miércoles, 17 de junio de 2015

El documento que prueba el plan secreto del imperialismo uruguayo El Tratado de la Pasiva

El plan uruguayo para conquistar el mundo mediante la fuerza de la música comenzaba con un desembarco en Argentina donde tomarían una serie de medidas acordes al tradicional expansionismo imperialista del país del Enzo.

Por Adrián Korol*

Los tres se miraron en silencio. Y en ese silencio se dijeron todo y de todo.

Los tres, y sólo los tres, alrededor de una mesa chica y redonda, como todas las de ese boliche.

Alfredo Zitarrosa, Charly García y Georges Brassens conformaron lo que se conoció entonces como “El Triunvirato”.

Un uruguayo, un argentino y un francés, designados por las Naciones Unidas para una tarea superior: dirimir la nacionalidad de Gardel.

Había que cerrar la vieja discusión. En lo único que estaban todos de acuerdo es en que “Carlitos” no murió en Medellín. ¿Pero donde nació?

Finalmente se llegó a una fórmula consensuada: “GARDEL ES UN BOTIJA ARGENTINO QUE NACIO EN TOLOUSE”

Esa palabra, “Botija”, sería una de las armas secretas del expansionismo uruguayo del último siglo, cuando se decidió en el esquema de la división internacional del trabajo que, así como algunos países producían materias primas, y otros países productos manufacturados, Uruguay debía producir canciones.

El plan uruguayo para conquistar el mundo mediante la fuerza de la música comenzaba con un desembarco en Argentina donde tomarían una serie de medidas acordes al tradicional expansionismo imperialista del país del Enzo.

Intentarían, incluso, ocupar la Avenida 9 de Julio y multiplicarla por 2, convirtiéndola así en 18 de Julio.

Investigué el tema durante años, hasta que finalmente encontré el documento que transcribo a continuación y que prueba la existencia del macabro plan encriptado: “El Tratado de La Pasiva”:

“La operación se iniciará con una señal sonora cuando en la orquesta se escuche el violín de Becho. En ese momento Doña Soledad y El Chueco Maciel avanzarán junto A Don José, desde Durazno y Convención hasta la casa de al lado. Sin apuro, porque saben que el tiempo está después. Los carritos de la ciudad se llenan de los adolescentes y también de los abuelos que gritan ¡Arriba la celeste!

A redoblar con un candombe para Gardel. Escuchando al tipo de la radio siguen sus rumbos.

Entre río de pájaros y agua podrida, que no te va gustar, siguen yendo a la casa de damián buscando al gran pez, aunque ello signifique caminar por la cornisa y decir todo en ocho letras.

“Desembarcaremos en Argentina, porque “nos queda bien de al lado” dice un personaje diminuto y azul, que no es un príncipe. Y hay un amor del bueno, cuando sin darte cuenta te abracé en la noche amándote hasta quedar llenos de magia.

Alguien pregunta si no lo vieron a Molina y otro afirma que “si la idea es conquistar el mundo mejor déjate de artesanías, hay metas que no se consiguen si nos quedamos sentados al cordón de la vereda, mejor me voy a desalambrar y que sea lo que sea”

Con mucho esfuerzo pude decodificar el documento, y leyéndolo cuidadosamente descubrí, escondidos, los nombres de algunos de los principales implicados en el siniestro plan invasor: Zitarrosa, Viglietti, Los Olimareños, Jaime Roos, Jorge Nasser, Pablo Estramin, Rumbos, Rada, Tabare Cardozo, Aníbal Sampayo, Leo Masliah, NTVG, Cuarteto de Nos, Alejandro Balbis, El Alemán, Larbanois & Carrero, Pitufo Lombardo, Eduardo Mateo, Buscaglia, Laura Canoura, Emiliano y El Zurdo, Fernando Cabrera, La Vela Puerca, Canario Luna, Jorge Lazaroff, El Sabalero y Jorge Drexler.

Lograron su objetivo. Nos invadieron con su música. Nos conquistaron con sus canciones.

Pero la culpa es nuestra. No opusimos resistencia, pusimos adherencia.

Repaso la lista de los responsables de semejante barbarie y asumo que no están todos, sino sólo algunos, de los infiltrados. Falta el resto.

Falta y resto.

Así que agarrate… Catalina.

*Periodista

Fuente: La Tecla Eñe, Revista Digital de Cultura y Política

 

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