Por Cátedra Abierta Plan Fénix *
El actual diferendo con los fondos buitre y el reciente fallo de un juez norteamericano prolonga una situación planteada desde la reestructuración de la deuda argentina. Esto ha provocado 900 demandas de embargo sobre activos de Argentina en el exterior, incluyendo la Fragata Libertad. Estas acciones no impidieron la recuperación de la economía argentina y la capacidad decisoria del Estado de un país soberano.
La economía argentina se financia con recursos propios. El Estado está en condiciones de cumplir con los servicios de la deuda reestructurada y el sistema financiero se muestra sólido y rentable, al estar fondeado en pesos y sin burbujas especulativas en moneda extranjera.
Estas son las bases para negociar con firmeza el diferendo planteado, para lograr un arreglo consistente con el interés nacional y consolidar la exitosa reestructuración de la deuda. La postura adoptada por el Estado argentino, a través del pago del próximo vencimiento y la declaración que fija la posición del país, implica negociar sin miedo y asumir la posibilidad de que no haya acuerdo, si se pretenden concesiones inaceptables. Desde esta postura, el peor de los escenarios posibles es el de la prolongación de un conflicto que lleva ya una década y que no ha impedido la normalidad de las transacciones internacionales, la radicación de inversiones productivas desde el exterior ni la plena participación del país en todos los foros del mundo global.
Desde su misma fundación, a fines del 2000, cuando se avecinaba la debacle de la estrategia neoliberal, desde el Plan Fénix enfatizamos que la deuda era impagable en sus términos originales. A partir de allí, propusimos la reestructuración de la deuda para recuperar la soberanía perdida y la viabilidad de la economía argentina. La recuperación era plenamente posible sobre la base de los recursos propios.
El grupo Fénix ha seguido analizando el curso de la economía y la política económica, compartiendo o disintiendo, con decisiones oficiales, en el pleno ejercicio de la libertad de opinión.
En esta instancia, afirmamos nuestra total adhesión a la estrategia de negociar sin miedo y con firmeza defendiendo la soberanía nacional y el derecho a trazar el sendero de nuestro desarrollo dentro del orden mundial.
La solidaridad internacional lograda debe ser acompañada sin especulaciones por todo el país; es el deber de todos defender con dignidad la soberanía y los logros alcanzados en materia de derechos integrales tanto individuales como colectivos.
* Facultad de Ciencias Económicas, UBA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario