El gobernador de Entre Ríos y precandidato presidencial del Frente para la Victoria encabezó un acto en Tigre. Dijo que allí “se está gestando una traición al pueblo argentino”. Lo acompañó el intendente de La Matanza y titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza.
Por Nicolás Lantos
Sergio Urribarri recibió el 17 de Octubre en la boca del Tigre: “Vinimos a celebrar el Día de la Lealtad aquí porque es donde se está gestando la peor de las traiciones, que no es una traición al peronismo ni una traición a la Presidenta, es una traición al pueblo argentino”, dejó en claro el precandidato presidencial por el Frente para la Victoria durante su discurso, ante un millar de militantes que se reunieron en una isla de esa localidad bonaerense manejada por el líder del Frente Renovador y ex kirchnerista Sergio Massa. En el quincho del predio del gremio docente Suteba a orillas del río Luján, el gobernador de Entre Ríos estuvo acompañado por el titular del PJ de la provincia de Buenos Aires, Fernando Espinoza, diputados nacionales, dirigentes sindicales y referentes de las organizaciones políticas que lo apoyan en su campaña hacia la Casa Rosada.
Fue un acto particular para celebrar “el cumpleaños del peronismo”: el parque se encuentra en una isla del Tigre, frente al Museo de Arte que funciona en lo que era un antiguo hotel aristocrático, por lo que para llegar había que cruzar el Luján en lancha. Dos de estas barcas fueron y vinieron para llevar y traer a los militantes, a los dirigentes invitados y a los vecinos que acudieron al convite. El predio, y la imponente casa que lo corona, también tienen pasado aristocrático: “Pertenecía a una familia patricia, gorila, de lo peor, pero ahora fue recuperada por los trabajadores”, explicó Espinoza.
A pesar del clima, que dudaba entre dos lealtades, los niños jugaban en las hamacas y toboganes ubicados en un sector del parque, junto al quincho que ofició de sala de ceremonias y a las parrillas que despachaban sin pausa los necesarios choripanes. Cerca, un grupo de militantes en sus veinte (alguno, con canas en la barba, acusaba algunos años más) cantaba una canción que resumía el espíritu político del encuentro: “No lo queremos a Massa / No queremos a Daniel / Urribarri en la Rosada / Y Cristina en el poder”. Para acompañarlos había tambores y un variopinto conjunto de bronces.
“El peronismo está fortalecido porque hay un proyecto político, hay una conductora y hay un país que ha sufrido grandes transformaciones”, confió Urribarri a Página/12, en un breve diálogo a solas apenas después de bajar de la lancha. En esa fortaleza, diría un rato más tarde, al cerrar el acto, radica su confianza en que “las traiciones no van a tener éxito” en la carrera electoral del año próximo. “Hoy la sociedad argentina tiene otra mentalidad, no va a querer ir hacia atrás, no van a querer dejar inconclusa la tarea que comenzó Néstor Kirchner en el año 2003”, aseguró.
El entrerriano sabe que tiene un largo camino si busca imponerse en las primarias del FpV el año que viene: las encuestas lo muestran detrás de otros precandidatos como el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Por eso recordó que lo que queda por delante, hasta agosto, “es una carrera de resistencia, para los que tenemos lomo para aguantar. No es algo para los que andan de set en set de televisión”. Sin embargo, también concedió que “los argentinos el año que viene no vamos a dar un paso atrás si alguno de nosotros gobierna el país”.
Espinoza y Urribarri estuvieron acompañados sobre el escenario por las diputadas nacionales Diana Conti y Carolina Gaillard; los referentes de la Corriente Nacional Martín Fierro, Quito Aragón, y de Descamisados, Marcelo Köenig, y dirigentes sindicales como Norberto Di Próspero (empleados legislativos), José Luis Casares (secretario general de la seccional Zona Norte de la CGT bonaerense), entre otros. Entre la Martín Fierro y Descamisados aportaron la parte del león de la concurrencia, que también contó con militantes de La Artigas y algunos, sueltos, con la camiseta celeste de Nuevo Encuentro.
Espinoza había mandado también un mensaje a la oposición, a quienes abandonaron el peronismo o a quienes coquetean con hacerlo: “Nos juntamos para decir algo, no porque tenemos que hacernos los amigos o sacarnos fotos para revistas de moda. No somos de los que sueñan con poder ser gobernadores o presidentes y para eso buscan amigos con plata, asesores de imagen o consultores. Nosotros nos juntamos para ver cómo estamos. No nos escriben los discursos, los decimos con el corazón”, arengó.
El intendente de La Matanza hizo también una encendida defensa del Gobierno, que “se puso a la vanguardia de la lucha por la dignidad nacional” y que “puso freno” a quienes “leen la doctrina al revés” y concretó “el mandato histórico” de “la unidad del peronismo” y de “la unidad de los trabajadores, a pesar de algunos dirigentes que están meando fuera del tarro”. Por último, apuntó: “Hoy ser peronista es una obligación. Hay que militar para poner el año que viene un presidente peronista y un gobernador peronista”. Afuera las nubes amenazaban con tomar partido, por lo que rápidamente, después del acto, todos buscaron su lugar en las lanchas que los llevarían de regreso a tierra firme.
18/10/14 Página|12
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