miércoles, 24 de julio de 2013
"Como peronista, no acordaría con el PRO" El titular de UPCN y número dos de la CGT plantea concretar cambios en las escalas de Ganancias.
Por:
Ignacio Chausis
Andrés Rodríguez conduce desde 1990 los destinos del principal gremio estatal del país, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) –con 280 mil afiliados, según él mismo detalla– y es además el secretario adjunto de la CGT. En diálogo con Tiempo Argentino, asegura que hoy está lejos la posibilidad de la unidad del movimiento obrero principalmente por la creciente "partidización" que tomó el espacio de Hugo Moyano, y que la lista del intendente de Tigre, Sergio Massa, carece de la "homogeneidad de pensamiento" suficiente como para conformar una "propuesta". Respecto del Impuesto a las Ganancias, dice que se deben replantean las escalas internas del impuesto.
–¿Cómo es la propuesta de la CGT para modificar el Impuesto a las Ganancias?
–Nuestra mayor ambición es que la modificación sea por ley porque lo que puede hacer el Ejecutivo –reajustar el mínimo no imponible– no alcanza y queremos una salida de fondo, que tiene que ver con modificar las escalas interiores y automatizar los aumentos anuales, tal como sucede con la movilidad jubilatoria, a medida que se cierran las paritarias y hay nuevos porcentajes de aumentos en las remuneraciones. Después, el Ejecutivo determina cómo compensa los ingresos. El Consejo Directivo de la CGT no aprobó nunca un proyecto determinado; sí hubo un debate al interior del Consejo, pero como no hubo una señal clara de que el Ejecutivo estaba predispuesto a modificarlo por ley (el Impuesto a las Ganancias) tampoco salió una propuesta más pulida. Lo que el Ejecutivo ha hecho es modificar el mínimo no imponible, lo que a su vez complementa –tal como sucedió el año pasado– con exceptuar el medio aguinaldo. Vimos en la práctica este año que no alcanza.
–¿Cree que hay intenciones serias de gravar la renta financiera o es una cuestión de la coyuntura electoral?
–Lo de la renta financiera hay que estudiarlo muy bien, no vaya a ser que uno la grava y después desaparezcan todos los depósitos, como suele suceder con los grupos que manejan poder. Si se puede garantizar que no suceda así, bienvenido sea. Pero lo que sí se puede hacer en relación con Ganancias es modificar las primeras escalas, subirlas lo suficiente como para que no alcancen a los salarios bajos y medios. Pero, además, se pueden subir el tope del 35% con porcentajes mayores para aquellos que ganan mucho más. A lo mejor se puede hacer que el que gana más aporte más también.
–En la CGT hay grupos y dirigentes con juego político propio, lo que impide que funcione adecuadamente como un cuerpo orgánico.
–Es parte del reordenamiento de la CGT. Hay factores que tal vez en apariencia son menores pero que influyen en nuestro funcionamiento, como la falta de un edificio. También existe una realidad, que justamente fue una de las grandes críticas que se le hizo en su momento al anterior Consejo Directivo que presidía el compañero Moyano, en cuanto a una conducción muy personalizada. Lo que pretendíamos entonces era la instalación de un cuerpo colegiado como es siempre un secretariado de la CGT. De cualquier manera, en el historial del movimiento obrero jamás se perdieron los matices, pero requieren siempre un reordenamiento constante para que prevalezcan las decisiones institucionales. Probablemente falte pulir esta cuestión, pero preferimos este tránsito hacia consolidar esta institucionalidad y no que ocurra que alguno –o algún grupo– se adueñe de la CGT y la disponga para sus propios intereses.
–¿Lo sorprendió la alianza entre Hugo Moyano y Francisco de Narváez?
–No tanto porque otras de las cuestiones que determinaron el Congreso Normalizador de la CGT de octubre del año pasado fue que veíamos que había una politización y una partidización de la CGT que no es el rol adecuado en el movimiento obrero. No podemos convertir a la CGT en un partido, esta es la cuestión clave. Ahora vemos cómo un agrupamiento gremial como el que preside el compañero Moyano teje alianzas con dirigentes partidarios para instalarse en esta elección legislativa. No es objetable desde el punto de vista político, pero desde el punto de vista sindical sí lo es.
–"Los planes Trabajar son planes descansar", dijo Moyano recientemente. ¿Qué le pareció?
–No voy a juzgar una declaración en particular, pero veo que está teñida por esta instancia de campaña política, no obedece a la realidad. El gobierno que asumió en 2003 y el actual de la presidenta Cristina Fernández han hecho esfuerzos y acciones concretas para favorecer la inclusión social. Faltarán cuestiones, pero se han hecho esos esfuerzos y hay que reconocerlos.
–¿Van a expulsar a Héctor Daer de la mesa chica, tras enterarse por los diarios de que forma parte de la lista de Sergio Massa?
–No, en absoluto. Respetamos que cada dirigente tiene derecho a ser un militante político y por supuesto a incursionar dentro de ese espacio mientras la CGT cumpla su rol.
–Pero molestó que no les avise.
–Habría sido positivo que lo conversara con el secretario general (Antonio Caló), pero es un detalle de las reglas de juego, no hace al fondo de la cuestión.
–Al kirchnerismo se le reconoce una mayor injerencia de la juventud en el plano político, pero eso parece ausente en el plano sindical. ¿No hace falta una renovación?
–En absoluto. Sucede que no se conoce el interior de un gremio. Yo le puedo asegurar que en este momento estamos haciendo elecciones de comisiones internas en los lugares de trabajo –lo hacemos cada dos años– y un tercio de los delegados son gente joven menor a los 30 años. Esta imagen que se da, de que el sindicalismo está vetusto, es incorrecta.
–¿Qué le parece la lista de Massa? Muchos le critican que es un "rejunte".
–Me parece que es bastante abarcativa lo cual eso también dificulta muchas veces cuando uno tiene que dar una propuesta, porque la propuesta tiene que tener una homogeneidad de pensamiento, y esta la da generalmente una doctrina política y una ideología. Cuando ello está muy diluido se convierte en algo circunstancial.
–¿Se puede ser peronista y acordar con el PRO en la listas?
–Yo no lo haría, yo que soy peronista no lo haría. -
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