En ese sentido resulta falso el discurso pretendidamente republicano de Fernando Bravo, buen conductor radial, aunque pedestre, prejuicioso y de opiniones elementales, cuando abandona su función especifica y se aventura a editorializar como el día 11 de septiembre en su programa diario en Radio Continental (que a la sazón lo realizaba desde España) al ser informado sobre la confusa reforma educativa de la provincia de Buenos Aires acerca de la eliminación en las calificaciones del uno, dos y tres, expresó: “ Yo preferiría que se eliminara el 6, el 7 y el 8, pero no creo que sea posible”. Su republicano columnista político, Jorge Sigal, se mantuvo silencioso ante la afirmación de su jefe. Una cosa es hacer la crítica de un programa y otra muy diferente solicitar su levantamiento.
Sólo un periodismo trucho puede ningunear la información de un acto de más de 40.000 personas, como lo hicieron los dos medios dominantes principales, aunque luego le dedicaron largos análisis, con su sesgamiento habitual. Cierto comportamiento similar tuvieron medios oficialistas cuando se produjeron los cacerolazos opositores, ninguneándolos a pesar de su magnitud territorial y haciendo hincapié en lo accesorio que eran sus aspectos grotescos. Fue un adelanto de la derrota política del gobierno (aunque no electoral) en las elecciones parlamentarias del 2012.
Sólo el haber quedado aprisionado en su permanente imitación de un falso humor propio de una estudiantina secundaria, de un odio exacerbado y de su militancia muy bien remunerada del principal multimedio, es lo que le permite afirmar a Jorge Lanata, en su columna de los sábados en Clarín del 20-09-2014: “Y a los 37 años finalmente, habló. Habló en la cancha de Argentinos Juniors, ante unos cuarenta mil empleados del Estado, y provocó el asombro y la admiración de su tropa propia”. La misma visión tiene Jorge Fernández Díaz desde su columna dominguera en La Nación del 21 de septiembre: “….en esa cancha repleta de empleados estatales”
Desde su posición absolutamente crítica hacia el gobierno, el escritor y periodista Jorge Asís, posiblemente escarmentando por sus pronósticos fallidos sobre el fin del kirchnerismo, escribió en su blog: “De todos modos costará, en adelante, subestimar a La Agencia de Colocaciones. Reducirla o negarla. Se transformó, a partir de los agravios, en un lugar de militancia juvenil, ideal para contener la tendencia a la rebeldía de sectores esclarecidos de las capas medias. Espacio que el cristinismo comparte, en la actualidad, con el Partido Obrero.”
Desde otro posicionamiento ideológico, el ensayista Alejandro Horowicz, en “Tiempo Argentino” del 15-09-2014 escribió: “La política pensada en términos militares. El acto de La Cámpora en Argentinos Juniors debe entenderse como la puesta en escena de la reserva K……. Como la política también puede pensarse en términos militares, contar con una adecuada reserva no sólo permite cambiar un resultado, sino sobre todo facilita un modelo de juego donde el manejo del tiempo no depende tan sólo del cronograma institucional. Es que la reserva política garantiza la decisión del jefe más allá de su poder formal; hace saber a los demás contendientes que dispone de combatientes de relevo, y que basta su decisión de incorporarlos para torcer el resultado……. Descubrir que Máximo Kirchner no es una perfecta nulidad, que puede hilvanar un discurso de 30 minutos frente a un auditorio de miles –el diario de Mitre no arriesga un número, sólo cita el mágico 40 mil de los organizadores– los ha dejado estupefactos. No es para menos, es imposible imaginar un hijo de Eduardo Duhalde, o de Mauricio Macri, o de Cleto Cobos, intentando nada ni parecido. El vástago de Raúl Alfonsín tiene un comportamiento homologable, pero es de otra generación, y las habilidades de Ricardo no entusiasman multitudes. Pero más allá de ese aspecto altamente opinable, un dato resulta relevante: miles de jóvenes militantes convocados en derredor de una propuesta encabezada por un dirigente de su misma edad, que por ahora no defienden ninguna candidatura, comunican a la sociedad política su voluntad de sostener a Cristina. Y al hacerlo, muestran que el poder presidencial no sólo cuenta con la chequera y la maleable voluntad de los funcionarios, dispone de suficiente capacidad para volcar a favor o en contra la voluntad militante que hace la diferencia. ¿A favor de quién? Esa es una decisión que la presidencia guarda in pectore.”
