, SI SE HACE, SERIA LIMITADA Y SIN TROPAS EN EL TERRITORIO EN CASTIGO POR EL USO DE ARMAS QUIMICAS Las declaraciones del mandatario se produjeron poco después de que el secretario de Estado, John Kerry, presentara un informe sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio. Damasco rechazó la veracidad de las pruebas. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer que analiza llevar a cabo una acción limitada en Siria. Sin embargo, comentó que aún no ha tomado una decisión sobre un ataque militar. Las declaraciones del mandatario se produjeron poco después de que el secretario de Estado, John Kerry, presentara un informe sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno de Damasco. “Disponemos de múltiples pruebas que demuestran con alta confianza que el gobierno sirio perpetró el ataque contra elementos de la oposición en las afueras de Damasco el 21 de agosto”, aseguró el jefe de la diplomacia norteamericana. Por su parte, Damasco rechazó la veracidad de las pruebas. “Lo que la administración estadounidense calificó de pruebas irrefutables no son más que antiguas historias emitidas por los terroristas desde hace más de una semana, con todo lo que suponen de mentiras, de fabricaciones y de historias inventadas”, declaró el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, quien además pidió a la ONU que no emita informes parciales sobre el trabajo de sus expertos en Siria. Obama indicó que el ataque con armas químicas del 21 de agosto era un desafío para el mundo y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. “No estamos considerando un compromiso militar indefinido. No estamos considerando el envío de tropas”, afirmó. El presidente se reunió ayer con sus principales asesores militares para ultimar los preparativos de una acción militar en Siria en respuesta al ataque químico que, según Washington, fue perpetrado por el régimen de Beshar al Assad. “Sería un acto limitado, reducido a la respuesta que se quiere dar”, dijo Obama. Pero insistió en que el mundo tiene la obligación de responder al ataque realizado por el ejército sirio. “Lo que elijamos hacer o no importa en nuestra propia seguridad, por lo que tenemos que preguntarnos cuál es el riesgo de no hacer nada”, respondió Kerry cuando fue consultado sobre los próximos pasos a dar por parte de Estados Unidos. “Ahora que sabemos lo que sabemos, la pregunta que debemos estar haciendo es qué haremos”, insistió el diplomático, quien calificó al ataque como un crimen contra la humanidad. Las pruebas citadas por Kerry incluyen fotografías, videos, grabaciones de conversaciones de funcionarios del gobierno de Bashar al Assad, imágenes satelitales, declaraciones de testigos del ataque del 21 de agosto, partes médicos y de organizaciones no gubernamentales y datos recopilados por los servicios de inteligencia. “Sabemos desde dónde fueron lanzados los cohetes y a qué hora, sabemos dónde impactaron y cuándo, sabemos que los cohetes procedían desde áreas controladas por el régimen y fueron dirigidos únicamente contra vecindarios controlados por la oposición”, dijo Kerry. Kerry detalló que tres días previos al ataque, personal especializado del gobierno de Assad estaba en el área realizando preparaciones y que fueron avisados para que estuvieran preparados para el ataque poniéndose máscaras de gas y tomando precauciones asociadas a armas químicas. “Sabemos dónde se lanzaron los cohetes y a qué hora, dónde aterrizaron y cuándo y que vinieron sólo de áreas controladas por el régimen y que fueron sólo a áreas controladas por la oposición”, sostuvo. Kerry dijo al respecto que un alto funcionario del gobierno sirio confirmó que fueron usadas armas químicas por parte del gobierno sirio y que tenía miedo de ser descubierto. En las 24 horas posteriores al bombardeo, los satélites estadounidenses detectaron actividad de cohetes y misiles sobre la misma zona atacada cuatro veces superior a la de los diez días anteriores. “Los ataques sobre esos vecindarios continuaron intensivamente hasta la mañana del 26 de agosto, con el