martes, 2 de julio de 2013

Breve reflexión en torno a Massa y la Teoría del Conflicto Por Conrado Yasenza *

Es muy interesante observar cómo se viene construyendo desde el domingo pasado la idea mediante la cual Massa encarna la tercera oleada del Fin de Ciclo Kirchnerista. La corporación comunicacional hizo su trabajo, una vez más: Comenzó la maquinal instalación de Massa - "el político más popular de este tiempo", según Morales Solá en su editorial -y el aniquilamiento político de Daniel Scioli. Luego Massa hizo lo suyo y se postuló como la representación política de la Argentina que viene: Un país en armonía enunciado en la convergencia de diferentes expresiones ideológicas sumadas a la cuota necesaria de espectacularización que los tiempos reclaman. Un noventismo aggiornado que nos ofrece una reversión forzada de un mundo feliz donde el conflicto o la crispación serán remplazados por el Soma de la unidad bajo el deseo de vivir seguros y felices. Pero este planteo se encuentra con algunos obstáculos: 1) Se sabe, ninguna conquista a favor de los pueblos se consigue sin conflicto, tensión y confrontación con los poderes reales; 2) Esta idea está en profunda vinculación con la de relato retórico. Massa y su Frente Renovador plantean hoy la formulación de la pax social como slogan de campaña. El problema sobrevendrá a la hora de la toma de decisiones que son siempre políticas. Allí tendrá Massa que dejar de lado el relato de la armonía, que se aproxima al de la no política promulgado desde la política, para entrar de lleno en el campo del "juego político" y las decisiones que en él se esgrimen. Entonces, deberá decidir por la agenda que el poder comunicacional le impone a cambio de apoyo en su carrera hacia el 2015, o por lo que su relato retórico manifiesta como continuidad del kirchnerismo en su faceta postkirchnerista de nuevo fin de ciclo, en donde se esboza desde el discurso el sostenimiento de algunas "conquistas" logradas por la dupla Kirchner-Fernández. Ese será el momento de quiebre, de estrechamiento de las posibilidades de escapar a la presión ya ejercida desde las corporaciones comunicacionales; será el tiempo de decidir y ese tiempo reinstala el conflicto ya sea porque Massa decida enfrentar los núcleos duros de poder - escena que quien escribe estas lineas descarta - para sostener la AUH, las Jubilaciones Estatales con sus aumentos respectivos dos veces al año, las políticas de expansión de derechos, las paritarias, la estatización del 51 % de las acciones de YPF, la inversión en salud y educación y podría seguir enumerando; o ya, para ceder a la presión - que suena a extorsión - del poder real con el consabido efecto de retorno a las políticas de ajuste, el control de la inflación mediante la fijación de metas de emisión monetaria y la reprivatización de YPF y Jubilaciones. En torno a este último punto cabe destacar que siendo Massa el titular de la ANSES, descreía profundamente de las posibilidades de éxito que implicó la reestatización de las AFJP para sostener el empleo, reducir las desigualdades e implementar la AUH que contribuye a reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los sectores socialmente más vulnerables. En cualquiera de los dos escenarios, se desintegra la retórica del país en armonía. Es allí, en la arena de la acción política donde las posibilidades de Massa para evitar el conflicto se extinguen. Será allí también donde veremos la verdadera consistencia ideológica de Massa y su Renovación. Allí también están cifradas su chances hacia el 2015. Porque como se planteó al comienzo de esta breve reflexión, ninguna conquista se obtiene sin tener que enfrentar férreos núcleos de poder. Y Massa conoce la harina con la que se hornea el pan de la historia. * Periodista. Dtor. de la Revista Digital de Cultura y Política, La Tecl@ Eñe

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