Héctor Jorge Cámpora nació en
1909. Inició su vida política militando en el conservadurismo en San Andrés
de Giles, provincia de Buenos Aires. En 1945, junto con otros dirigentes
conservadores menores, ingresó al peronismo. En 1946 fue electo diputado,
y ocupó la presidencia de la Cámara entre 1948 y 1952. Impuso una fuerte
regimentación de la bancada peronista y sancionó con dureza a los opositores.
Sobre todo, se hizo famoso por su adhesión incondicional a Perón, que lo
llevó a presentar veintiún proyectos de homenaje, y a declarar que antes
que “consecuente” él era “obsecuente”.
En 1955 fue detenido, al igual que otros muchos dirigentes peronistas. En marzo de 1957 se fugó de la cárcel de Río Gallegos, junto con John William Cooke, Jorge Antonio, Guillermo Patricio Kelly y José Espejo. Se mantuvo en un segundo plano hasta que sorpresivamente, en noviembre de 1971, Perón lo convocó y lo designó su delegado personal, en reemplazo de Jorge Daniel Paladino.
Desde abril de 1971, el presidente Lanusse había iniciado la búsqueda de una salida política para la Revolución Argentina, negociando con los partidos reunidos en La Hora del Pueblo, de la que Paladino era un importante animador. La designación de Cámpora indicaba que Perón quería controlar personalmente, sin intermediarios independientes, la compleja negociación que se iniciaba. Por entonces Perón acentuó sus ataques al gobierno, estimuló a los grupos juveniles, que pronto serían incorporados a la dirección del Movimiento, y atacó a las Fuerzas Armadas desde la revista Las Bases, que dirigía la hija de su secretario López Rega.
En 1955 fue detenido, al igual que otros muchos dirigentes peronistas. En marzo de 1957 se fugó de la cárcel de Río Gallegos, junto con John William Cooke, Jorge Antonio, Guillermo Patricio Kelly y José Espejo. Se mantuvo en un segundo plano hasta que sorpresivamente, en noviembre de 1971, Perón lo convocó y lo designó su delegado personal, en reemplazo de Jorge Daniel Paladino.
Desde abril de 1971, el presidente Lanusse había iniciado la búsqueda de una salida política para la Revolución Argentina, negociando con los partidos reunidos en La Hora del Pueblo, de la que Paladino era un importante animador. La designación de Cámpora indicaba que Perón quería controlar personalmente, sin intermediarios independientes, la compleja negociación que se iniciaba. Por entonces Perón acentuó sus ataques al gobierno, estimuló a los grupos juveniles, que pronto serían incorporados a la dirección del Movimiento, y atacó a las Fuerzas Armadas desde la revista Las Bases, que dirigía la hija de su secretario López Rega.
Tres días después de realizada
esta entrevista, Las Bases difundió un célebre documento de Perón: “La única
verdad es la realidad”, cuyas líneas principales son anticipadas en estas
declaraciones de Cámpora. Perón alienta medidas económicas de urgencia,
reclama que se anticipe el llamado a elecciones y propone la constitución
de un Frente Nacional que pronto se denominaría Frente Cívico de Liberación
Nacional integrado por peronistas, frondicistas, conservadores populares
y demócrata-cristianos. El documento es cauto respecto del gobierno y abre
la puerta a una negociación, aunque Cámpora reclama que se la haga a través
de representantes de alto nivel descartando al embajador en España, brigadier
Rojas Silveyra.
De ahí en más, el diálogo entre Perón y Lanusse tuvo algunos momentos de fluidez y muchos muy ríspidos. Cámpora tradujo fielmente las instrucciones de Perón –quien de todos modos jugó con otras cartas– y puso un empeño personal en convencerlo de que retornara al país. El retorno se produjo en noviembre de 1972: Perón se entrevistó con los partidos políticos, organizó el Frejuli y se marchó el 14 de diciembre, indicando a Cámpora como candidato presidencial.
Los siete meses siguientes fueron sin duda los más notables en la vida de Cámpora: candidato presidencial triunfante y presidente vicario por propia voluntad, hasta su renuncia en julio de 1973. Luego fue embajador en México, retornó al país a fines de 1975 para asilarse en la Embajada de México luego del golpe de Estado de 1976. Los militares, ensañados con él, no le permitieron abandonar el país. Luego de una larga residencia obtuvo el salvoconducto que le permitió asilarse en México, donde murió en 1980.
