El nuevo libro de Santiago O´Donnell (Politileaks) sobre los cables de Wikileaks revela más encuentros de dirigentes políticos en la embajada de Estados Unidos. ¿Por qué Massa se enoja cuando le preguntan por esas reuniones?
Por Nicolás Adet Larcher
Los cables de Wikileaks publicados en el libro “Politileaks” de Santiago O'Donnell, revelan ciertas intervenciones polémicas del líder del Frente Renovador, Sergio Massa y de una de sus figuras, Martín Redrado.
Las reuniones en la embajada norteamericana, a donde concurrieron gran cantidad de empresarios, políticos y periodistas argentinos, salieron a la luz gracias a la filtración de cables secretos efectuada por Wikileaks hace un tiempo. En la nueva publicación de O'Donnell - único periodista argentino que se reunió con Julian Assange para obtener las filtraciones – destacan los encuentros de los dirigentes renovadores.
En primer lugar, sin dudas, sobresale el economista Redrado. En las reuniones, los embajadores le solicitan a Redrado que haga lobby a favor de sus intereses, algo que solo solicitan a sus contactos de mayor confianza. En los cables, se solicita la mayor reserva posible hacia la personalidad de Redrado, "bajo reserva de identidad”.
El nombre del asesor financiero aparece en 98 cables diplomáticos entre 2006 y 2010. En 2003, uno de ellos los describe como un aliado esencial para el proyecto del ALCA, que Estados Unidos quiso llevar adelante y que fue frustrado por Lula, Chávez y Néstor Kirchner.
En 2007, Redrado dejará de defender la gestión kirchnerista (que integraba), para hablar en contra del Gobierno. En el cable, se solicita que se proteja "estrictamente" la identidad para preservarlo como informante privilegiado de la embajada. En otra reunión, ese mismo año, Redrado admitió que él era un hombre de la Organización Mundial de Comercio y afirmó que sería bienvenido cualquier argumento a favor de la postura de Estados Unidos ante la OMC.
En relación a Massa, son conocidas las declaraciones del líder del Frente Renovador en relación al ex presidente Kirchner. En reuniones en la embajada, trató a Kirchner de "monstruo", "psicópata" y "cobarde". Deberían explicar esos dichos aquellos massistas que reivindican al “primer kirchnerismo”, justamente el comandado por Kirchner.
En “Politileaks” se revelan nuevas reuniones del diputado nacional con la embajada norteamericana. En éstas, expresó sus deseos de ir por la gobernación en 2011. Además, justificó el despido de 155 operarios que habían participado en una toma de la fábrica Kraft en Tigre.
Ni Redrado ni Massa se han expedido públicamente sobre esos encuentros. En el caso del ex intendente de Tigre, negó rotundamente esas reuniones y descalificó la existencia de los Wikileaks. Mientras, la propia embajadora norteamericana, Vilma Socorro Martínez, reconocía su validez.
Visiblemente incómodo, el dirigente ha agredido a cada periodista que le preguntó sobre el tema. De eso no se habla. Sorprende en un hombre que propone discutir todos los temas “de cara a la sociedad”.
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