sábado, 6 de junio de 2015

EN OTRA BAJ PARA EL MASSISMO, FRANCISCO DE NARVAEZ DECLINO SU CANDIDATURA PARA LA GOBERNACION BONAERENSE Kid Colorado sufrió un golpe de nocaut

Por Miguel Jorquera
Francisco de Narváez declinó ayer su candidatura a gobernador bonaerense, según argumentó, para no ser un escollo en las negociaciones con que Sergio Massa intenta contrarreloj sellar un gran acuerdo opositor con Mauricio Macri, que el alcalde porteño volvió a rechazar. “Sola, ninguna fuerza de la oposición puede derrotar a los K” y “Dividir es jugar para Cristina”, tuiteó De Narváez luego de anunciar que bajaba su postulación. En el massismo juzgaron la decisión de De Narváez como “un aporte” para facilitar un frente electoral con el macrismo. “Si no se logra, Macri pagará el costo político de un nuevo triunfo del kirchnerismo en octubre”, repitieron ante Página/12 varios de los hombres todavía encolumnados con el líder renovador. Por la mañana, Macri había vuelto a ningunear a Massa: “Si me llama para ser gobernador, le digo que no”, afirmó (ver aparte). Pero en el entorno de Massa afirman que aún existen canales de negociación abiertos con el PRO, al tiempo que admiten que ninguna opción sobre el futuro de su candidatura presidencial está descartada: lograr una gran primaria con Macri, mantener las PASO con el cordobés José Manuel de la Sota o ir con una “boleta corta” –sin candidato presidencial– por la gobernación de la provincia.
“Para facilitar ese acuerdo es que retiro mi candidatura a gobernador”, declaró De Narváez ayer por la tarde. Consideró que “llegó la hora de la verdad” y por eso decidió “dar un paso al costado para facilitar ese acuerdo” entre Macri y Massa, porque “si se hace el acuerdo se puede derrotar al kirchnerismo”. No había sido una jornada agradable para las aspiraciones de Massa y los renovadores en su agónico intento de sellar un acuerdo eelectoral con el PRO. El líder del FR viene perdiendo dirigentes desde hace meses, hasta que en las últimas semanas se precipitó su caída con la deserción de intendentes como, Humberto Zúccaro, José Eseverri, Sandro Guzman, Jesús Cariglino y Raúl Othacehé, entre otros. En esecontexto, Macri volvió a descartar de plano un acercamiento.
El Colorado sabía que las deudas políticas pendientes con Macri eran un escollo difícil de sortear en el camino que intenta transitar Massa para forzar una alianza electoral con el PRO. De Narváez estiró sus argumentos en Twitter. “Conozco muy bien la PBA. Sé que se puede ganar la elección si se unen todas las fuerzas de la oposición”, posteó el diputado y luego agregó: “Depende de Mauricio y Sergio ponerse de acuerdo y derrotar a los K, como en el 2013. Hay tiempo hasta el miércoles!!”, el día que cierra la posibilidad de inscribir alianzas y frentes electorales.
Los tweets siguieron en la misma dirección a la que apuntan desde hace tiempo los massistas: dejar en claro que si no hay “un gran frente antikirchnerista” será por decisión exclusiva de Macri. A pesar de la embestida contra De Narváez de Mónica López –la única precandidata a gobernadora bonaerense que quedó en pie en el Frente Renovador, luego de la deserción de media docena de aspirantes–, cerca de Massa apostaban a que “el renunciamiento” de De Narváez sea un puente de plata para el acuerdo. Días atrás trascendió una declaración de Macri a sus íntimos, en la que supuestamente había afirmado que nunca haría un acuerdo con alguien que lo “odia”, en referencia a De Narváez, con quien mantiene un viejo encono desde la época en que terminó mal su vínculo electoral.
Por otro lado, más allá de los argumentos que esgrimió ayer, lo cierto es que la postulación de De Narváez nunca levantó vuelo y, según los datos de los propios intendentes massistas, rondaba el 15 por ciento de intención de voto. Para peor, el bochornoso episodio que protagonizó cuando junto a un custodio fue a pegarle hasta dejar inconsciente al director de una agencia de noticias dejó a De Narváez muy mal parado ante la opinión pública. El candidato luego debió pedir disculpas.
Desde el kirchnerismo, hubo varios que se sumaron ayer a la teoría del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de que el acuerdo Macri presidente y Massa gobernador “ya está sellado” –incluso tiene apostado un asado– y consideraron que la deserción de De Narváez no es más que su confirmación. Macri lo niega todos los días. Los dirigentes de su partido que hablan públicamente también descartan cualquier posibilidad de acuerdo aunque aclaran que recibirían encantados a los intendentes que quieran pegar el salto, como hizo, por ejemplo, el de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino. Quieren que el massismo, sin Massa, se alinee detrás de la candidatura presidencial de Macri.
Cerca de Massa reconocen que no les agradan los desaires de Macri, pero afirman que “son intentos para bajar las aspiraciones” de los renovadores en las negociaciones que “todavía están abiertas”. Desde el massismo insisten en que la propia esposa del líder renovador, Malena Galmarini, “a través de amigos en común”, y los intendentes Joaquín de la Torre (San Miguel) y Mario Meoni (Junín) son quienes las llevan adelante ante diferentes interlocutores del macrismo.
Massa no hará declaraciones. Ya tiene armada su hoja de ruta para la decisión final: dedicará el fin de semana a “reflexionar” sobre las posibles alternativas, de acuerdo con las novedades que le acerquen sus negociadores. El lunes comunicará su decisión a quienes se mantienen dentro del FR y el martes lo hará público en una conferencia de prensa.
En su entorno no descartan ninguna opción. “La de máxima” –insisten– es sellar una gran interna anti k con Macri”. La otra es mantener las PASO con De la Sota para competir por la candidatura presidencial de uno de los frentes opositores. Y la tercera es ir con boleta corta por la gobernación bonaerense, sin respaldar a ningún candidato presidencial.

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