El periodista Ernesto Tenembaum no suele pasar desapercibido con sus notas en la revista Veintitrés. Esta vez escribió sobre la relación entre la política y el Mundial.
En su columna titulada "El Mundial que no se juega". "La posibilidad de que Argentina llegue o no a la final no define en lo más mínimo si el kirchnerismo ha construido un país más justo o no. Piénselo un momento. Sería ridículo –sencillo, pero ridículo– que ello se definiera de esa manera, por un partido de futbol. La idea según la cual un país cuya selección llega más lejos es un país mejor, una Argentina Potencia, o algo así, es un absurdo", escribió.
"Sin embargo, por alguna razón extraña, personas muy inteligentes suelen caer en la estupidez de comparar el desempeño deportivo de una selección, especialmente cuando es la selección de futbol, con la calidad de vida de un país", agregó Tenembaum.
El periodista pone como ejemplo un aviso de Presidencia de la Nación, intitulado “Nadie gana un mundial solo”. Arranca con un locutor en off que, sobre fondo de música épica, dice: “Nadie gana un mundial solo. Ni él (imagen de Messi), ni él (Batistuta) y hasta él necesito de una mano (el gol con la mano de Maradona en 1986). Porque el mundial no lo gana un jugador, ni un equipo. Lo gana un país entero”.
Tenembaum
Luego, el señor enumera: “Y para ganar hay que tener un país unido. Un país donde los que tienen un poco más puedan darle un poco a los que menos tienen. Un país que esté más sano que nunca, donde se premien la educación y el esfuerzo, donde el sueño de un casa propia deje de ser solo un sueño, donde quieran volver los que más saben, donde todos podamos ser un poco más iguales, un país donde viajar vuelva a ser un placer para todos los que quieran recorrerlo, un país que aprenda del pasado para garantizar un mejor presente, donde los recursos sean de la gente y para la gente...”, y así, hasta que grita: “Por eso, corramos, metamos, alentemos, gritemos, pongamos todo. Que a esta Argentina no la para nadie. Vamos Argentina. Que tenemos Patria”.
Tenembaum cada vez que ve ese aviso, le resulta "delirante" y se pregunta "¿Por qué mezclan todo?".
Finalmente, el periodista cierra con esta conclusión: " ¿Para qué, entonces, mezclar las cosas: confundir la selección con un país y un país con un gobierno? Sería como argumentar que esta selección, antes que nada, es producto de la escuela de Estudiantes de La Plata, por el origen del técnico, de gran parte de sus colaboradores y de cuatro jugadores clave, entre ellos, el genial Enzo Pérez y el magnífico Marcos Rojo. Pero no da. Es obvio que no da".
PD CONFUNDIDO Y MEZCLADO TENEMBAUM HACE COMO QUE PIENSA.
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