En 1972, la revista Primera Plana empezaba a ser usada por los peronistas para hostigar a Lanusse, promoviendo el descontento entre los militares, y sobre todo entre los aeronautas. Desde junio comenzó a aparecer una columna sin firma, escrita por Julián Licastro, ex militar y dirigente juvenil, donde se traducían las ideas de los grupos juveniles radicalizados, en términos adecuados para los militares. La revista fue suspendida por el gobierno en septiembre de ese año.
[Por Sylvia Saítta y Luis Alberto Romero, Página|12, 17/02/06]
De ahí en más, el diálogo entre Perón y Lanusse tuvo algunos momentos de fluidez y muchos muy ríspidos. Cámpora tradujo fielmente las instrucciones de Perón –quien de todos modos jugó con otras cartas– y puso un empeño personal en convencerlo de que retornara al país. El retorno se produjo en noviembre de 1972: Perón se entrevistó con los partidos políticos, organizó el Frejuli y se marchó el 14 de diciembre, indicando a Cámpora como candidato presidencial.
Los siete meses siguientes fueron sin duda los más notables en la vida de Cámpora: candidato presidencial triunfante y presidente vicario por propia voluntad, hasta su renuncia en julio de 1973. Luego fue embajador en México, retornó al país a fines de 1975 para asilarse en la Embajada de México luego del golpe de Estado de 1976. Los militares, ensañados con él, no le permitieron abandonar el país. Luego de una larga residencia obtuvo el salvoconducto que le permitió asilarse en México, donde murió en 1980.
En 1972, la revista Primera Plana empezaba a ser usada por los peronistas para hostigar a Lanusse, promoviendo el descontento entre los militares, y sobre todo entre los aeronautas. Desde junio comenzó a aparecer una columna sin firma, escrita por Julián Licastro, ex militar y dirigente juvenil, donde se traducían las ideas de los grupos juveniles radicalizados, en términos adecuados para los militares. La revista fue suspendida por el gobierno en septiembre de ese año.
[Por Sylvia Saítta y Luis Alberto Romero, Página|12, 17/02/06]
Reportaje de la revista Primera Plana, Nº 472, el 11 de febrero de 1972
"Sí, ya lo creo. Fueron diez días de intenso trabajo." En el Aeropuerto de Barajas, la madrugada del jueves 10, un sonriente Juan Perón sintetizaba a Primera Plana el resultado de sus últimas reuniones con Héctor Jorge Cámpora.
Entretanto, éste –impecable camisa de seda natural, pantalón beige, blazer azul– ascendía al Boeing 707 320B, matrícula norteamericana N 739 AL, que iba a traerlo de regreso a Buenos Aires. Ya sobre Ezeiza, el aparato debió revolotear más de una hora por falta de plafond para el aterrizaje. Fue el momento aprovechado por Primera Plana: abordando al Delegado Personal, consiguió recoger sus enfoques y revelaciones a tres mil metros del suelo. Una táctica previsora. Cuando el avión hubo tocado finalmente la pista, Cámpora apenas platicó unos minutos con los periodistas. En seguida fue introducido por su hijo Carlos Alberto y por el secretario general Jorge Gianola en su Chevrolet 400 verde, que partió hacia lo desconocido.
P. P.: –Doctor Cámpora, de sus conversaciones con Perón, ¿qué conclusiones extrae usted sobre el modo en que él ve lo que está sucediendo en la Argentina?
H. J. C.: –El general se halla sumamente preocupado sobre la situación económica en nuestro país y sobre las penurias que el costo de vida y el desempleo infligen al pueblo trabajador.
P. P.: –¿Y en lo político? ¿Insiste en su exigencia de que se acorte el plazo para la convocatoria a elecciones?
H. J. C.: –Sí, señor. Categóricamente.
P. P.: –¿Confían en que al fin
se concretará la salida electoral?
H. J. C.: –¿Nosotros? Como la gran mayoría del pueblo argentino, somos escépticos.
P. P.: –El general Perón ha emplazado hasta junio al gobierno para que culminen las definiciones electorales. Ese plazo, ¿se mantiene o se ha acortado?
H. J. C.: –En ese terreno, el justicialismo continúa la tarea emprendida.
P. P.: –¿Qué piensa acerca de las manifestaciones que el Presidente habría formulado a sus camaradas de armas, calificando al futuro gobierno como "de transición y consolidación"?
