jueves, 20 de febrero de 2014

PROCESAN A 35 MIEMBROS DE LA MAYOR BANDA NARCO ROSARINA, ENTRE ELLOS DOCE UNIFORMADOS La línea que va de Los Monos a la policía

Por José Maggi
Desde Rosario
La Justicia de Rosario procesó por asociación ilícita y otros delitos a 35 personas ligadas a la poderosa y sangrienta banda de Los Monos, cuya investigación dejó en evidencia la complicidad policial con la narcocriminalidad en la provincia de Santa Fe. Precisamente, entre los procesados se encuentra nada menos que una docena de policías en actividad, además de integrantes de la familia Cantero –que dirige el grupo narco–, empresarios y representantes de futbolistas.
La decisión del juez de Instrucción Nº 4 de Rosario, Juan Carlos Vienna, se conoció después de un año y medio del inicio de la investigación, que se gestó a partir del asesinato el 8 de septiembre de 2012 de Martín “Fantasma” Paz, acribillado en el macrocentro rosarino. La causa tuvo un vuelco muy importante en marzo pasado, cuando fue asesinado el líder de la banda de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero. A partir de este crimen se desató un raid de venganzas que disparó la reacción judicial.
Dice Vienna en su fallo: “A la casi totalidad de los imputados en la presente investigación, más allá de su función específica en ella y de otros delitos que pudieran haberles sido endilgados a título particular, se los acusa de haber tomado parte de una asociación o banda de tres o más personas, destinada a la comisión de delitos indeterminados de tenencia y portación de armas de fuego –de uso civil, de guerra y de uso prohibido–, homicidios, homicidios calificados, lesiones, extorsiones, amenazas, amenazas coactivas, daños, cohechos y encubrimientos, así como tráfico de estupefacientes, contando dicha asociación con una organización interna estable con funciones definidas y una existencia desde antes del 8 de septiembre de 2012, encontrándose dicha participación dotada de permanencia en el tiempo; participación ocurrida al menos durante los meses de abril, mayo y junio de 2013”.
Una parte importante del fallo trata sobre los policías involucrados con este grupo narcocriminal. En este sentido, fueron procesados ocho uniformados de la policía de Santa Fe, entre ellos Juan “Chavo” Maciel, quien directamente formaba parte de la banda. Este efectivo, que tenía el cargo de cabo y se de-sempeñaba en la Secretaría de Delitos Complejos, pasaba de manera constante información a los líderes de la banda sobre los movimientos de la policía.
Sin embargo, curiosamente un policía fue beneficiado por el auto de falta de mérito: se trata del comisario inspector Gustavo Daniel “Gula Gula” Pereyra, jefe de Maciel y de la brigada operativa dependiente de la secretaria de Delitos Complejos de la provincia, Ana Viglione, que ve cubierta sus espaldas con esta decisión.
Otro uniformado que fue procesado es Guillermo Cardini (alias Pipa), que prestaba servicio en la Brigada de Automotores. Allí también trabajaba otro de los procesados, el subcomisario Germán Herrera. En la misma situación quedaron Juan Delmastro, alias Tiburón (que en su momento revistó en la sección Inteligencia de la ex Dirección de Drogas), y Cristian Floiger, que era el jefe de Inteligencia de la ex Drogas Peligrosas.
El sargento Eduardo Anacleto Enríquez, de 48 años, conocido como Comemoco, que cumplió funciones como secretario del jefe de las comisarías 2ª y 15ª, fue procesado por asociación ilícita, junto con Sergio Blanche, alias Cachi, que hasta mediados del mes pasado prestaba servicios en la comisaría de Puerto General San Martín.
A éstos se sumaron Abraham Lescano, de la Brigada de Investigaciones de la URI I, y el suboficial Angel Albano Avaca, que era secretario privado del jefe de la comisaría 15ª. A la lista se suma el cabo primero Diego Javier Cárdenas. También fue procesado Juan José Raffo, ex policía pasado a disponibilidad.
Hay también un prefecto procesado, el suboficial ayudante de segunda Roberto Mario Otaduy, alias La Bruja, que estaba asignado a la zona Bajo Paraná. Y un policía federal, Waldemar Raúl Gómez, de la Brigada Antinarcóticos.
El auto de procesamiento señala que “la investigación ha permitido determinar que aquí, la asociación ilícita no existe para cometer tal o cual figura delictiva individual, sino a los fines de asegurar el control de ciertas zonas geográficas de la ciudad de Rosario y de ciertas personas y autoridades y el usufructo de dicho control, el ejercicio de cierto gobierno de facto por sobre toda otra autoridad”. Y agrega que el “objeto fundacional, prioritario y aglutinante de la banda investigada es lo que podría denominarse como ‘el negocio de la violencia’”.
“No estamos en presencia de meros narcotraficantes, amparados en el secreto y la clandestinidad, abocados al mero intercambio”, sino que “nos hallamos frente a abiertos controladores de zonas y personas, proveedores de ‘seguridad’, prometedores de violencia, que en dicho marco usufructúan negocios diversos y exclusivos, legales o no, entre ellos el de la droga”.

Página12

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