El presidente Fernando de la Rúa y la comisión ejecutiva del Episcopado, encabezada por el arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic, coincidieron ayer en la necesidad de optimizar la forma de hacer llegar la ayuda social y promover que toda la sociedad se comprometa en la lucha contra la indigencia.
Los obispos manifestaron su preocupación por "superar la crisis moral" que padece la Argentina y por las situaciones de exclusión social.
Según el secretario de Culto, Norberto Padilla, que acompañó a De la Rúa en el diálogo con el Episcopado en la Casa Rosada, "no hubo reclamos, quejas, exigencias; hubo preocupaciones compartidas".
Indicó que la reunión estaba prevista desde hace tiempo y no se realizó "por una emergencia, auxilio o blindaje espiritual", sino dentro del "fluido y cordial diálogo" entre la Iglesia y el Gobierno.
EXPLICACIONES DIDÁCTICAS
Padilla expresó que De la Rúa ocupó buena parte del encuentro en explicarles a los obispos "de manera muy didáctica" la difícil situación económica marcada por la incertidumbre de los mercados y diversos planes sociales encarados por el Gobierno.
En el encuentro se subrayó que todos deben sentirse responsables en la solidaridad y los obispos hicieron hincapié en la importancia de la educación, para preservar las reservas morales del pueblo argentino.
De la reunión participaron los vicepresidentes del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás, arzobispo de Rosario, y cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, y el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Guillermo Rodríguez Melgarejo.
En realidad, los prelados quedaron en no hablar nada de la reunión y dejaron que cualquier información fuera proporcionada por el Gobierno, según confió anoche a La Nación una alta autoridad episcopal.
A principios de mayo la asamblea plenaria de los obispos católicos se reunirá en San Miguel. A fines del año último, el plenario emitió un pronunciamiento en el que destacó que la sociedad argentina tiene pendiente reparar "la deuda social".
Padilla comentó que De la Rúa compartió con los obispos su recuerdo de la entrevista con el Santo Padre, ya que no se había encontrado con ellos desde su viaje a Roma.
El Presidente se preocupó por aclarar que no había sido retado por el Papa cuando demandó atención a la "equidad social".
Antes bien, destacó la coincidencia entre los textos intercambiados con el Pontífice y la disertación que dio en la Universidad Gregoriana a los 450 años de su fundación. También comentó su alegría por haber compartido ese encuentro con su familia.
Según Padilla, hubo alguna referencia al proyecto de ley de salud reproductiva aprobado por la Cámara de Diputados, pero no fue el eje de la reunión. Estimó que el texto sancionado recogió algunas inquietudes manifestadas por la Iglesia, como que los métodos no sean abortivos o la no obligatoriedad para institutos educativos y hospitalarios privados. .
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