Por Horacio Verbitsky
Mientras políticos, religiosos y jueces argentinos compiten por ver quién alarma más a la sociedad y reclama mayores penas para delitos vinculados con el consumo de sustancias estupefacientes de uso prohibido, una comisión revisora de sentencias votó el viernes por unanimidad de sus siete miembros permitir que la mitad de los condenados en cárceles federales de Estados Unidos por delitos de drogas soliciten una reducción de sus penas. Unos 50.000 condenados podrán pedir a los jueces que les apliquen en forma retroactiva las nuevas orientaciones establecidas por la misma comisión para esos casos. Sus integrantes fueron designados por el presidente con acuerdo del Senado. La jueza Patti B. Saris, quien presidió la comisión, dijo que la decisión fue moderada. “Reducirá la población y los costos penitenciarios sin afectar la seguridad pública.” Al comenzar la tarea de la comisión, el Ministerio de Justicia proponía que sólo 27.000 condenados fueran elegibles para la revisión, dado que muchos fiscales se oponían a cualquier reforma retroactiva, pero más de 60.000 cartas enviadas por ciudadanos, entre ellos docenas de abogados, legisladores, jueces y organizaciones sociales, llevaron a la ampliación del universo comprendido. El Ministro Eric Holder declaró el viernes que estaba en el interés de la justicia la aplicación retroactiva de los cambios a las directivas que deben seguir los jueces en estos casos. La implementación de la reforma insumirá un año, de modo que “los jueces tengan tiempo suficiente para considerar si una persona determinada que cumpla con los requisitos generales merece la reducción de su condena”, dijo. La principal organización defensora de los derechos humanos en Estados Unidos, la American Civil Liberties Union, ACLU, dijo que “mientras continuamos la marcha hacia la equidad en la política judicial fallida y racialmente tendenciosa, no podemos dejar atrás a quienes tuvieron la mala suerte de recibir sus condenas antes de que estas políticas fueran modificadas. La retroactividad de las nuevas orientaciones llevará alivio a miles de personas que están cumpliendo condenas de excesiva dureza”. La revisión, que beneficiará a los condenados por el tráfico de cualquier tipo de drogas siempre que no hayan utilizado medios violentos, irá acompañada por el establecimiento de casas de medio camino del Servicio Penitenciario, para que cada prisionero reciba servicios de transición que mejoren sus posibilidades de un exitoso reingreso a la sociedad.
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