H. J. C.: –¿Nosotros? Como la gran mayoría del pueblo argentino, somos escépticos.
P. P.: –El general Perón ha emplazado hasta junio al gobierno para que culminen las definiciones electorales. Ese plazo, ¿se mantiene o se ha acortado?
H. J. C.: –En ese terreno, el justicialismo continúa la tarea emprendida.
P. P.: –¿Qué piensa acerca de las manifestaciones que el Presidente habría formulado a sus camaradas de armas, calificando al futuro gobierno como "de transición y consolidación"?
H. J. C.: –Si ese trascendido es veraz,
el propósito carece de sentido. El pueblo argentino jamás aceptaría
"salidas condicionadas".
P. P.: –¿Hay novedades en torno de la candidatura presidencial de Perón?
H. J. C.: –El general ha dicho que hará lo que quiera el pueblo. Y las bases ya se han pronunciado.
P. P.: –¿Cómo tomó Perón la propuesta de Rogelio Frigerio en el sentido de constituir un Frente Nacional?
H. J. C.: –Yo todavía no me encontraba en Madrid cuando fue el señor Frigerio. Pero el Frente Nacional ya existe: es la coincidencia de los partidos que aspiran a la normalización institucional del país, en juego limpio y sin pactos. El justicialismo integra esa coincidencia que es La Hora del Pueblo.
P. P.: –Pero según reveló el mismo Frigerio, muy pronto Perón recibirá al doctor Arturo Frondizi. ¿Qué trascendencia le atribuye a esa futura entrevista de ambos ex presidentes?
H. J. C.: –El general Perón siempre ha recibido y recibe a todos los argentinos inquietos por el destino del país.
P. P.: –¿Es cierto que el embajador Rojas Silveyra visita a menudo al general Perón?
H. J. C.: –No lo sé.
P .P.: –En Madrid se dice que hubo y que habrá otros enviados del gobierno argentino para conversar con Perón.
H. J. C.: –Yo también he escuchado decir eso en Madrid.
P. P.: –¿Es verdad que usted trae una cinta grabada del general? ¿Qué dice?
H. J. C.: –Sí, es verdad. El general Perón ratifica allí las consignas de unidad, solidaridad y organización.
P. P.: –¿Hay novedades en torno de la candidatura presidencial de Perón?
H. J. C.: –El general ha dicho que hará lo que quiera el pueblo. Y las bases ya se han pronunciado.
P. P.: –¿Cómo tomó Perón la propuesta de Rogelio Frigerio en el sentido de constituir un Frente Nacional?
H. J. C.: –Yo todavía no me encontraba en Madrid cuando fue el señor Frigerio. Pero el Frente Nacional ya existe: es la coincidencia de los partidos que aspiran a la normalización institucional del país, en juego limpio y sin pactos. El justicialismo integra esa coincidencia que es La Hora del Pueblo.
P. P.: –Pero según reveló el mismo Frigerio, muy pronto Perón recibirá al doctor Arturo Frondizi. ¿Qué trascendencia le atribuye a esa futura entrevista de ambos ex presidentes?
H. J. C.: –El general Perón siempre ha recibido y recibe a todos los argentinos inquietos por el destino del país.
P. P.: –¿Es cierto que el embajador Rojas Silveyra visita a menudo al general Perón?
H. J. C.: –No lo sé.
P .P.: –En Madrid se dice que hubo y que habrá otros enviados del gobierno argentino para conversar con Perón.
H. J. C.: –Yo también he escuchado decir eso en Madrid.
P. P.: –¿Es verdad que usted trae una cinta grabada del general? ¿Qué dice?
H. J. C.: –Sí, es verdad. El general Perón ratifica allí las consignas de unidad, solidaridad y organización.
P. P.: –A propósito de unidad,
seguramente usted conversó con el general sobre la situación interna
planteada en el justicialismo entre ciertos gremialistas y los representantes
de la juventud...
H. J. C.: –Mire, acontecimientos así, lejos de resultar negativos, son los que verdaderamente le dan vida al Movimiento. Pero, en última instancia, usted sabe que para todo verdadero peronista no hay nada mejor que otro peronista. Si en estos momentos el país está asistiendo al espectáculo de antiguos adversarios políticos sentados a la misma mesa de una coincidencia, ¿cómo no van a poder superarse las diferencias que se generen entre peronistas?
P. P.: –Hoy se cierra la afiliación en el Partido Justicialista. ¿Cuándo quedará concluido el proceso de organización interna?
