En unas elecciones en las que está en juego casi el 10% del padrón electoral nacional, en un territorio bajo la permanente amenaza de la violencia de las bandas de narcotraficantes, con la posibilidad -por pirmera vez en lo que va del año- de que pierda los comicios el partido gobernante, con la aparición de un controvertido, polémico e inexperto nuevo jugador en la política local como lo es el candidato a gobernador del PRO, con muchas expectativas sobre la influencia que el resultado de esta elección provincial traería sobre las nacionales de octubre, con todo esto en juego, en un hecho casi inédito en la política nacional no se sabrá quién será el próximo gobernador santafesino en por lo menos un par de semanas de terminado el comicio.
Los resultados provisorios arrojaron un triple empate. Una provincia políticamente dividida en tercios: uno para el socialismo gobernante, el segundo para el ascendente PRO y el tercero para el Frente para la Victoria. Apenas 20 mil votos separan al primero del tercero, y unos dos mil entre quien encabeza el escrutinio provisorio y el segundo. Entonces, nada está definido. Entonces, quien se convierta en gobernador llegará con la indiscutible contundencia de los números: un 70% de los votantes optaron por otra opción. Le dieron la espalda. Y gobernar así una provincia compleja va a ser difícil. Esta es una manera de ver la elección santafesina. Pero dejó otros aspectos a tener en cuenta.
Por lo pronto, Mauricio Macri no logró la tan ansiada tapa de los diarios del día lunes, en la que ya se veía bailando entre globos junto a Miguel Del Sel y anunciando que esto es un anticipo de lo que ocurrirá en octubre.
El socialismo tiene por delante la difícil, casi imposible diría, tarea de convencer al país de que están triunfando en unas elecciones limpias. El antecedente vergonzoso del conteo en las PASO y los apenas 2000 votos de diferencia que le sacaron al PRO, ya llenan de dudas el resultado definitivo. Las denuncias de fraude electoral estarán a la orden del día..
Pero desde un expectante tercer lugar, quien apareció este lunes como más fortalecido en la elección fue el peronista Omar Perotti. El ex intendente de Rafaela le dio un caudal de votos al Frente para la Victoria que no había conseguido ni siquiera el año en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner triunfó con el 54% de los votos a nivel nacional. De un lejano tercer lugar en las PASO, logró este domingo un triple empate que lo integra a la mesa de discusión sobre quién será el futuro gobernador.
Con Del Sel y Lifschitz políticamente heridos, Perotti surge fortalecido, sereno en su reclamo frente al papelón de los otros dos candidatos festejando en sus escenarios un supuesto triunfo electoral, tan discutido como improbable.
Si algún mensaje político de cara a las elecciones presidenciales de octubre ha dejado esta experiencia santafesina es que el Frente para la Victoria sigue en alza. Lo dice tanto el crecimiento entre las internas abiertas y las elecciones del domingo que logró Omar Perotti como el aumento en la imagen positiva de la presidenta de la Nación que registra tanto en al provincia como en el resto del país.
Llamativamente, en este triple empate, quien sale más fortalecido políticamente es el partido -así como el candidato- que salió en tercer lugar. Y fue justo quien se evitó y le evitó al resto del país el bochorno de anunciar un triunfo todavía en discusión.
Ahora se abrirá la etapa del conteo definitivo de los votos que sin duda alguna va a estar acompañado por denuncias cruzadas y sospechas de fraude.
A todo esto, y para mencionarlo pese a que pasó desapercibido para la mayoría de los medios, el Frente Renovador de Sergio Massa quedó relegado a un cuarto lugar lejísimo de cualquier discusión. Un antecdente a tener en cuenta por el candidato tigrense que sigue buscando un lugar donde acomodarse en la arena política, a pesar de que ratificó la semana pasada su aspiración a disputar la Presidencia en octubre. Este domingo, sus votos se repartieron entre el PRO y el FPV, y se supone que, por el crecimiento electoral de Perotti, fueron más para este último partido. ¿Una previa de lo que ocurrirá en las PASO de agosto?
