miércoles, 21 de mayo de 2014

Las causas estructurales de la emigración africana Por Jorge Muracciole

El drama del continente es un tema sin solución para los responsables políticos de la Unión Europea, a días de las elecciones parlamentarias del 25 de mayo. 

Desde hace un tiempo a esta parte la prensa mundial refleja en recurrentes publicaciones, la oleada migratoria de miles de africanos que arriesgan sus vidas en el cruce del Mediterráneo, hacinados en embarcaciones precarias como víctimas del negocio inmigratorio.

En un último informe de Frontex, la agencia europea de control de fronteras, se hace saber a la prensa que la presión migratoria en las fronteras comunitarias ha aumentado fuertemente desde lo que va del año 2014. El número de personas en situación irregular detenidas, ascendió a 42 mil entre enero y abril. En el documento se destaca que la región de mayor afluencia de inmigrantes ilegales es el Mediterráneo central especialmente en las costas meridionales de Italia, y el punto de partida de la peligrosa travesía es principalmente el litoral marítimo de Libia, de donde parten miles de emigrantes que recorren inmensas distancias desde diversas regiones del África subsahariana hasta el Cuerno de África. Genéricamente se enuncia en el informe, como principales causas de dicha diáspora poblacional, las guerras internas y las crisis recurrentes en el continente africano.

Lo que no se expresa en dicho documento es la genealogía del drama africano y las raíces de sus causas estructurales. En esa dirección, distintos investigadores coinciden que los orígenes de todos los males son la expoliación de recursos naturales, la falta de voluntad política de las clases dirigentes para reactivar la economía, la escasa incidencia de las inversiones en la actividad productiva, así como el neocolonialismo y la corrupción que han llevado a África a una situación de empobrecimiento forzoso con limitada capacidad de recuperación. 

Seguir alarmándose por la creciente ola de inmigración venida de las costas africanas sin modificar las verdaderas raíces del fenómeno es lo que convierte al drama africano en un tema sin solución para los responsables políticos de la Unión Europea.

El continente padece de un enriquecimiento sin desarrollo, que ni los gobiernos autóctonos, las clases dirigentes que conforman las elites políticas, ni las organizaciones internacionales han sabido o querido solventar. En semejantes circunstancias, un número creciente de africanos optan por emigrar en busca de una vida mejor.

La paradoja africana es que distintas regiones poseen enormes riquezas en recursos naturales como oro, platino, cobre, diamantes, uranio, petróleo, gas y coltan o grandes reservas pesqueras tanto de agua dulce como oceánica. A pesar de estos datos objetivos, la pobreza o subdesarrollo forzoso que padece el continente desde hace décadas, es fundamental para comprender por qué se producen las oleadas migratorias desde África. Esta situación se remonta a más de cinco décadas, tras la descolonización, las antiguas potencias coloniales encontraron un nuevo dispositivo mucho más productivo y menos costoso, una situación en la que la explotación de recursos naturales con la complicidad de los gobiernos locales corruptos. Así es como se ha originado un neo-patrimonialismo insano, en lugar de un sano desarrollo económico. Lo que se demostró luego de la crisis económica capitalista de los años setenta, que el sistema neo-patrimonial era esencialmente incompatible con un desarrollo sostenido, ya que no fue capaz de fomentar el crecimiento económico. La otra gran incongruencia de la realidad del continente es que aunque la inmensa mayoría de su población vive en hundido en la pobreza, sus élites políticas y económicas han acumulado una enorme riqueza. Según Patrick Chabal, reconocido africanista, se calcula que las fortunas ocultas en bancos del exterior, especialmente en Suiza, son equiparables al total de la deuda externa del continente.

La pregunta que cabe es cómo es posible generar tantas riquezas en semejantes condiciones. De alguna manera la contesta Dan W. Nabudere en su libro Globalización en el África post colonial.

"En primer lugar el continente cuenta con una enorme cantidad de recursos naturales que comercian legal e ilegalmente quienes ostentan el poder. En segundo lugar con los ajustes estructurales implementados desde hace más de una década, lo que han servido es para reforzar la posición de las elites políticas, ya que han puesto en sus manos gran cantidad de recursos financieros y, en tercer lugar, las inversiones que recibe la región, aunque son cuantiosas no se convierten en fuentes de crecimiento económico, en parte debido la ineficiente distribución de los recursos que realiza la clase dirigente."

En definitiva seguir alarmándose por la creciente ola de inmigración venida de las costas africanas sin modificar las verdaderas raíces del fenómeno es lo que convierte al drama africano en un tema sin solución para los responsables políticos de la Unión Europea, a días vista de la elecciones parlamentarias del 25 de mayo.

Infonews

No hay comentarios:

Publicar un comentario