Desde la escudería Clarín, Alfredo Leuco saca del acto de Argentinos Juniors múltiples conclusiones apocalípticas en una imitación trucha de Elisa Carrió: “Recuperar el tono combativo. Sacar a la calle (lo dijo el comandante Máximo sin eufemismos en su discurso) los 40 mil que juntó La Cámpora en Argentinos Juniors y los 40 mil que convocó el Movimiento Evita en Ferro, más los experimentados piqueteros de Luis D’Elía y acusar de facho represor al que pretenda poner orden en el tránsito y en las ocupaciones masivas de terrenos. Dejar la economía exhausta. Multiplicar el calendario de pago de las deudas y gastar la mayor cantidad de reservas. Al más puro estilo del éxodo jujeño, incendiar las finanzas para dejar tierra arrasada, una herencia maldita que le haga todo muy cuesta arriba al sucesor de Cristina. Minar el terreno.”
Sin miedo al ridículo y a la truchada, el defensor incondicional de sus empleadores ahora teme que se gasten las reservas después que hace unos meses escribió una carta abierta al que intenta vaciarla con su fallo, el juez Griesa al que llamó entonces “Estimado Mister Thomas Griesa”, Dear Mr Griesa (en dos ocasiones), compañero Griesa.”
En medio de una situación económica realmente muy complicada pero que está aún lejos de las crisis insondables que han conocido los argentinos en los últimas más de cinco décadas, los panoramas catastróficos tendientes a anticipar la salida de Cristina Fernández o una transición penosa que permita enterrar por mucho tiempo a los gobiernos populistas y abrir el camino a un revival neoliberal en nuevos envases, encuentra una muestra muy representativa en el editorial de Jorge Fontevecchia, en el bisemanario Perfil, del sábado 13 de septiembre del 2014, bajo el título “Diciembre Salvaje”: “Sostienen que, como De la Sota no quiere volver a ser gobernador de Córdoba (además, tampoco es seguro que fuera electo si se presentara a su reelección) y no puede ser presidente por los votos, se imagina a sí mismo como la figura de consenso del PJ que, bajo el compromiso de no ser candidato, podría asumir la presidencia por un año y “sacrificarse” haciendo todos los ajustes y las correcciones que requiere la economía. Para entregar el poder en diciembre de 2015 a quien surja electo –un peronista que no tenga que pagar el costo político del ajuste– después de haber cortado la ascendente carrera electoral de Macri.
Con maledicencia dicen que De la Sota –como desconfía de la promesa de Sergio Massa de llevarlo como vicepresidente de su fórmula, después de todo su cursus honorum– lo único que querría es tener un busto en la Casa de Gobierno y quedar en los libros de historia como presidente.
Pero más allá de especulaciones y acusaciones, lo cierto es que tres días antes de las elecciones en Marcos Juárez, y preocupados por la crisis, se reunieron los gobernadores Daniel Scioli, De la Sota, José Luis Gioja (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa) y Eduardo Fellner (Jujuy, quien además es presidente del PJ) junto con el histórico operador político peronista Juan Carlos Mazzón.
En ese cónclave fue donde De la Sota habría expuesto su visión sobre un diciembre trágico y la necesidad de que el PJ cuente con un Plan B. Fue en Córdoba donde en diciembre pasado comenzó la revuelta de la policía autoacuartelada que promovió los posteriores saqueos. Pero es en la provincia de Buenos Aires donde si la mecha se encendiera, las consecuencias podrían no tener límite. Hoy ya hay ocho muertes por arma de fuego por noche sólo en La Matanza, y más de veinte en la provincia. Atribuyen al jefe de Seguridad decir que en caso de disturbios generalizados no cree que la Bonaerense le responda y que le gustaría irse lo antes posible. También Capitanich reiteró su deseo de irse antes de fin de año.
Los conocedores del clima del Conurbano sostienen que si esta vez se repitieran protestas masivas no confluirían hacia la Plaza de Mayo, sino hacia los countries y los shoppings del Gran Buenos Aires.”