propósito, según Kerry, de borrar los restos de las armas químicas”, publicó ayer el diario El País de España. El jefe de la diplomacia estadounidense indicó además que las pruebas de que dispone el gobierno fueron analizadas minuciosamente por los servicios de inteligencia y que tienen la seguridad de que no existe posibilidad de error. “Se ha hecho así, conscientes de la experiencia de Irak. No repetiremos ese momento”, aseguró. “Esto es sentido común, es evidencia, son hechos”, señaló sobre el informe de la Casa Blanca que fue publicado en el mismo momento en que se dirigía a la prensa, aunque aclarando que existe otra parte del material que permanecerá clasificada. “Después de una década de conflicto, el pueblo norteamericano está cansado de guerra. Créanme, yo también lo estoy. Pero el cansancio no nos puede impedir asumir nuestras responsabilidades. Sólo por anhelar la paz no la conseguiremos, y la historia nos juzgará muy severamente si cerramos los ojos ante un dictador sin escrúpulos que usa armas de destrucción masiva pese a todas las advertencias”, admitió Kerry. Sin embargo, aclaró que la guerra civil siria terminará por solucionarse a través del diálogo entre las partes y que ese momento llegará tarde o temprano. Si bien Naciones Unidas pidió tiempo a la comunidad internacional para presentar el resultado del trabajo de los inspectores que regresarán hoy de Siria, el funcionario norteamericano afirmó que la ONU no aportará ninguna información nueva y que por lo tanto su país continuará con su proceder. En una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Al Mualem exigió que no hayan resultados parciales antes de la retirada de los expertos. Al Mualem aseguró, además, que Siria espera de Ban objetividad y rechazo a las presiones internacionales que aguardan al resultado del informe de los expertos para tomar acciones contra Damasco. El jefe de la diplomacia siria pidió a Ban que apoye los esfuerzos para celebrar la conferencia de Ginebra II, porque señaló que la solución política era la salida de esa situación y que cualquier agresión contra Siria sólo truncaría los esfuerzos. 31/08/13 Página|12

El olvido Por Ricardo Forster

“Sólo una cosa no hay. Es el olvido Dios, que salva el metal, salva la escoria Y cifra en su profética memoria Las lunas que serán y las que han sido”. Jorge L. Borges Cuánta memoria resiste una sociedad? ¿Olvidamos para recordar aunque no lo sepamos? ¿Es posible hacer la crítica del presente dirigiendo la mirada hacia el pasado pero al precio de su inmediato olvido? ¿Es acaso el olvido un recurso para seguir viviendo que nos alivia de nuestras pesadillas? ¿Puede el discurso político sostenerse en la interrelación de lo contingente y lo acontecido o necesita abandonar, por inactual, cualquier referencia a lo que ha quedado a nuestras espaldas? Preguntas que no puedo dejar de hacerme en estos complejos y difíciles días argentinos en los que una maquinaria mediática implacable parece no sólo arrinconar al Gobierno sino, también, evidenciar la facilidad con la que se van desvaneciendo los recuerdos traumáticos que dejaron su marca en el final de los ’90 y en el estallido del 2001. Se esfuman las imágenes de la crisis al mismo tiempo que el día a día se convierte en el núcleo absoluto de vivencias y sensaciones que no pueden o no quieren mirarse en el espejo de esa otra época en la que tantas cosas se corrompieron en el interior de una vida social dañada. Quizás el peso de lo traumático, la oscura ofensa que atraviesa el alma de muchos compatriotas, el deseo de no mirar hacia atrás para no hundirse en la culpa de complicidades diversas, refuerza la tendencia al “piadoso” olvido. Es comprensible y justificable que quien ha sufrido un daño en su vida intente borrar ese recuerdo angustioso, es cínico e hipócrita que quien ha sido responsable de ese daño se dedique a borrar toda referencia que lo compromete. Es doloroso y preocupante que los dañados se dejen convencer por quienes buscan sustraerse a su responsabilidad política, ideológica y económica. Olvidar, ese parece