H. J. C.: –Mire, acontecimientos así, lejos de resultar negativos, son los que verdaderamente le dan vida al Movimiento. Pero, en última instancia, usted sabe que para todo verdadero peronista no hay nada mejor que otro peronista. Si en estos momentos el país está asistiendo al espectáculo de antiguos adversarios políticos sentados a la misma mesa de una coincidencia, ¿cómo no van a poder superarse las diferencias que se generen entre peronistas?
P. P.: –Hoy se cierra la afiliación en el Partido Justicialista. ¿Cuándo quedará concluido el proceso de organización interna?
H. J. C.: –El 7 de mayo,
día en que se conmemora el cumpleaños de la compañera Evita, se realizarán
las elecciones de las cuales saldrán las autoridades partidarias definitivas.
Con eso se completa el proceso de organización interna.
P. P.: –¿Habrá lista única?
H. J. C.: –Ese es el deseo del general Perón, expresado en la cinta a que usted hacía referencia. El jefe del justicialismo previene contra el peligro de los enfrentamientos internos, fomentados y aprovechados por nuestros enemigos.
P. P.: –¿Habrá lista única?
H. J. C.: –Ese es el deseo del general Perón, expresado en la cinta a que usted hacía referencia. El jefe del justicialismo previene contra el peligro de los enfrentamientos internos, fomentados y aprovechados por nuestros enemigos.
P .P.: –Hablando de otra
cosa, doctor Cámpora, ¿qué novedades trae acerca de las actividades
próximas de Isabelita?
H. J. C.: –Lo primero que
haré será ir a verla.
P. P.: –Tenemos entendido que ha postergado su gira al interior.
H. J. C.: –En efecto. La Comisión Nacional que integran todas las ramas del Movimiento y que debía programar esa gira de la señora estimó más conveniente postergar dicho viaje para mediados de marzo. Y como el general estaba ansioso por ver a su señora esposa, resolvieron que ella se trasladase ahora a Madrid, a fin de regresar a Buenos Aires sobre la fecha de la gira. La visita de la señora Isabel Perón ha despertado un enorme interés y entusiasmo en las provincias y es preciso diagramar su trayecto con el máximo cuidado, tratando de conciliar las aspiraciones de todos. Esto se los digo como un trascendido; oportunamente la Comisión dará a conocer el programa definitivo.
P. P.: –Una última pregunta, doctor Cámpora. ¿Vuelve Perón? ¿Cuándo?
H. J. C.: –Según calcula su abogado, el doctor Isidoro Ventura Mayoral, los procesos calumniosos e injuriosos que la reacción oligárquica urdió contra el general Perón podrían declararse prescriptos alrededor del mes de abril. Si ello se concreta, si el gobierno cumple entregando el pasaporte y si Perón estima que existen las lógicas condiciones de seguridad personal, el ilustre argentino va a regresar a su patria. Porque Juan Perón siempre hace lo que quiere el pueblo. Y su retorno triunfal a nuestra tierra hace dieciséis años que es el clamor unánime de las grandes mayorías argentinas.
P. P.: –Tenemos entendido que ha postergado su gira al interior.
H. J. C.: –En efecto. La Comisión Nacional que integran todas las ramas del Movimiento y que debía programar esa gira de la señora estimó más conveniente postergar dicho viaje para mediados de marzo. Y como el general estaba ansioso por ver a su señora esposa, resolvieron que ella se trasladase ahora a Madrid, a fin de regresar a Buenos Aires sobre la fecha de la gira. La visita de la señora Isabel Perón ha despertado un enorme interés y entusiasmo en las provincias y es preciso diagramar su trayecto con el máximo cuidado, tratando de conciliar las aspiraciones de todos. Esto se los digo como un trascendido; oportunamente la Comisión dará a conocer el programa definitivo.
P. P.: –Una última pregunta, doctor Cámpora. ¿Vuelve Perón? ¿Cuándo?
H. J. C.: –Según calcula su abogado, el doctor Isidoro Ventura Mayoral, los procesos calumniosos e injuriosos que la reacción oligárquica urdió contra el general Perón podrían declararse prescriptos alrededor del mes de abril. Si ello se concreta, si el gobierno cumple entregando el pasaporte y si Perón estima que existen las lógicas condiciones de seguridad personal, el ilustre argentino va a regresar a su patria. Porque Juan Perón siempre hace lo que quiere el pueblo. Y su retorno triunfal a nuestra tierra hace dieciséis años que es el clamor unánime de las grandes mayorías argentinas.
www.elortiba.org
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