Datafolha también preguntó sobre quién sería el candidato ideal para las
próximas elecciones y el 58 por ciento de las personas consultadas se inclinó
por el antecesor y mentor político de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva.
El avance del opositor Aecio Neves redujo las posibilidades de la presidenta
brasileña Dilma Rousseff de lograr la reelección en la primera vuelta de los
comicios de octubre próximo. El apoyo a la mandataria bajó un punto porcentual y
se situó en 37 por ciento, mientras que la intención de voto de su principal
rival pasó del 16 al 20 por ciento. La encuesta confirma las tendencias que han
constatado otros sondeos publicados en el último mes, según los cuales la
intención de voto por Rousseff cae en forma lenta pero progresiva, al mismo
tiempo que crece el respaldo a Neves. Aun así, el 37 por ciento de intención de
voto que se le atribuye a la jefa de Estado sigue siendo similar al que ostentan
todos los otros posibles candidatos juntos, que llega al 38 por ciento, de
acuerdo con el sondeo de Datafolha. La encuesta tiene un margen de error de dos
puntos porcentuales y fue realizada el 7 y 8 de mayo, período en el que fue
consultada la opinión de 2844 electores de 174 ciudades del país.
Por detrás de Rousseff y Neves se sitúa el socialista Eduardo Campos, quien en
abril pasado tenía el apoyo del 10 por ciento del electorado y ahora pasó al 11.
El resultado del sondeo de Datafolha también indica que, en el actual escenario,
las elecciones del 5 de octubre podrían dirimirse en una segunda vuelta, que es
necesaria en caso de que ningún candidato supere el 50 por ciento o no acumule
más votos que todos sus rivales juntos. Las mismas tendencias reflejadas en el
sondeo de Datafolha fueron reflejadas en encuestas divulgadas en las últimas
semanas por las empresas MDA y Sensus, que arrojaron resultados muy similares.
Datafolha también preguntó sobre quién sería el candidato ideal para las
próximas elecciones y el 58 por ciento de las personas consultadas se inclinó
por el antecesor y mentor político de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva. En
las últimas semanas, dentro del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) hubo
sectores que se pronunciaron a favor de un posible retorno del ex presidente,
quien gobernó entre 2003 y 2011. Sin embargo, esos movimientos fueron
rápidamente aplacados por el propio PT, que en un encuentro nacional realizado
hace una semana, y al que asistieron Rousseff y Lula, confirmó a la actual
presidenta como su “única candidata” para las elecciones.
La cómoda ventaja electoral de Rousseff de comienzos de año ha sido minada por
preocupaciones sobre el aumento de la inflación en una economía en
desaceleración y un escándalo político que afecta a la petrolera estatal
Petrobras, la mayor compañía de Brasil. De hecho, la mandataria dejó entrever
esta semana que la oposición busca dañar su imagen de cara a las presidenciales.
Rousseff aseguró que “no hay duda de que hay un componente político en esto”, en
referencia a la investigación de los contratos firmados por la estatal Petrobras
en tiempos en que la actual presidenta era la ministra de la Casa Civil de la
Presidencia (jefa de Gabinete) y también la titular del Consejo de
Administración de Petrobras.
Por otra parte, el presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil, Marco
Aurélio Mello, anunció ayer que el número de votantes en las elecciones
presidenciales, legislativas y regionales de octubre pasará los 140 millones. El
magistrado destacó que será la primera vez que se supere esa cifra, que según
los cálculos del Tribunal Superior Electoral deberá llegar a 141,8 millones de
electores, aunque el dato preciso sólo será divulgado en julio próximo. En las
últimas presidenciales, realizadas en 2010, el número de electores llegó a 135,8
millones, con lo que las previsiones del tribunal apuntan a un aumento cercano
al 4,5 por ciento para este año.
10/05/14 Página|12
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