ser el reflejo inmediato de una parte muy significativa de la sociedad. Olvidar, una vez más, para desresponzabilizarse, para proyectar todos los males bien lejos en el mismo instante en que, como en otros tramos de nuestra historia, buscamos arrojarnos en las aguas purificadoras del virtuosismo republicano sin siquiera percibir que terminaríamos por precipitarnos en la noche dictatorial o en el vaciamiento de la vida democrática. Olvidar como una estrategia para despojar al kirchnerismo de su papel inequívoco y decisivo a la hora de rescatar a un país desmadrado y precipitado hacia una carrera autodestructiva impulsada por muchos de quienes hoy se ofrecen como la alternativa opositora. Olvidar para distanciarse de sus propias opacidades, esa zona gris por la que circula la moral “real” de aquellos que se desgarran las vestiduras ante el supuesto vaciamiento de la república mientras ocultan la expoliación que realizaron del ahorro de los argentinos. Grageas para limpiar la memoria de todo aquello que incomoda la buena conciencia de quienes nunca acabaron de abandonar esa tradición prejuiciosa proveniente del antiguo cualunquismo que sus abuelos trajeron de Europa y que hoy asume los rasgos de una sorprendente alquimia de liberal conservadurismo y neoprogresismo reaccionario. Nada más engañoso que dirigir los peores dardos críticos contra el kirchnerismo desde las tribunas de opinión regenteadas desde siempre por los dueños del poder y de las riquezas. Se ensañan con el “populismo” gubernamental ocultando la responsabilidad de las corporaciones económicas y de muchos de sus agentes políticos y periodísticos en la expoliación del país. ¿Comparar… para qué? Extraña paradoja la que lleva a una amplia franja de la clase media a incursionar, otra vez, en el ejercicio de la repetición. Fue la que enloqueció de pánico –en ese alucinante principio de siglo– ante la certeza de la caída en el abismo de la indigencia económica cuando toda idea de futuro había sido devorada por un presente que parecía prolongarse hasta la realización de lo infausto. Aquella clase media que a partir de 2003 inició una sistemática recuperación y que, ahora, cuando el tiempo ha hecho su trabajo de limpieza y olvido, critica salvajemente a un gobierno que implementó el giro político-económico que le permitió recuperarse de sus terrores y de sus indigencias materiales y “morales”, para abrazar la estrategia de quienes volverán a someterla. Extrañas vueltas de la vida que nos ofrece el panorama de una sociedad, o al menos de una parte importante de ella, que se instala en el fervor de un virtuosismo de nuevo rico que descubre, no sin sonrojarse, que la República está en manos de una banda de facinerosos dedicada a expoliar los últimos restos de una moral pública definitivamente extraviada entre las risotadas demoníacas del populismo que goza con sus bóvedas llenas de oro y con sus viajes a fastuosos paraísos fiscales. No le importa, mientras descubre fascinada y complacida, el horroroso espectáculo –astutamente pergeñado desde las usinas mediáticas– de la corrupción “generalizada y a manos llenas”, entregarse de cuerpo y alma a quienes se dedicaron, con especial fruición, a desvirgar, una y otra vez, su existencia real mientras le dejaban la posibilidad de volver a sentirse virtuosa. Hoy, cuando la polvareda de la historia se entromete entre el pasado aciago y el presente, no le preocupa dejar el recuerdo de lo acontecido al trabajo de oscuros eruditos enclaustrados en penumbrosas academias que un día nos recordarán las ruindades de una época felizmente superada, cuando ese recuerdo ya no tenga ninguna significación ni ponga en peligro ningún poder. Empachada de olvido reparador prefiere volver a escuchar las ofertas salvadoras de quienes, al final del siglo pasado, la dejaron en el borde de la ruina o simplemente la arrojaron a la indigencia material y moral. Elige, porque es libre de hacerlo y porque cree a rajatablas en el mito de su autonomía, a los mismos que disfrutaron mientras hundían a la Argentina en la penuria económica, social, política, cultural e institucional. Regresa, presurosa, al lecho de un amante sádico siempre dispuesto para recibirla con los brazos abiertos. ¿Cuánta repetición soporta un país? ¿Volveremos a ver una película que ya vimos pero con nuevos efectos especiales adaptados a esta época? ¿Es la desmemoria la que permite “el retorno de los dioses dormidos” utilizando libremente la famosa sentencia de Max Weber y adaptándola a un síntoma instalado en nuestra sociedad? ¿Es la pérdida de toda referencialidad histórica la que habilita para que regresen a la escena del presente los causantes de tanto daño sin que los que lo sufrieron siquiera lo perciban? ¿Acaso la experiencia vivida no alcanza para alertar respecto de esos retornos disfrazados de novedad? Algo oscuro y viscoso se despliega entre los pliegues de una sociedad capaz de lanzarse, una vez más, a la peor de las repeticiones, esa misma que terminará por ofrecerle de nuevo la brutal experiencia de la bancarrota. El deseo de la repetición anida en una subjetividad que sigue viendo la realidad a partir de los paradigmas culturales hegemónicos desde los años 80 cuando se inició la época neoliberal y que siguen marcando el ritmo del anarcocapitalismo financiero a nivel planetario; como si lo vivido en el pasado se hubiese convertido en una bruma que apenas si nos devuelve figuras borrosas e indiscernibles mientras lo viejo-nuevo regresa para reactualizar su dominio. Una subjetividad que no ha querido o no ha podido desprenderse de las impregnaciones de un sistema-mundo capaz de imponer, a lo largo y ancho del planeta, su lógica y su gramática. Un dispositivo cultural, afianzado en y por la maquinaria mediática y por la industria del espectáculo, que ejerce un tremendo disciplinamiento social fecundando el miedo en la certeza de un orden inexorable y eterno del que ya no se podrá escapar. La economía global de mercado se ha ofrecido, y lo sigue haciendo, como el único norte de sociedades que ya no aspiran a otra cosa que no sea a permanecer, al precio que sea, en el interior de esas coordenadas que les prometen la felicidad al precio de la más absoluta de las cegueras y, claro, de hipotecar el futuro. Pero, tal vez, lo que se está hipotecando sea una alquimia que une los tres tiempos verbales ya que, como escribía Walter Benjamin, cuando vuelven a triunfar los dominadores de siempre lo que queda atrapado en la amenaza de la repetición y del relato único es la conjunción de pasado-presente-futuro. El pasado porque la memoria se convierte en un botín de guerra de los vencedores que se apropian de todos los bienes culturales fijando el sentido de un relato que sólo les conviene a ellos; el presente porque ejercen su hegemonía apropiándose, una vez más, de las riquezas socialmente producidas; el futuro porque queda borrado el sueño justiciero que todas las generaciones guardan y que proyectan hacia adelante. Lo que se impone, con la fuerza de una violencia material y simbólica, es un modelo de sociedad en el que la textura monocorde de los vencedores de ayer y de hoy se ofrece como la forma última de la vida nacional. El olvido, aunque no lo sepa, deja pasar entre sus resquicios los espectros de la repetición, esos mismos que están dispuestos a cobrarse, una vez más, la cuenta impaga de quien se ha dejado arrebatar por la desmemoria. Infonews

PANORAMA POLITICO Buitre, vaca, ganancia y medios Por Luis Bruschtein

Fondos buitre, ley de medios, LAN, Vaca Muerta y Ganancias, todos a punto de caramelo y en una semana sin sosiego. Son remolinos y maratones para una travesía en la que hay que tener nervios y muñeca. Argentina no es para cualquier timonel porque otros vientos similares se los han llevado puestos. Una semana de las furias en un contexto electoral en el que todo suma o lastima. El Gobierno, abollado en las primarias, se mueve mejor en esa arena de problemas concretos y gestión, tiene más reflejos. En la oposición, el massismo se retrajo para evitar la confrontación. El resto, desde las alianzas del FAP y la UCR, hasta el PRO, buscó la