Por Julián Maradeo
Contrariamente a lo que se piensa, si bien es minúscula en número, en la Argentina la ultraderecha mantiene una presencia activa y permanente e intenta legitimar su proselitismo a través de distintos espacios políticos institucionalizados, al margen de las apariciones esporádicas, generalmente violentas, registradas por los medios. Una demostración de ello es la reciente oficialización de Raúl Vergara, alias “el Profesor”, como precandidato a intendente de Paraná por el massismo. Vergara no es otro que el presidente local del Partido Popular de la Reconstrucción (PPR), impulsado en la década del ’90 por el ex líder carapintada Mohamed Alí Seineldín.
Constituido en 1996 por Francisco Miguel Bosch –a quien José María Soaje Pintos, sindicado como parte de la Triple A y abogado de Papel Prensa, despidió como “luchador incansable por una Argentina soberana y católica”– y Enrique Graci Susini –acusado de delitos de lesa humanidad cuando era jefe de la Policía de San Juan–, el PPR presentó en 1998 a Seineldín (por entonces detenido en Campo de Mayo) como candidato a presidente para las elecciones del año siguiente. Sin embargo, el debut electoral de la fuerza fue recién en 2001, cuando la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires obtuvo el 0,70 por ciento.
Lejos de cejar en el esfuerzo, el PPR fue concretando alianzas en varias provincias (Santa Fe, Formosa y Entre Ríos) y en la Ciudad de Buenos Aires. Usando la estrategia del camaleón, el PPR entabla acuerdos electorales según sus posibilidades. Ya sin personería jurídica nacional, Entre Ríos es ahora la provincia que más chances le abre de acceder al poder tanto a nivel provincial como de su capital, Paraná.
La punta del ovillo
En 2013, junto a otros partidos, el PPR selló la alianza con el ex gobernador Jorge Busti, de la cual devino el Frente Renovador Unión por Entre Ríos desde mayo de este año. En las últimas elecciones legislativas quedaron sólo detrás del Frente para la Victoria.
Con prisa, en abril, presentaron a “el Profesor” Vergara como candidato a intendente de Paraná. A principios de junio, con Busti y la diputada nacional María Cristina Cremer de Busti a la cabeza, mantuvieron un encuentro, en el Museo Reconquista de Tigre, con el propio Sergio Massa.
En julio del año pasado, Vergara puso de manifiesto su capital político cuando, en la víspera de las PASO, gestó la reunión entre el ex mandatario entrerriano, la entonces precandidata a diputada y el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, acusado de encubrir al cura Justo José Ilarraz denunciado por abuso de menores.
En 2011 el propio arzobispo había “bendecido” al PPR paranaense “por entender que nuestros candidatos son los únicos que brindan la certeza de defender los valores cristianos y tradicionales de la patria, tales como la vida (sic) desde la concepción hasta la muerte natural y la honestidad como estandarte para desempeñarse en la función pública”.
El eje del integrismo católico, asentado en Paraná durante las décadas del 60 y del 70 y desde donde el arzobispo Adolfo Servando Tortolo construyó la carrera que lo llevó a la presidencia del Episcopado y a ser vicario general castrense, es una madeja que cuesta desenrollar. Sin embargo, tras la diseminación de integristas a otros puntos del país, hay una puerta que conduce hacia la salida del laberinto: el Grupo Unidad, con origen en el Cuerpo Juvenil de la Fuerza Aérea, y el PPR. Ambas organizaciones están vinculadas con el arzobispado de Paraná.
En 2005, el presidente de la DAIA Paraná, Eduardo Furman, recibió en su oficina un sobre en cuyo interior estaba la imagen de una calavera cruzada por tibias, una cruz esvástica en la frente y la leyenda “Viva Cristo Rey”. El periodista local Jorge Riani explica que fue en el colegio El Madero, situado en las afueras de la ciudad, donde se produce el adoctrinamiento del Cuerpo Juvenil de la Fuerza Aérea-Unidad Número 4 de Paraná, y que fue de allí de donde partió la amenaza: “Este grupo despliega sus prácticas de adoctrinamiento, difunde sus efemérides –en las que no faltan las citas elogiosas a criminales de la última dictadura militar, entre ellos a Ramón Camps–, y profundiza en autores fuertemente ligados al nazismo, fascismo y franquismo”, detalla Riani.
Nombrado por el predecesor de Puiggari, el arzobispo Mario Maulión, el responsable de El Madero era el cura y abogado Alberto González Guerrico, directivo de la Universidad Católica (UCA) local. Este mismo sacerdote es hoy rector del Seminario Arquidiocesano de San Rafael, Mendoza, donde recalaron quienes se formaron con Tortolo. A principios de la década del ’90, Guerrico prohibió la difusión de un video sobre prevención del sida. Luego, fue reemplazado por el sacerdote José María Pincemin, integrante del Consejo Asesor Científico Nacional de la UCA.
En 2010, mientras se desarrollaba en Paraná el XXV Encuentro Nacional de Mujeres, Pincemin protagonizó en las escalinatas de la catedral un exorcismo en contra de la reunión. Mientras tanto, un centenar de fanáticos, entre los que se destacaban militantes del PPR, irrumpió por la fuerza en las escuelas donde se desarrollaban las actividades del Encuentro Nacional. A la par, el PPR se adjudicó la autoría de los afiches que mostraban un feto arrancado por una pinza, con color rojo de fondo y acompañado del texto: “Esto es un aborto. Esto quieren hacer. Matar no es la solución”. No quedó ahí su activismo. En 2011, un grupo liderado por el ex candidato del PPR, el cardiólogo César Pazo, intervino en el quirófano del Hospital San Martín donde se estaba realizando un aborto terapéutico a una paciente.
La agenda de Massa
Por ahora el PPR –que pasó a ser conducido por otro carapintada, Gustavo Breide Obeid, y María Marta Seineldín– solo muestra a nivel nacional la última alianza forjada en 2011 con Eduardo Duhalde. En Paraná, el acuerdo entre el PPR y el massismo está en marcha. Después de participar en el cónclave con el líder del Frente Renovador y ya en plena campaña proselitista, el precandidato Vergara se ufana de que el ex intendente de Tigre incorporó a su agenda su propuesta de “juicio de residencia”, por el que busca aplicarse un castigo a los funcionarios acusados de mal desempeño. Según se puede leer en la página de Facebook titulada Profesor Raúl Vergara Intendente 2015, “Sergio Massa recogió la idea de nuestro equipo técnico sobre la instauración del JUICIO DE RESIDENCIA (sic). Esta idea es muy bien recibida por los vecinos que nos reciben a diario en las caminatas, todos estamos cansados de la IMPUNIDAD (sic). Ojalá nuestra idea se pueda instrumentar en todo el país de la mano de Sergio Massa y Gustavo Zavallo. El trabajo rinde sus frutos, FELICITACIONES A MI EQUIPO TÉCNICO POR MARCAR UNA AGENDA COHERENTE (sic)”.
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