La secretaria de Estado adjunta para América latina, Roberta Jacobson (foto), formuló el rechazo su país un día después de que el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, asegurara en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) que trabajaba para que los presidentes de todo el continente pudieran participar de la próxima reunión. "Panamá es el país anfitrión de la cumbre, y como tal serán ellos los que tomen las decisiones sobre las invitaciones", dijo Jacobson en una conferencia de prensa en Nueva York, sin aclarar cuál sería la decisión de la Casa Blanca en caso de que se confirmara la participación de la Habana.
Washington reafirmó su posición por considerar que sólo deben asistir a la cumbre países "democráticos", pero no definió si no concurrirá en caso de que Panamá insista en su ya formulada invitación al gobierno de La Habana. Jacobson recordó que las invitaciones formales no se han cursado aún -Panamá las enviará al final de este año- y, por tanto, rechazó precisar si Estados Unidos se negaría a asistir en caso de que Cuba acuda, porque esa es "una situación que aún es hipotética".
La funcionaria estadounidense, sin embargo, agregó que "creemos que el proceso de las Cumbres está comprometido con la gobernanza democrática, y creemos que los gobiernos que estén sentados en la mesa tienen que estar comprometidos con los principios de la cumbre, que incluyen la gobernanza democrática". "Esa es nuestra posición ahora. Y nuestra posición sobre Cuba es que en este momento no vemos que cumplan esos principios", añadió, en contraposición con lo resuelto por la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), organismo del que no participan Estados Unidos y Canadá, que acepta el sistema político de la isla.
Según Jacobson, la declaración firmada en la Cumbre de las Américas de Quebec en 2001 expresa un "compromiso con la democracia" y Estados Unidos cree que ese principio "es una parte importante del proceso de la Cumbre". La rotunda oposición de Estados Unidos y Canadá impidió que Cuba asistiera a la anterior Cumbre de las Américas, en 2012, dado que Colombia, el país anfitrión, decidió que debía invitarse a la isla solo si había consenso al respecto. Pero en esa ocasión los países que integran la Unasur anunciaron su decisión de no asistir a la Cumbre de Panamá en caso de que Cuba no sea invitada. Postura que fue ratificada en junio de este año por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
La funcionaria reaccionó también a las declaraciones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien el miércoles pasado opinó que Estados Unidos debería levantar el embargo económico a Cuba, vigente desde hace más de medio siglo, porque considera que esa medida "ha fallado". "Siempre hemos tenido el mayor respeto posible por el presidente Santos, le admiramos y le apoyamos. Pero éste es uno de los asuntos en los que estamos en desacuerdo", sostuvo Jacobson.
Washington reafirmó su posición por considerar que sólo deben asistir a la cumbre países "democráticos", pero no definió si no concurrirá en caso de que Panamá insista en su ya formulada invitación al gobierno de La Habana. Jacobson recordó que las invitaciones formales no se han cursado aún -Panamá las enviará al final de este año- y, por tanto, rechazó precisar si Estados Unidos se negaría a asistir en caso de que Cuba acuda, porque esa es "una situación que aún es hipotética".
La funcionaria estadounidense, sin embargo, agregó que "creemos que el proceso de las Cumbres está comprometido con la gobernanza democrática, y creemos que los gobiernos que estén sentados en la mesa tienen que estar comprometidos con los principios de la cumbre, que incluyen la gobernanza democrática". "Esa es nuestra posición ahora. Y nuestra posición sobre Cuba es que en este momento no vemos que cumplan esos principios", añadió, en contraposición con lo resuelto por la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), organismo del que no participan Estados Unidos y Canadá, que acepta el sistema político de la isla.
Según Jacobson, la declaración firmada en la Cumbre de las Américas de Quebec en 2001 expresa un "compromiso con la democracia" y Estados Unidos cree que ese principio "es una parte importante del proceso de la Cumbre". La rotunda oposición de Estados Unidos y Canadá impidió que Cuba asistiera a la anterior Cumbre de las Américas, en 2012, dado que Colombia, el país anfitrión, decidió que debía invitarse a la isla solo si había consenso al respecto. Pero en esa ocasión los países que integran la Unasur anunciaron su decisión de no asistir a la Cumbre de Panamá en caso de que Cuba no sea invitada. Postura que fue ratificada en junio de este año por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
La funcionaria reaccionó también a las declaraciones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien el miércoles pasado opinó que Estados Unidos debería levantar el embargo económico a Cuba, vigente desde hace más de medio siglo, porque considera que esa medida "ha fallado". "Siempre hemos tenido el mayor respeto posible por el presidente Santos, le admiramos y le apoyamos. Pero éste es uno de los asuntos en los que estamos en desacuerdo", sostuvo Jacobson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario