Por Irina Hauser
La jueza Fabiana Palmaghini denegó por “inadmisible” la apelación que presentó Sandra Arroyo Salgado para insistir en la recusación de la fiscal Viviana Fein, que ya había sido rechazada en duros términos por el juzgado. Palmaghini volvió a ser crítica con la ex esposa de Alberto Nisman, a quien acusa de obstaculizar la investigación sobre la muerte y de pretender dirigirla a su antojo. En una nueva resolución, rechazó también un pedido de la querella para anular la convocatoria a un estudio criminalístico sobre la dinámica con que se produjo la muerte, que, al igual que la junta médica, podría ayudar a discernir si se trató de un suicidio o de un homicidio.
Arroyo Salgado, quien no para de hacer planteos que retrasaron medidas sustanciales de la causa –como el peritaje tecnológico sobre los teléfonos y computadoras de Nisman– , todavía podría presentar una queja ante la Cámara del Crimen para que revise su pretensión de apartar a Fein. Los antecedentes de ese tribunal, de todos modos, le son adversos. Arroyo Salgado insiste en su teoría de que Fein “direcciona” la investigación hacia una teoría del suicidio.
En su intento de sembrar argumentos para que el expediente pase al fuero Federal, Arroyo Salgado sostiene que la muerte de Nisman debería entenderse como un caso de violación a los derechos humanos con posible responsabilidad internacional para el Estado. Para fundamentarlo, ante el juzgado citó un fallo de la Corte Interamericana, pero Palmaghini le recordó que se trata de una sentencia de 1988 (Velázquez Rodríguez) que nada tiene que ver con el caso Nisman, cuya “investigación se inició en enero de 2015” y le recomendó “el control previo” de la “forma y contenido” de sus presentaciones para “no distraer la atención del juzgado”.
La jueza también ratificó la pericia criminalística, que comenzará con una nueva inspección ocular en el baño del departamento donde vivía Nisman en Puerto Madero.
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