Perotti y el FPV sumaron y mucho. Aparece como el candidato más sereno de cara a un conteo definitivo que se cargará de polémicas. Para el rafaelino los comicios del domingo fueron un triunfo. Aunque no llegue a ser gobernador. Tiene motivos para festejar. El kirchnerismo también. «
iNFO|news
Los resultados provisorios arrojaron un triple empate. Una provincia políticamente dividida en tercios: uno para el socialismo gobernante, el segundo para el ascendente PRO y el tercero para el Frente para la Victoria. Apenas 20 mil votos separan al primero del tercero, y unos dos mil entre quien encabeza el escrutinio provisorio y el segundo. Entonces, nada está definido. Entonces, quien se convierta en gobernador llegará con la indiscutible contundencia de los números: un 70% de los votantes optaron por otra opción. Le dieron la espalda. Y gobernar así una provincia compleja va a ser difícil. Esta es una manera de ver la elección santafesina. Pero dejó otros aspectos a tener en cuenta.
Por lo pronto, Mauricio Macri no logró la tan ansiada tapa de los diarios del día lunes, en la que ya se veía bailando entre globos junto a Miguel Del Sel y anunciando que esto es un anticipo de lo que ocurrirá en octubre.
El socialismo tiene por delante la difícil, casi imposible diría, tarea de convencer al país de que están triunfando en unas elecciones limpias. El antecedente vergonzoso del conteo en las PASO y los apenas 2000 votos de diferencia que le sacaron al PRO, ya llenan de dudas el resultado definitivo. Las denuncias de fraude electoral estarán a la orden del día..
Pero desde un expectante tercer lugar, quien apareció este lunes como más fortalecido en la elección fue el peronista Omar Perotti. El ex intendente de Rafaela le dio un caudal de votos al Frente para la Victoria que no había conseguido ni siquiera el año en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner triunfó con el 54% de los votos a nivel nacional. De un lejano tercer lugar en las PASO, logró este domingo un triple empate que lo integra a la mesa de discusión sobre quién será el futuro gobernador.
Con Del Sel y Lifschitz políticamente heridos, Perotti surge fortalecido, sereno en su reclamo frente al papelón de los otros dos candidatos festejando en sus escenarios un supuesto triunfo electoral, tan discutido como improbable.
Si algún mensaje político de cara a las elecciones presidenciales de octubre ha dejado esta experiencia santafesina es que el Frente para la Victoria sigue en alza. Lo dice tanto el crecimiento entre las internas abiertas y las elecciones del domingo que logró Omar Perotti como el aumento en la imagen positiva de la presidenta de la Nación que registra tanto en al provincia como en el resto del país.
Llamativamente, en este triple empate, quien sale más fortalecido políticamente es el partido -así como el candidato- que salió en tercer lugar. Y fue justo quien se evitó y le evitó al resto del país el bochorno de anunciar un triunfo todavía en discusión.
Ahora se abrirá la etapa del conteo definitivo de los votos que sin duda alguna va a estar acompañado por denuncias cruzadas y sospechas de fraude.
A todo esto, y para mencionarlo pese a que pasó desapercibido para la mayoría de los medios, el Frente Renovador de Sergio Massa quedó relegado a un cuarto lugar lejísimo de cualquier discusión. Un antecdente a tener en cuenta por el candidato tigrense que sigue buscando un lugar donde acomodarse en la arena política, a pesar de que ratificó la semana pasada su aspiración a disputar la Presidencia en octubre. Este domingo, sus votos se repartieron entre el PRO y el FPV, y se supone que, por el crecimiento electoral de Perotti, fueron más para este último partido. ¿Una previa de lo que ocurrirá en las PASO de agosto?
Perotti y el FPV sumaron y mucho. Aparece como el candidato más sereno de cara a un conteo definitivo que se cargará de polémicas. Para el rafaelino los comicios del domingo fueron un triunfo. Aunque no llegue a ser gobernador. Tiene motivos para festejar. El kirchnerismo también. «
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