Por Carlos Rodríguez
El gobierno de la provincia de Buenos Aires, que sigue siendo cuestionado por la actuación de la Policía Bonaerense y de la Justicia local en la investigación de la desaparición de Luciano Arruga en 2009, informó ayer en detalle sobre el Protocolo Unico de Identificación de Personas que funciona, desde hace dos años, en los hospitales de su jurisdicción. “Si el caso Arruga hubiera ocurrido de dos años a esta parte y lo hubieran asistido en un hospital bonaerense, no se hubiera tardado tanto tiempo en su identificación”, le aseguró a Página/12 la doctora Victoria Bearzi, asesora del Ministerio de Salud provincial. Explicó que cuando una persona ingresa, viva o muerta, como NN a un hospital bonaerense, de inmediato “personal especializado le toma una fotografía y las huellas digitales, para que a través del 911 se haga un rápido seguimiento para establecer su identidad y poder tomar contacto con su familia”.
En la gacetilla de prensa difundida ayer por el Ministerio de Salud provincial, el título decía textualmente: “Presentaron el nuevo protocolo para identificar a los NN en los hospitales de la provincia”. La doctora Bearzi, que trabajó en el desarrollo del sistema de identificación, aclaró que “no es nuevo”, aunque todavía se sigue capacitando a los profesionales de la salud bonaerense para su correcta aplicación. “Sería importante que en la Capital Federal y en todo el país se aplicara el mismo sistema, porque es muy común que ingresen a los hospitales personas sin identificar; si se tomaran las mismas medidas, se facilitaría la tarea.”
Como se sabe, Luciano Arruga estuvo desaparecido más de cinco años, a partir del 31 de enero de 2009, y recién la semana pasada se encontró e identificó el cuerpo, que había sido sepultado, a poco de su muerte, como NN, en el cementerio de la Chacarita. Ahora, la información sobre su muerte es que se produjo como consecuencia de un accidente de tránsito en General Paz y Emilio Castro, que una ambulancia lo llevó al hospital Santojanni, en la Capital Federal, donde falleció sin ser identificado. La familia, de todos modos, sigue acusando a la Policía Bonaerense y exigiendo una investigación a fondo.
En lo que parece un intento de salir al cruce de los cuestionamientos recibidos tanto de la familia Arruga como del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en una reunión donde se analizaron temas vinculados con los derechos humanos, el gobierno bonaerense presentó como “nuevo” el protocolo que se viene llevando a la práctica desde hace dos años. En el encuentro se dijo que el sistema busca “agilizar la búsqueda de paraderos y garantizar el derecho a la identidad de aquellos individuos que ingresan, vivos o muertos, como NN”, sostuvo la información oficial.
Cada vez que ingresa una persona no identificada, se le toman fotografías y las huellas digitales. De inmediato, a través del 911, la información llega a distintas dependencias oficiales, principalmente a la Dirección de Registro de Personas Desaparecidas, que depende del Ministerio de Seguridad bonaerense.
También interviene la Dirección de Criminalística, que tomará las huellas digitales recibidas desde los hospitales, para compararlas con diferentes archivos y bases de datos, para tratar de lograr una rápida identificación. En el caso de las personas fallecidas, de ser necesario, se toman muestras de ADN para su conservación. Antes del protocolo actual, lo que se hacía era recurrir “en forma dispersa a organismos públicos y ONG prestigiosas, como Missing Children y Red Solidaria”.
Victoria Bearzi sostuvo que “este accionar disperso perdía eficacia y se acumulaban los casos de NN en nuestros hospitales; el sistema actual se implementó por iniciativa del ministro de Salud (Alejandro Collia)”.
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