confrontación ciega, compitiendo por el voto anti K más crudo. No pueden aparecer junto al Gobierno ni siquiera cuando están en juego intereses de la Nación. Las audiencias de la Corte por la ley de medios se dieron también en este contexto. Resulta inútil aspirar a que este debate no sea tomado tan sólo como parte de una guerra entre el Gobierno y Clarín. De hecho, se trata de una discusión que está instalada entre los periodistas y operadores de medios audiovisuales desde mucho antes de que llegara el kirchnerismo. En una sociedad donde las personas necesitan la información para tomar decisiones sobre sus vidas y donde la única fuente de esa información son los medios, resulta suicida para una democracia que un solo consorcio de medios cubra el 80 por ciento de las audiencias, con los mayores periódicos a nivel nacional y provincial, con agencias de noticias, con el mayor canal de TV y varias de las radios más importantes, además de otras en el interior del país, así como señales de cable y un servidor de Internet más una operadora de cable que maneja el 60 por ciento de los clientes a nivel nacional, además de una cantidad de empresas que aportan insumos y servicios. Toda esa artillería acumulada en un solo jugador desequilibra cualquier democracia. Es capaz de destrozar causas, políticos, jueces, generales o competidores, y si los puede destrozar tiene una herramienta para presionarlos y controlarlos, y es capaz de crear condiciones para tal o cual negocio, de instalar candidatos o defenestrarlos. Los gobiernos están a cargo de la educación, que es otro gran constructor de sentido, pero a los gobiernos se los puede controlar y cambiar. Un monopolio multimediático es un poder fáctico que no tiene organicidad ni responsabilidad democrática porque es una empresa y, por lo tanto, su lógica motora es la de su beneficio. Hay quienes subestiman la fuerza de un monopolio multimedia. Pero el hecho mismo de que la aplicación de esta ley se haya demorado cuatro años es una demostración del poder que puede desplegar. Más aún, el hecho de que la Justicia haya interferido con el Legislativo y que la Corte esté avocada es porque el multimedio está aplicando todos sus recursos para llegar a una instancia que supone más accesible que la del Poder Legislativo. Si desde la oposición no se puede visualizar la ley de medios más que como parte de una guerra entre el Gobierno y Clarín, entonces, al menos tendría que visualizar también como parte de esa guerra a la feroz campaña mediática. Es evidente que ambos temas también forman parte de esa confrontación. Justamente el debate sobre la concentración mediática está referido, entre otra multiplicidad de variables, a la campaña absolutamente virtual pero demoledora que puede disparar un multimedio con ese poder de fuego contra cualquiera de sus enemigos o competidores. A la oposición le resulta difícil reconocerlo porque esa campaña mediática ha sido el eje de su campaña electoral. Es mala época para debates de fondo porque debatir implicaría correr el eje y sacar al Gobierno del lugar del desplante y el insulto permanente. Con un ladrón no se debate, se lo acusa, no tiene entidad moral, por eso Elisa Carrió, que fue tan activa en la campaña, esta semana se abstuvo. En estos días se plantearon otros temas que deberían estar por fuera de esas especulaciones. El fallo de la Justicia de Nueva York sobre la reestructuración de la deuda externa argentina busca arrinconar al país. Todos los partidos de la oposición, ya sea desde el menemismo o en la Alianza, han sido responsables de esa deuda y su crisis. El contexto electoral no tendría que pesar frente a estas cuestiones, los partidos que forman el frente Unen o el FPCyS, que recrean la misma composición de agrupaciones políticas que tuvo la Alianza cuando gobernó con Fernando De la Rúa, no pueden hacerse los desentendidos y bloquear las acciones que decide el Gobierno para contrarrestar esa ofensiva. Nadie puede hacerse el desentendido en un tema que tiene tantas reminiscencias dramáticas y otras vergonzosas. El conflicto