sábado, 7 de junio de 2014

In Memoriam, Compañera Lucía R.V. Tartaglia.

 
 
 
 
TARTAGLIA, Lucía Rosalina Victoria
. Nació el 6 de junio de 1953 en
Santa Rosa, La Pampa. Pasó una niñez tranquila y cómoda. Para la
adolescencia
sus rasgos característicos de un hablar tranquilo y
sosegado,
estaban marcados por una timidez que solo desaparec
ía si ponían música de su
conjunto favorito: Creedence Clearwater Revival. Al
lí en el baile era otra, se transformaba. Al concluir sus estudios secundarios a fines de 1970 decide irse
a vivir a La Plata para comenzar la Facultad. Al año siguiente se anota en
Derecho. Empieza a participar de las reuniones que
el Frente de Agrupaciones
Eva Perón (FA”EP”) hace para discutir la realidad nacional y captar
militantes. Se encuadra en dicha agrupación; todos
la conocen como “Anteojito”. Su madre, doña María, aún recuerda cuando para esa época volvía a Santa Rosa y discutía con su padre por cuestiones políticas: “Pensar
que Lucía antes de irse a estudiar a La Plata no quería a Perón y luego se hizo tan peronista”. La unión de las agrupaciones estudiantiles universitarias peronistas la deposita en la flamante Juventud Universitaria Peronista (JUP)
brazo estudiantil de Montoneros. Comienza a ir a barrios carenciados y villas de la zona para ayudar a la organización de sus hab
itantes. Su padre –que tenía dos despensas en La Pampa- de visita en La Plata, comprueba con sorpresa que más de la mitad de las encomiendas con comestibles que él envía a su hija, esta las deriva así como vienen, sin abrirlas para los necesitados. Lucía se pone de novia con un compañero de la Facultad que también milita en la
JUP: Enrique Román “Shorton” Sierra. (Ver su regist
ro). Ambos profundizan su compromiso con la revolución. Para 1974 en una carta que Lucía la escribe
a su madre le dice claramente, premonitoriamente: “
Hay decisiones que se
toman para toda la vida”. Al final, luego de tantas
luchas contra la burocracia
partidaria, la oligarquía y el imperialismo, es secuestrada entre el 24 y 25 de
noviembre de 1977. La llevan al centro clandestino de reclusión conocido
como “El Banco” (Autopista Ricchieri y Camino de Cintura). Allí le pasa de
todo un poco. Al llegar es torturada y si bien no se sabe a ciencia cierta que
datos tira, hay gente como “El Negro” Raúl Radonich que sabe que hoy está
vivo porque ella no lo “cantó”, sabiendo todo sobre  él. Los milicos la ponen a
trabajar en la lavandería y luego en tareas administrativas de oficina. Lucía se
caracteriza por conservar una alta cuota de solidaridad, aún en circunstancias
denigrantes como esas, compartiendo pan y abrigo con los más débiles y
enfermos. En cautiverio forma pareja con Horacio Cid de la Paz un ex
militante de la UES y Montoneros que pasa a colaborar decidida y
abiertamente con los represores. Queda embarazada.
Aparentemente de estesujeto, aunque hay una versión no confirmada ciento
por ciento, de que fueviolada por un gendarme de la guardia del lugar. En
una carta que llega aescribirle a su madre desde el cautiverio, le dice
que si es nena va a llamarse
María Victoria y si es varoncito, Sebastián. A fines de diciembre de 1978 la
llevan a parir al Hospital Militar. Le roban la criatura y ella es “trasladada” y
“desaparecida”. El 5 de diciembre de 2004 en el Colegio Nacional de La
Pampa, le realizan un emocionante homenaje, a ella
y a Daniel Elías otro estudiante asesinado. La placa que puede verse en e
se establecimiento educativo dice: A vuestra memoria y la de todos los
desaparecidos que soñaron y lucharon por una sociedad más justa. Sus
compañeros de promoción. Colegio Nacional 1970 – 5° “A”. Hasta allí llego ese mismo día la
palabra de nuestro presidente Kirchner: “Quiero rendir homenaje a la memoria
de estos compañeros y amigos que, como tantos otros
, ya no están aquí por sólo querer un mundo mejor, por sólo haber tenido l
a decisión y el coraje de levantar la voz ante las injusticias que ocurrían ante sus ojos. Ellos, además de
valientes, fueron héroes que buscaron torcer el autoritarismo y la voluntad
represiva de una clase dirigente genocida que se apoderó del país”. Por último,
un proyecto del concejal pampeano Rubén Funes se aprobó por unanimidad y
una calle de tierra de 200 metros de extensión en Santa Rosa, por Ordenanza
N° 3270/04 lleva el nombre de “Lucía Tartaglia”. Eso queda en el Barrio Zona
Oeste Quintas, uno de los sectores más humildes de
esa ciudad capital.
Seguramente Lucía está feliz del lugar elegido para
recordarla siempre. 
Roberto Baschetti.

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