miércoles, 26 de febrero de 2014

MAURI Y EL TRABAJO ESCLAVO

Después de mucho tiempo, escuchamos hablar a Mauricio Macri de algo que realmente conoce. O mejor dicho, leemos que el Jefe de Gobierno porteño escribe de moda, de producción textil y de indumentaria, un paño del que está empapado. Tan empapado está, y tanto aprecia ese oficio que decidió escribir una nota sobre el crecimiento de ese rubro para el diario La Nación, sin importar que justo ayer hayan imputado a su cuñado por trabajo esclavo en talleres textiles.
El sentido de la oPROtunidad no es habitual. Está reservado para algunos funcionarios de la ciudad más rica de la Argentina, pero también una de las más desiguales. Es un (dis)valor que destaca no sólo por mostrarse en el momento PROpicio para llamar la atención, sino que requiere de otros agentes que lo puedan hacer efectivo. Por ejemplo, de un diario centenario con una deuda fiscal millonaria. Sólo esa brillante asociación puede lograr un blooper como este.
Macri explicó que desde el Gobierno de la ciudad decidieron “acompañar con fuerza y entusiasmo” el crecimiento de los emprendedores de la moda. Y explicó que impulsan el diseño, por ejemplo, “a través de La Ciudad de la Moda”, caratulado como “el gran evento” que el GCBA organiza en alianza con BAFWeek desde hace dos años. Otro dato oportuno para tener en cuenta:
¡Cómo olvidar ese fabuloso evento que es La Ciudad de la Moda! ¡Cómo olvidar que hace tan sólo cinco meses se conoció que Macri recortó unilateralmente el presupuesto para sacarle cinco millones de pesos al programa de Intervención Social  en Villas de Emergencia y asignarle más de la mitad de ese dinero al evento “Buenos Aires Ciudad de Moda”!
Seguro algún vecino de Soldati habrá recordado ese evento mientras leía su nota en La Nación con el diario recién impreso y se enteraba al mismo tiempo de una toma en los terrenos aledaños a la Villa 20 –y pertenecientes al Instituto de Vivienda de la Ciudad-. Toma en la que se exigió y exige vivienda digna, y donde muchos de los que lo hacen siguen viviendo en sus casillas improvisadas a pesar de que hace 9 años que está vigente la ley que ordena su urbanización. Osvaldo Soto, un vecino de la manzana 28 de la Villa 20, fue asesinado en ese predio en horas de la madrugada, mientras se terminaba de imprimir o ya se distribuía La Nación por toda la ciudad. Incluso a pocas manzanas de ahí llegaban ejemplares con la nota de Mauricio.
Volvamos al texto. Resulta que la principal fuente de empleo en la ciudad es “la moda”, que en 2012 generó casi 55 mil empleos y poco más del triple a nivel nacional. “Pero los datos y los números en sí mismos no transmiten nada”, explica Mauricio. “Dentro del ecosistema de la moda existe también un abanico de historias sorprendentes”. Cuenta la historia de Sonia Silva, “una mujer que hace unos dos años se anotó en la escuela de oficios” y ahora es docente y emprendedora. O la de Andrea Urquizu, diseñadora de indumentaria que pronto presentará su propio proyecto. Historias inspiradoras y que merecen todo nuestro respeto y reconocimiento.
Pero Mauricio, quisiéramos conocer también la historia de alguna de las quince personas que vivían y trabajaban bajo llave en piezas de extrema precariedad, sin condiciones de higiene ni seguridad. El nombre de alguno de esos quince hermanos bolivianos que trabajaban como costureros que hasta desconocían el monto de su salario, si es que lo tenían. La inspiradora superación de alguno de esos quince trabajadores que eran sometidos a la esclavitud para producir indumentaria barata para Cheek SA, seguramente una de estas empresas que tanto ha crecido, la de tu -ahora imputado- cuñado, Daniel Awada.

PD: gracias a los compañeros de Nestornautas, siempre atentos y vigilantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario