La próxima reunión de los ministros de Industria de Argentina, Débora Giorgi, y de Brasil, Mauro Borges, podría deparar novedades en las negociaciones sobre el intercambio automotriz bilateral, aunque es probable que la Argentina deba resignar alguna de sus pretensiones a cambio de lograr otras.
En una entrevista publicada ayer por el diario brasileño O'Globo, Borges señaló que "hemos cerrado con los representantes del sector privado una propuesta brasileña, que será presentada a las autoridades argentinas a fin de este mes". Está pautado que los dos funcionarios se encuentren en Buenos Aires entre el 27 y el 28 de este mes.
La propuesta brasileña, que apunta a un año de vigencia, consistirá en tres ejes, según Borges. El primero, el sostenimiento del "sistema flex" de intercambio comercial bilateral de vehículos por el cual por cada unidad vendida por la Argentina, Brasil puede vender 1,9. "No aceptamos –dijo Borges– una relación 1 a 1,3 como quiere la Argentina."
Este punto no será del agrado de las autoridades de Buenos Aires, las que hasta ahora adjudicaban a los funcionarios brasileños su aceptación de la fórmula propuesta por la Argentina mientras señalaban a la cámara de fabricantes de autos de Brasil, Anfavea, como la que la rechazaba. Ahora Borges tira abajo esa posibilidad. "Para nosotros Anfavea es una cámara patronal ultraliberal que quiere el libre comercio y rechaza nuestra propuesta", dijo una fuente argentina con conocimiento del tema.
La propuesta brasileña para el "flex" se va a basar, según Borges, en el promedio de los últimos tres años de la participación de cada país en el mercado del vecino.
El segundo punto es el incremento de la participación de las autopartes argentinas en la producción de autos brasileños. Al respecto, Borges ofrecerá a sus pares argentinos "una meta de sustitución de importaciones de autopartes de extrazona por intrazona". Ni Borges ni las fuentes argentinas dieron a conocer a cuánto ascenderá esa meta. Brasil importa autopartes de extrazona (de fuera del Mercosur) por U$S 20 mil millones anuales.
El déficit comercial con Brasil del sector de autopartes alcanzó en 2013 a U$S 2767 millones, sobre un déficit comercial total de la Argentina con Braisl de U$S 3100 millones.
El sector autopartista no sólo busca mayores ventas al exterior sino también un incremento de las compras locales por parte de las terminales automotrices, las que importan hasta el 70% del total de piezas que componen los autos producidos en el país. El tercer punto es que, siempre según Borges, el gobierno argentino ha comprometido satisfacer la demanda de dólares destinadas a la compra de los vehículos brasileños por parte de las terminales automotrices locales. De esa forma, Brasil agrega un elemento más que le asegure el sostenimiento del control de la mitad del mercado argentino de autos.
Atado a este punto se encuentra la posibilidad de financiamiento por U$S 2000 millones provenientes del BNDES para la compra de los productos brasileños.
TIEMPO ARGENTINO
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