jueves, 2 de octubre de 2014

Ahora que Google patrulla nuestras calles

La empresa implementó en ciudades argentinas la función Street View de su plataforma de mapas, que permite recorrer lugares de forma virtual desde el nivel del suelo. No deja de llamar la atención la alegría que muchos experimentan.
https://pbs.twimg.com/media/ByahdemIcAARh8C.jpg
Por Juan Ciucci
La reacción fue casi unánime, desde La Nación a Télam, al publicar hoy Google la versión de Street View de las calles argentinas. “Con ellas es posible, como en otras ciudades del mundo, ver las fachadas de las casas de unas cien ciudades de todo el país, usando la herramienta que la compañía incluye en su servicio de mapas, Google Maps”, afirma la tribuna de doctrina.
Parece ser que el temor al control que un gran hermano virtual es cosa del pasado, y se festeja que esta compañía tenga los datos pormenorizados de todas las calles de la Ciudad de Buenos Aires, entre otras. “Nuestro objetivo es cubrir toda la Argentina”, le informa/amenaza a TélamMaite Iturria, responsable de Street View para América Latina.
Se supone que el “Street View permite usar una computadora para realizar un desplazamiento virtual por las calles de las ciudades y modificar el punto de vista, ver cómo es una cuadra, qué hay enfrente, qué tal es la zona cercana a un restaurante al que queremos ir, hacer una visita virtual a un monumento”, continúa La Nación, que solo le teme a la información en manos del Estado, como vemos.
Quienes nos hemos cruzado con estos coches por capital y el conurbano (¿estará mi imagen allí, sin saberlo?), no pudimos menos que asombrarnos. Algunos lo festejan, en esta ilusión de un mundo selfie en que la propia imagen es casi un suvenir más. Resulta que ya se "divierten" con las "perlitas" del asunto. Otros no dejamos de aterrarnos, ante una invasión prolífica ypacífica que transita nuestras calles. Ya los satélites son cosas del pasado: a las miles de cámaras en las calles, casas y negocios, se le suma esta tecnología compartida, se supone. Como todos podemos verla, no debe ser tan peligrosa.
En tiempos en que la guerra contra el terrorismo la llevan adelante drones teledirigidos y vemos por tv como impacta un misil en una camioneta, casa o escuela o donde los falsos positivos se han mundializado; no podemos menos que preocuparnos. Será una anécdota más, claro está, que Assange vuelva a decir en estos días que Google actúa bajo los intereses de EEUU.
Pero tranquilos, que como bien informa Télam, para hacer frente a las "controversias" que pueden derivarse del uso de las imágenes, la plataforma también permite que los usuarios puedan "reportar cualquier imagen que consideren que no debe estar online. Se puede hacer desde la propia interfaz, apretando un botón. Y en 48 horas, Google la baja", nos vuelve a amenazar/informar, Maite Iturria. Podríamos decir a coro: ¿y dónde la guarda?
En fin, a disfrutar de la era de la imagen, en la que si nos besamos en alguna calle citadina con la ilusión de un secreto de primavera, podemos llegar a ser los nuevos héroes de la viralización por internet. Dicho sea de paso, se estrenó hace poco la nueva película de Terry Gilliam, que versa un poco sobre estas cosas, y estas cámaras. Otra buena oportunidad para seguir mirándonos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario