lunes, 1 de julio de 2013
Juan Domingo Perón CARTA AL PRESIDENTE KENNEDY
Madrid, Julio de 1967
Mr. John Fitzgerald Kennedy
Presidente de
los Estados Unidos de América.
(...) Usted Señor Presidente, ha afirmado con evidente buen juicio, que los problemas latino
americanos tienen su solución en la Justicia social.
Hace quince años, los justicialistas en la República Argentina afirmamos lo mismo y lo hicimos doctrinaria y acabadamente en realizaciones fehacientes. Estados Unidos e Inglaterra colaboraron para que fuéramos derribados del gobierno, donde estábamos, elegidos por una mayoría
sin precedentes en la historia política del país. De estas incongruencias suele estar empedrado el camino que conduce al fracaso. Las consecuencias no pueden cambiar porque hayan variado
los presidentes de los Estados Unidos y usted debe cargar con el lastre tan negativo de sus predecesores. En los últimos quince años la República Argentina no
ha recibido de Norteamérica sino perjuicios, tanto cuando nos bloquearon en 1947 como cuando la invadieron sus compañías petroleras en 1959.
Muchas veces he oído a funcionarios americanos preguntarse por la causa de la adversión que los pueblos iberoamericanos sienten por su país y su gobierno.
Esta es la hora de los pueblos
La explicación es demasiado compleja y larga de enumerar aunque implícitamente puede condensársela en pocas palabras: los días que corren comienzan ya a ser la "hora de los pueblos" anunciada por el Justicialismo hace más de quince años; los Estados Un idos hasta ahora se han dedicado a "ganar gobiernos" (o a comprarlos), en tanto Rusia ha tratado de conquistar los pueblos. Los pueblos son los permanentes mientras los gobiernos son circunstanciales. Las consecuencias se comienzan ya a percibir no sólo en Europa, Asia y África, sino también en Latinoamérica. Esa es una de las principales razones para que los pueblos vean en los Estados Unidos a un enemigo, como enemigo es a menudo el
gobierno que apoyan, en tanto Rusi gana en los pueblos cada día mayor número de amigos.
Uno de los peores males que azotan al pueblo y al gobierno norteamericano son sus agencias
de noticias y sus cadenas publicitarias, que actúan en todo el continente,dirigidas por la Sociedad Interamericana de Prensa (S.l.P.)(...). Una prédica dañina de tales órganos de opinión ha pretendido, aunque sin éxito, envenenar a la opinión pública contra las tendencias populares los hombres que lealmente las servían, utili
zando la circulación de infundios y calumnias de todo orden mal disimuladas en las noticias que transmiten, sin percatarse del mal que con ellse hacían a si mismas y a su país. Las consecuencias de tal conducta han recaído sobre los Estados Unidos a quie
nes se cargan (tal vez injustamente) las culpas de la ignominia de sus órganos publicitarios.
Esas agencias y cadenas publicitarias reciben el castigo que corresponde a todos los falsarios:
que cuando dicen la verdad, nadie la cree. (...) El caso de la República Argentina es altamente ilustrativo al respecto: en 1946, con la ascensión al poder del Movimiento Justicialista, se iniciaen el país una verdadera revolución social que lleva a su frente las tres banderas que constituyen la aspiración del pueblo argentino: la justicia social, la independencia económica y la sobe-ranía política. De nuestras inmensas realizaciones materiales están en el país los testimonios más elocuentes, pero lo que constituye nuestro mayor orgullo es la obra social realizada quellevó un país medieval a ser uno de los estados socialmente más avanzados y poseer uno de los standards de vida relativamente más elevados. Gobernamos con la constitución y la ley y el pueblo afirma aún hoy que el gobierno justicialista aseguró diez años de felicidad y el setenta
por ciento de la población era justicialista. Hoy, después de seis años de violencia, arbitrariedad y concupiscencia gubernamental, podemos asegurar que ese porcentaje ha aumentado.
Sin embargo, una despiadada campaña publicitaria r
ealizada por las agencias norteamericanas
de noticias, apoyada por el mismo Gobierno de los Estados Unidos, se encargó de difundir por el mundo las mayores calumnias e infamias contra nuestro régimen constitucional como preparación para una acción revolucionaria que, con suficiente evidencia, sabemos fue costeada,apoyada y dirigida por Gran Bretaña. Durante los diez años de nuestro Gobierno sentimos el ataque permanente y la persecución más enconada tanto del "State Department" como del "Foreign Office", que fueron desde el bloqueo implícito hasta el sabotaje más abierto y descarado. Ahora, nos preguntamos, si ante semejante evidencia, el pueblo argentino y su único gobierno realmente representativo, deben seguir amando a sus detractores y destructores.
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Kennedy estaba muerto en el 1967, fue asesinado en 1963. La carta a la que hace referencia es de 1962
ResponderEliminarPara sostener la memoria, la identidad y la resistencia como herramienta histórica de nuestro Pueblo, hay que saber un poco de historia basica primero.
ResponderEliminarEs cierto copié mal la fecha..gracias por sus datos la carta de todos modos es real puede chequearla si gusta y de paso me enseña un poquito mas.
ResponderEliminarNo se me enoje mi ben compañero errores cualquiera comete ud no? Cumpa ?