A panoramas como el descripto, del que aparecen varios diariamente y se reproducen televisiva y radialmente, le responde Alejandro Horowicz en la nota ya mencionada: “….En ese punto, La Cámpora exhibe su propio poder de convocatoria. Y mientras las fintas consumen tiempo, la victoria obtenida por el gobierno en la ONU tonifica la diplomacia oficial y dificulta las lecturas catastrofistas. Conviene de todos modos no sobreestimar la eficacia instrumental de los 124 votos que apoyaron el proyecto de marco regulatorio para la reestructuración de las deudas soberanas, presentado a pedido de la Argentina por el G77 + China, en la Asamblea de las Naciones Unidas. El bloque de los once, países que rechazaron la propuesta, sigue siendo determinante en los organismos financieros internacionales; pero a pocos se les escapa que no actúan en medio del silencio universal. Por eso, en contra de los vaticinios de la oposición, en el último tramo de su gobierno, Cristina Fernández conserva en sus manos las riendas del poder.
Es decir, la posible tragedia que acecha a la sociedad argentina, tantas veces augurada y deseada por buena parte de sus sufridos integrantes, no estallaría en los confines de la próxima elección. Y esa sí que es una noticia.”
Desde Clarín, se le imputa de trucho al gobierno y en medio de una militancia empresarial donde el periodismo es un pretexto, aciertan cuando hunden la crítica en un aspecto indefendible del gobierno como ha sido la adulteración de las estadísticas oficiales. Osvaldo Pepe en su columna editorial en Clarín del 22-09-2014 bajo el título “La argentina truchada” escribe: “….la truchada nacional, la Argentina tergiversada en los más de 11 años de hegemonía kirchnerista, que vio la luz bautismal con la adulteración de las mediciones del INDEC”.
Desde ese mismo medio, el increíble periodista Marcelo Bonelli, el 19 de septiembre, miente cuando afirma que la ley de abastecimiento es “copiada de un viejo plan de Hugo Chávez” porque le resulta más funcional que decir la verdad. Como es conocido, el actual proyecto es una modificación de la ley sancionada en el tercer gobierno peronista. Pero es mucho más útil para descalificarla vincularla al “demonio Hugo Chávez”, y tratar de hacer realidad la calificación del diario La Nación que nuestro país es “Argenzuela”. Como el afán descalificatorio es interminable, desde el diario fundado por Bartolomé Mitre, el columnista Carlos Pagni, el 22 de septiembre, sostiene que el discurso de Cristina Fernández en las Naciones Unidas sobre el tema “Fondos Buitres”, “es apenas más eficiente que someterlos a una convención mundial del Rotary”
El histórico dirigente peronista Julio Bárbaro es una presencia permanente en los medios televisivos y radiales opositores. Poseedor de una buena formación y una prosa incisiva, La Nación y fundamentalmente Clarín le abren amplios espacios. Un peronista con su experiencia debe saber, y Julio Bárbaro lo sabe, que si lo invitan permanentemente, es porque es funcional a esos intereses “generosos”.
En Clarín del 20/09/ 2014 escribió bajo el título “El estalinismo nacional que supimos conseguir”: “Un viejo amigo me acusa de expresarme en los medios del enemigo, no sabe qué responderme cuando lo interpelo sobre el hecho que jamás me invitarían los oficialistas. La buena senda implica elegir entre la obsecuencia y el silencio. Las burocracias se expanden sobre los dos pilares de la decadencia: aplaudir todo sin pensar en sus consecuencias y recibir cargos públicos y prebendas a cambio de semejante indignidad... Dicen que no debemos escuchar a Lanata porque es hacerle el juego a la derecha. Nos queda escuchar a la presidenta y aplaudir, eso ahorra el esfuerzo de pensar. Y si el destino es hereditario y viene Máximo, mejor, ya tenemos futuro. El tiempo hasta las elecciones del 2015 no es eterno, aunque parece interminable.”
Bárbaro que formó parte del gobierno de Néstor Kirchner y es uno de los fundadores del conocido y extinguido grupo Calafate, célula original de la proyección presidencial del entonces gobernador de Santa Cruz, degrada su escritura, adelgaza considerablemente la densidad de su pensamiento y omite toda crítica a los intereses que lo invitan, haciendo coincidir sus intervenciones con la línea editorial de sus anfitriones.
Eso, Julio, es otra forma de aplaudir acríticamente y convertirse en vocero de intereses empresariales. Y como nos conocemos desde hace muchas décadas, sabés que te critico sin recibir cargos ni canonjías del gobierno y que te hemos invitado y has venido varias veces a nuestro programa EL TREN.Y pensar que el futuro pasa por De la Sota, para quien trabajas, es volver a tu paso por el menemismo y no por el tercer Perón y el kirchnerismo.
Entre civilización y barbarie has optado por la “civilización”, precisamente los que han denostado siempre al peronismo. Volver a tu apellido es reencontrarte con tu mejor historia.
Diario Registrado
Sólo un periodismo trucho puede ningunear la información de un acto de más de 40.000 personas, como lo hicieron los dos medios dominantes principales, aunque luego le dedicaron largos análisis, con su sesgamiento habitual. Cierto comportamiento similar tuvieron medios oficialistas cuando se produjeron los cacerolazos opositores, ninguneándolos a pesar de su magnitud territorial y haciendo hincapié en lo accesorio que eran sus aspectos grotescos. Fue un adelanto de la derrota política del gobierno (aunque no electoral) en las elecciones parlamentarias del 2012.
Sólo el haber quedado aprisionado en su permanente imitación de un falso humor propio de una estudiantina secundaria, de un odio exacerbado y de su militancia muy bien remunerada del principal multimedio, es lo que le permite afirmar a Jorge Lanata, en su columna de los sábados en Clarín del 20-09-2014: “Y a los 37 años finalmente, habló. Habló en la cancha de Argentinos Juniors, ante unos cuarenta mil empleados del Estado, y provocó el asombro y la admiración de su tropa propia”. La misma visión tiene Jorge Fernández Díaz desde su columna dominguera en La Nación del 21 de septiembre: “….en esa cancha repleta de empleados estatales”
Desde su posición absolutamente crítica hacia el gobierno, el escritor y periodista Jorge Asís, posiblemente escarmentando por sus pronósticos fallidos sobre el fin del kirchnerismo, escribió en su blog: “De todos modos costará, en adelante, subestimar a La Agencia de Colocaciones. Reducirla o negarla. Se transformó, a partir de los agravios, en un lugar de militancia juvenil, ideal para contener la tendencia a la rebeldía de sectores esclarecidos de las capas medias. Espacio que el cristinismo comparte, en la actualidad, con el Partido Obrero.”
Desde otro posicionamiento ideológico, el ensayista Alejandro Horowicz, en “Tiempo Argentino” del 15-09-2014 escribió: “La política pensada en términos militares. El acto de La Cámpora en Argentinos Juniors debe entenderse como la puesta en escena de la reserva K……. Como la política también puede pensarse en términos militares, contar con una adecuada reserva no sólo permite cambiar un resultado, sino sobre todo facilita un modelo de juego donde el manejo del tiempo no depende tan sólo del cronograma institucional. Es que la reserva política garantiza la decisión del jefe más allá de su poder formal; hace saber a los demás contendientes que dispone de combatientes de relevo, y que basta su decisión de incorporarlos para torcer el resultado……. Descubrir que Máximo Kirchner no es una perfecta nulidad, que puede hilvanar un discurso de 30 minutos frente a un auditorio de miles –el diario de Mitre no arriesga un número, sólo cita el mágico 40 mil de los organizadores– los ha dejado estupefactos. No es para menos, es imposible imaginar un hijo de Eduardo Duhalde, o de Mauricio Macri, o de Cleto Cobos, intentando nada ni parecido. El vástago de Raúl Alfonsín tiene un comportamiento homologable, pero es de otra generación, y las habilidades de Ricardo no entusiasman multitudes. Pero más allá de ese aspecto altamente opinable, un dato resulta relevante: miles de jóvenes militantes convocados en derredor de una propuesta encabezada por un dirigente de su misma edad, que por ahora no defienden ninguna candidatura, comunican a la sociedad política su voluntad de sostener a Cristina. Y al hacerlo, muestran que el poder presidencial no sólo cuenta con la chequera y la maleable voluntad de los funcionarios, dispone de suficiente capacidad para volcar a favor o en contra la voluntad militante que hace la diferencia. ¿A favor de quién? Esa es una decisión que la presidencia guarda in pectore.”
Desde la escudería Clarín, Alfredo Leuco saca del acto de Argentinos Juniors múltiples conclusiones apocalípticas en una imitación trucha de Elisa Carrió: “Recuperar el tono combativo. Sacar a la calle (lo dijo el comandante Máximo sin eufemismos en su discurso) los 40 mil que juntó La Cámpora en Argentinos Juniors y los 40 mil que convocó el Movimiento Evita en Ferro, más los experimentados piqueteros de Luis D’Elía y acusar de facho represor al que pretenda poner orden en el tránsito y en las ocupaciones masivas de terrenos. Dejar la economía exhausta. Multiplicar el calendario de pago de las deudas y gastar la mayor cantidad de reservas. Al más puro estilo del éxodo jujeño, incendiar las finanzas para dejar tierra arrasada, una herencia maldita que le haga todo muy cuesta arriba al sucesor de Cristina. Minar el terreno.”
Sin miedo al ridículo y a la truchada, el defensor incondicional de sus empleadores ahora teme que se gasten las reservas después que hace unos meses escribió una carta abierta al que intenta vaciarla con su fallo, el juez Griesa al que llamó entonces “Estimado Mister Thomas Griesa”, Dear Mr Griesa (en dos ocasiones), compañero Griesa.”
En medio de una situación económica realmente muy complicada pero que está aún lejos de las crisis insondables que han conocido los argentinos en los últimas más de cinco décadas, los panoramas catastróficos tendientes a anticipar la salida de Cristina Fernández o una transición penosa que permita enterrar por mucho tiempo a los gobiernos populistas y abrir el camino a un revival neoliberal en nuevos envases, encuentra una muestra muy representativa en el editorial de Jorge Fontevecchia, en el bisemanario Perfil, del sábado 13 de septiembre del 2014, bajo el título “Diciembre Salvaje”: “Sostienen que, como De la Sota no quiere volver a ser gobernador de Córdoba (además, tampoco es seguro que fuera electo si se presentara a su reelección) y no puede ser presidente por los votos, se imagina a sí mismo como la figura de consenso del PJ que, bajo el compromiso de no ser candidato, podría asumir la presidencia por un año y “sacrificarse” haciendo todos los ajustes y las correcciones que requiere la economía. Para entregar el poder en diciembre de 2015 a quien surja electo –un peronista que no tenga que pagar el costo político del ajuste– después de haber cortado la ascendente carrera electoral de Macri.
Con maledicencia dicen que De la Sota –como desconfía de la promesa de Sergio Massa de llevarlo como vicepresidente de su fórmula, después de todo su cursus honorum– lo único que querría es tener un busto en la Casa de Gobierno y quedar en los libros de historia como presidente.
Pero más allá de especulaciones y acusaciones, lo cierto es que tres días antes de las elecciones en Marcos Juárez, y preocupados por la crisis, se reunieron los gobernadores Daniel Scioli, De la Sota, José Luis Gioja (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa) y Eduardo Fellner (Jujuy, quien además es presidente del PJ) junto con el histórico operador político peronista Juan Carlos Mazzón.
En ese cónclave fue donde De la Sota habría expuesto su visión sobre un diciembre trágico y la necesidad de que el PJ cuente con un Plan B. Fue en Córdoba donde en diciembre pasado comenzó la revuelta de la policía autoacuartelada que promovió los posteriores saqueos. Pero es en la provincia de Buenos Aires donde si la mecha se encendiera, las consecuencias podrían no tener límite. Hoy ya hay ocho muertes por arma de fuego por noche sólo en La Matanza, y más de veinte en la provincia. Atribuyen al jefe de Seguridad decir que en caso de disturbios generalizados no cree que la Bonaerense le responda y que le gustaría irse lo antes posible. También Capitanich reiteró su deseo de irse antes de fin de año.
Los conocedores del clima del Conurbano sostienen que si esta vez se repitieran protestas masivas no confluirían hacia la Plaza de Mayo, sino hacia los countries y los shoppings del Gran Buenos Aires.”
A panoramas como el descripto, del que aparecen varios diariamente y se reproducen televisiva y radialmente, le responde Alejandro Horowicz en la nota ya mencionada: “….En ese punto, La Cámpora exhibe su propio poder de convocatoria. Y mientras las fintas consumen tiempo, la victoria obtenida por el gobierno en la ONU tonifica la diplomacia oficial y dificulta las lecturas catastrofistas. Conviene de todos modos no sobreestimar la eficacia instrumental de los 124 votos que apoyaron el proyecto de marco regulatorio para la reestructuración de las deudas soberanas, presentado a pedido de la Argentina por el G77 + China, en la Asamblea de las Naciones Unidas. El bloque de los once, países que rechazaron la propuesta, sigue siendo determinante en los organismos financieros internacionales; pero a pocos se les escapa que no actúan en medio del silencio universal. Por eso, en contra de los vaticinios de la oposición, en el último tramo de su gobierno, Cristina Fernández conserva en sus manos las riendas del poder.
Es decir, la posible tragedia que acecha a la sociedad argentina, tantas veces augurada y deseada por buena parte de sus sufridos integrantes, no estallaría en los confines de la próxima elección. Y esa sí que es una noticia.”
Desde Clarín, se le imputa de trucho al gobierno y en medio de una militancia empresarial donde el periodismo es un pretexto, aciertan cuando hunden la crítica en un aspecto indefendible del gobierno como ha sido la adulteración de las estadísticas oficiales. Osvaldo Pepe en su columna editorial en Clarín del 22-09-2014 bajo el título “La argentina truchada” escribe: “….la truchada nacional, la Argentina tergiversada en los más de 11 años de hegemonía kirchnerista, que vio la luz bautismal con la adulteración de las mediciones del INDEC”.
Desde ese mismo medio, el increíble periodista Marcelo Bonelli, el 19 de septiembre, miente cuando afirma que la ley de abastecimiento es “copiada de un viejo plan de Hugo Chávez” porque le resulta más funcional que decir la verdad. Como es conocido, el actual proyecto es una modificación de la ley sancionada en el tercer gobierno peronista. Pero es mucho más útil para descalificarla vincularla al “demonio Hugo Chávez”, y tratar de hacer realidad la calificación del diario La Nación que nuestro país es “Argenzuela”. Como el afán descalificatorio es interminable, desde el diario fundado por Bartolomé Mitre, el columnista Carlos Pagni, el 22 de septiembre, sostiene que el discurso de Cristina Fernández en las Naciones Unidas sobre el tema “Fondos Buitres”, “es apenas más eficiente que someterlos a una convención mundial del Rotary”
El histórico dirigente peronista Julio Bárbaro es una presencia permanente en los medios televisivos y radiales opositores. Poseedor de una buena formación y una prosa incisiva, La Nación y fundamentalmente Clarín le abren amplios espacios. Un peronista con su experiencia debe saber, y Julio Bárbaro lo sabe, que si lo invitan permanentemente, es porque es funcional a esos intereses “generosos”.
En Clarín del 20/09/ 2014 escribió bajo el título “El estalinismo nacional que supimos conseguir”: “Un viejo amigo me acusa de expresarme en los medios del enemigo, no sabe qué responderme cuando lo interpelo sobre el hecho que jamás me invitarían los oficialistas. La buena senda implica elegir entre la obsecuencia y el silencio. Las burocracias se expanden sobre los dos pilares de la decadencia: aplaudir todo sin pensar en sus consecuencias y recibir cargos públicos y prebendas a cambio de semejante indignidad... Dicen que no debemos escuchar a Lanata porque es hacerle el juego a la derecha. Nos queda escuchar a la presidenta y aplaudir, eso ahorra el esfuerzo de pensar. Y si el destino es hereditario y viene Máximo, mejor, ya tenemos futuro. El tiempo hasta las elecciones del 2015 no es eterno, aunque parece interminable.”
Bárbaro que formó parte del gobierno de Néstor Kirchner y es uno de los fundadores del conocido y extinguido grupo Calafate, célula original de la proyección presidencial del entonces gobernador de Santa Cruz, degrada su escritura, adelgaza considerablemente la densidad de su pensamiento y omite toda crítica a los intereses que lo invitan, haciendo coincidir sus intervenciones con la línea editorial de sus anfitriones.
Eso, Julio, es otra forma de aplaudir acríticamente y convertirse en vocero de intereses empresariales. Y como nos conocemos desde hace muchas décadas, sabés que te critico sin recibir cargos ni canonjías del gobierno y que te hemos invitado y has venido varias veces a nuestro programa EL TREN.Y pensar que el futuro pasa por De la Sota, para quien trabajas, es volver a tu paso por el menemismo y no por el tercer Perón y el kirchnerismo.
Entre civilización y barbarie has optado por la “civilización”, precisamente los que han denostado siempre al peronismo. Volver a tu apellido es reencontrarte con tu mejor historia.
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