Por Jorge Alemán *
En principio, los llamados intelectuales franceses no tienen nada que ver con la realidad política que se está efectuando en la realidad. Sin embargo, es indudable que el pensamiento crítico francés se nutrió del aura de la Comuna, la tradición ilustrada, la Revolución, el ’68, esta secuencia histórica siempre le dio otra gravitación a sus textos e intervenciones.
Pero ahora que el huevo de la serpiente ya rompe su cascarón con esta aparición macabra de un partido nazi, que a la vez dice y simula enfrentarse a la dominación alemana de Europa es hora de abrir ciertas cuestiones. Entre los ex maoístas derechizados a lo Bernard Levy, los socialdemócratas siempre asustados con romper el consenso y los “teóricos radicales” que como bellas almas custodian los acontecimientos que sólo se vuelven inteligibles en el principio vertebrador de sus teorías, han despreciado y no han querido pensar las experiencias latinoamericanas de respuesta al neoliberalismo. Han permitido que la ultraderecha se apropie de términos como “soberanía”, “pueblo”, luchas anti Alemania, antitroika, etcétera. En suma, han cedido la posición en los antagonismos actuales a la ultraderecha.
En este punto es necesario remarcar la actitud claramente diferente de Alexis Tsipras en Grecia y ahora la extraordinaria emergencia de Podemos, y su interpretación gramsciana-laclausiana de la Hegemonía y el Antagonismo.
Podemos ha intervenido como un dispositivo que ha sabido “leer” las contraexperiencias del neoliberalismo en Latinoamérica y las del sur de Europa. Ha constituido Círculos en toda España y también en Latinoamérica, la presencia en Buenos Aires de miembros de Podemos en Carta Abierta da cuenta de ello. También el Círculo de psicoanálisis, que intenta elaborar la relación picoanálisis-política en la época del malestar neoliberal es otra muestra de su originalidad política.
Es hora de que los intelectuales críticos franceses despierten de su propia y merecida gloria y que el horizonte del gesto sartreano se manchen, entren en conflicto con ellos mismos, como aquellos que defienden una opción, y miren al sur, a Latinoamérica y al sur de Europa, donde hay mucho que pensar si se toma la decisión de que el “fascismo no pasará”.
* Psicoanalista y escritor. Consejero cultural de la embajada argentina en España.
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