En el país hay 61 mil detenidos, de los cuales 30 mil están encarcelados bajo el régimen de prisión preventiva. El número de presos creció más del 45% desde 2001.
Por Enrique de la Calle
En Argentina hay 61 mil presos, de los cuales sólo el 49 % (29 mil) tiene condena firme. El resto está procesado y cumple con una prisión preventiva. Esa situación es ilegal, ya que la detención sin condena debe quedar reservada para determinados casos. Los números contradicen el argumento bastante extendido sobre la existencia de un sistema procesal “garantista”. La mayoría de los presos son pobres.
Las cifras provienen de un informe del “Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP)” correspondiente al año 2012.
El estudio también distingue nacionalidad: sus resultados permiten tirar por tierra otro mito sobre “extranjeros que delinquen”. Sobre el total de detenidos en cárceles argentinas, el 5,8% es extranjero. Esa cifra se condice con el porcentaje de extranjeros en el país, sobre población total. Según el SNEEP, el 28,7 por ciento de los detenidos son paraguayos, el 17,6 %, bolivianos, peruanos (13,9 %), uruguayos (9,7 %), chilenos (8,6 %), colombianos (4 %), españoles (2,8 %), brasileños (2,1 %) y sudafricanos (1,6 %).
Presos en aumento
Desde la Procuración Penitenciaria de la Nación difundieron esta semana otro informe, esta vez referido a los penales federales. Contiene datos actualizados a octubre de 2014. Según ese estudio, la cantidad de alojados en el Sistema Penitenciario nacional aumentó un 14% desde 2007. Este año que concluye arroja un récord histórico en relación a detenidos: 10322.
Si se tienen en cuenta todos los penales (los que dependen del sistema federal y los provinciales), el número de detenidos se incrementó casi un 50% desde 2001. De 40 mil a los 60 mil actuales.
Ese aumento tuvo lugar mientras todos los organismos interesados en la cuestión (sean públicos o de la sociedad civil) critican la situación en la que se encuentran las cárceles argentinas. Números y argumentos a tener en cuenta mientras se debate sobre inseguridad. Siempre y cuando, claro, interese algo más que condenar a miles de pobres a la vulnerabilidad y la violencia extremas.
Los extranjeros y el delito
El Secretario de Seguridad, Sergio Berni, encendió el debate público (algo habitual en el funcionario) al señalar que "estamos infectados de delincuentes extranjeros". No acompañó esa declaración temeraria con ningún informe que pudiera ratificar sus dichos. ¿Qué indican las cifras disponibles?
El año pasado, la Corte Suprema de Justicia presentó un relevamiento sobre homicidios dolososen Capital Federal y en los departamentos judiciales de San Martín y La Plata, con datos referidos a 2010 y 2011. En cuanto a los victimarios, ese informe indicó que en Buenos Aires el 15% de los imputados es extranjero (paraguayos, 7% y peruanos, 3%). En La Plata, el 10%; en San Martín, el 4%.
En relación con los extranjeros encerrados en cárceles, un importante porcentaje (60%) se concentra en los penales federales. Eso se debe a que la mayoría de los inmigrantes (49%) está detenido por violaciones a la ley de Estupefacientes, un delito federal. El resto lo está por los siguientes delitos: violación de la propiedad privada (16,5%), económicos (8%), contra las personas (4%), contra la integridad sexual (3%), por trata de mujeres (2%) y contra la libertad (1%).
Por su parte, una encuesta de la Procuración Penitenciaria de la Nación realizada a 175 extranjeros encarcelados ofrece otro dato interesante: el 55% de los internos no residía en el país al momento de su detención.
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