Por Kim Sengupta *
Desde Bruselas
La OTAN formará una gran fuerza punta de lanza de 4000 soldados capaz de entrar en acción en 48 horas en respuesta a la intervención rusa en Ucrania. El arsenal de equipo militar se almacenará en bases en Europa del Este para que lo puedan usar las tropas cuando entren en operación. La misión, que se espera que tenga un considerable contingente británico, será dada a conocer en la cumbre de la OTAN en Gales a fines de esta semana. Incluirán fuerzas especiales, destacamentos de aire, navales y de inteligencia que se desplegará junto a los soldados de la nación anfitriona contra una amenaza externa.
La Alianza no nombró a Rusia como la amenaza contra quien se están tomando las medidas e insistió en que se puede implementar en cualquier lugar del mundo. Pero va a estar trabajando junto con el Plan de Acción de Preparación que tendrá bases, se cree, en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumania.
El Kremlin seguramente verá el despliegue como una provocación. Bajo el Acta de Fundación de 1997, que fue considerado como el fin a la Guerra Fría, la OTAN se comprometió con el gobierno de Boris Yeltsin que no iba a tener una presencia militar permanente en ninguno de los antiguos Estados del Pacto de Varsovia. La OTAN insiste en que las bases no rompen el pacto, ya que no son permanentes, pero estarán allí “durante el tiempo que sea necesario”. Un alto funcionario declaró: “Hemos estudiado esto cuidadosamente, nos hemos asesorado legalmente y esto no viola la ley. No habrá presencia permanente en estas bases, no habrá, por ejemplo, personal destacado allí con sus familias”.
La fuerza es parte de una serie de medidas adoptadas por la OTAN para afinar su reacción desde que comenzó la crisis de Ucrania en febrero. Desde entonces, Crimea fue anexada por el gobierno de Vladimir Putin y las fuerzas separatistas con el apoyo de Rusia, y están comprometidos en una guerra civil cada vez más violenta en el este del país.
Anders Fogh Rasmussen (foto), el secretario general de la OTAN, dijo ayer: “Esta es una época de múltiples crisis en varios frentes. Hacia el este, Rusia está interviniendo abiertamente en Ucrania; al sur, vemos una creciente inestabilidad, con estados frágiles, el aumento del extremismo y la lucha sectaria. Estas crisis pueden surgir casi sin advertencia, se mueven a gran velocidad y todas afectan nuestra seguridad de diferentes maneras”. Y continuó: “Vamos a desarrollar una punta de lanza dentro de nuestra fuerza de respuesta. Esto requerirá instalaciones en el territorio de la OTAN, equipo preposicionado y suministros, comando y control y expertos en logística. Así que esta fuerza puede viajar sin equipaje, pero golpear duro si es necesario. “Eso también significa la presencia más visible de la OTAN en el este por el tiempo que sea necesario, no porque la OTAN quiere atacar a nadie, sino porque los peligros y las amenazas están más presentes y más visibles y vamos a hacer lo que sea necesario para defender a nuestros aliados.”
Según fuentes diplomáticas, Polonia, los Estados bálticos y Canadá piden la derogación del Acta de Fundación, tras acusar a los rusos de enviar tropas regulares, tanques y artillería a Ucrania. Las fuerzas de Kiev, después de una serie de éxitos en los últimos meses, ahora están a la defensiva, mientras las fuerzas separatistas logran ganancias en el sudeste y tratan de forzar a un corredor a Crimea.
* De The Independent de Gran Bretaña.
Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère
No hay comentarios:
Publicar un comentario