planteado por el hangar de LAN en Aeroparque fue sobredimensionado por la empresa, ayudada por los medios locales, que se sumaron a los reclamos de la aerolínea chilena. El conflicto se refiere al desarrollo de una política estratégica de cielos. Se podrá estar de acuerdo o no con el Gobierno, pero seguro que los privilegios que recibió LAN durante el desmantelamiento de Aerolíneas no llevan a un diseño a partir de necesidades propias. Vaca Muerta puede volver autosuficiente al país en materia energética, en contrapartida de lo que sucede ahora. Argentina importa cerca de ocho mil millones de dólares por año en combustible gracias al desmantelamiento de la YPF privatizada que realizó Repsol. YPF sin Vaca Muerta no existe. Pero con ese yacimiento en actividad, Argentina puede aspirar a convertirse también en exportador. Lo que se está discutiendo en el acuerdo con Chevron, una empresa que explota yacimientos similares en los Estados Unidos, es cómo se pone en actividad, las inversiones masivas, las tecnologías desconocidas, los tiempos imperativos y los socios. En esa área mínima (1,3 por ciento del yacimiento) que involucra el acuerdo con Chevron se está discutiendo el desarrollo energético para lograr el autoabastecimiento estratégico. Mientras Vaca Muerta no produzca, YPF entraría en un proceso de agonía. Con el descuento de Ganancias, el Estado deja de recaudar más de cuatro mil millones de pesos. Los que reclamaban esa baja de impuestos no explicaron nunca cómo se repondría el faltante. Si quiere mantener las fuentes de trabajo pese a la crisis mundial, el Estado debe recaudar y volcar cifras millonarias en el mercado interno para alimentar el consumo. Desfinanciar al Estado en esa situación no es progresivo y, cuando se plantea, tiene que abrirse una alternativa responsable y concreta para reponer lo que se saca. Finalmente, la mitad de esa cantidad se amortizará con un impuesto a transacciones financieras. La otra mitad la absorberá el Estado. Si el Estado decidiera recuperar esa mitad sacando los subsidios a los servicios, por ejemplo (mantenerlos o sacarlos es una decisión política), la gente estaría pagando por otro lado lo que dejó de pagar por Ganancias. Se está discutiendo prioridades en ese punto. Si la prioridad es la fuente de trabajo en una situación de crisis, la sociedad tiene que ser consciente de que debe hacer un esfuerzo. Por esta geometría electoral, la oposición cuestionó todos estos puntos, incluso el de Ganancias, porque denunció la medida como electoralista. Y en los otros apareció como obstruyendo el despegue de YPF, o junto a los fondos buitre y defendiendo con un fervor inusitado los privilegios con que fue beneficiada una empresa extranjera por la destrucción de Aerolíneas. Desde la deuda externa hasta la política fiscal; desde la soberanía energética hasta una política aeronáutica soberana, son todos afluentes para un debate profundo sobre el modelo de país. Seguramente, la oposición en sus diferentes vertientes tendría propuestas concretas y hasta es probable que en muchos casos se aproximaran a decisiones tomadas por el gobierno. Pero ninguno de estos temas primordiales se abordaron en la campaña electoral porque la estrategia elegida fue la de construir una imagen corrupta y autoritaria del oficialismo, lo que bloqueó los temas de fondo. Los bloquea, pero de esa manera, al mismo tiempo los está cediendo a un oficialismo que aparece así como el único que está en condiciones de exponer un proyecto de país. 31/08/13 Página|12

La corte deberá decidir la jurisprudencia de los próximos años

Pocas veces en la historia argentina se ha debatido tanto y tan bien sobre qué significa la libertad de expresión. Las audiencias públicas convocadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) han permitido seguir, durante dos días, un muy importante debate sobre las concepciones existentes en la sociedad sobre un concepto pilar para el ejercicio democrático de la ciudadanía. Por Guillermo Mastrini Como quedó demostrado a lo largo de las audiencias, y expuso de forma muy interesante Víctor Abramovich, representante de la Universidad Nacional de Lanús, se discutió acerca de dos concepciones sobre libertad de expresión: una individualista y otra social. Ahora, la CSJN deberá interpretar cuál de estas concepciones guiará la política de comunicación en los próximos años. En las audiencias, la estrategia del Grupo Clarín fue presentar un concepto de libertad de expresión basado en los derechos patrimoniales. Los amicus curiae que defendieron la posición del grupo de medios esgrimieron argumentos mayoritariamente economisistas, acerca de cómo afectaría en términos económicos a la empresa la regulación de la libertad de expresión que la Ley de Medios procura implementar. Ambas jornadas fueron bien diferentes. En la primera, el miércoles, los amicus curiae de Clarín fueron más homogéneos que los del gobierno, ya que se circunscribieron más y mejor al objeto judicial, es decir, al análisis sobre en qué medida la regulación es constitucional y cuál sería la jurisprudencia a aplicar para determinar o no su constitucionalidad. Por la parte del Estado, los oradores optaron por argumentos más del tipo político y menos jurídicos, con la excepción de las presentaciones de Víctor Abramovich y Damián Loreti. Sin embargo, en la jornada de ayer jueves quedó en evidencia que los abogados del Grupo Clarín no esperaban las preguntas tan concretas y filosas que redactaron los jueces de la CSJN y dejaron varias dudas, y en muchos casos directamente eludieron la respuesta. Suena paradójico que quienes se dedican a preguntar, los medios, aparezcan no preparados a la hora de responder. Dentro de los argumentos que esgrimió el Grupo Clarín y sus amicus se aprecian algunas deficiencias y puntos débiles: El representante de ADEPA, la asociación que reúne a los dueños de diarios, citó la jurisprudencia estadounidense y se lo puso como un modelo regulatorio a seguir. Claro que omitió señalar que la ley de ese país impide la propiedad cruzada de medios, entre gráficos y servicios audiovisuales. Salvo que se proponga una aplicación selectiva del modelo estadounidense, el argumento lleva los límites a la concentración más allá de los que establece la propia ley. No caben dudas que una visión sesgada de la jurisprudencia puede generar más problemas que beneficios. Por su parte, el representante iberoamericano de la televisión por cable citó el caso de Prometeus II, donde efectivamente la Corte declaró inconstitucional un límite del 30% para los prestadores de TV por cable, pero sin señalar que en el mercado norteamericano se autoriza a las empresas telefónicas a dar servicios de cable. La inconstitucionalidad estuvo pensada en razón de que el límite del 30% perjudicaba al cable, frente a las empresas telefónicas. Cabe recordar que en la normativa argentina se prohíbe este tipo de propiedad cruzada, por lo cual la protección al cable no es necesaria. Nuevamente se elaboraron argumentos sesgados y parciales, dado que no es creíble que los cableros alienten la entrada de las telefónicas en su mercado, como ocurriría de aplicar la jurisprudencia norteamericana. La última línea argumentativa hizo referencia a que la mejor manera de defender la libertad de expresión debe quedar restringida a los tribunales de defensa de la competencia, evitando las regulaciones especiales para el sector. Esta línea es más sofisticada y atraviesa una línea bien compleja, ya que en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos los artículos 12 y 13 presentan argumentos contradictorios. Los amicus curiae del gobierno presentaron la fundamentación opuesta basados en la misma Convención. También aquí la CSJN deberá decidir qué orientación seguirá la jurisprudencia argentina en los próximos años. Si esperar a que actúen tribunales de defensa de la competencia que no otorgan al mercado de los medios de comunicación una protección especial, o permitir que sea el Estado a través de políticas públicas, el que defina el modelo para una comunicación en la que el conjunto de la ciudadanía tenga los mismos derechos. Infonews