Por Alejandra Dandan
María Laura Garrigós de Rébori es presidenta de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital y titular de Justicia Legítima. En diálogo con Página/12, cuestiona la representatividad como “fiscales” que integra la Asociación de Magistrados y convocó a la marcha por el mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Garrigós dice que en realidad no está claro a qué convocan. O que pueden ir como ciudadanos pero no como fiscales, porque como tales tienen que investigar y no llamar a una orgánica desde la calle. “Esto es una bravuconada y me sorprende porque está tan fuera del universo judicial: acá no hay discusión jurídica, ni discusión sobre cosas como posibles formas de trabajo. Acá no hay ninguna discusión en juego: esto es una manifestación simplemente política. Me parece bien que tengan expresiones políticas, lo que no me parece bien es que la expresión política encubra otras cosas.”
–¿Cuál es su postura ante esta convocatoria?
–Yo digo, si los fiscales lo que querían es expresar su disconformidad con la reforma procesal, con la reforma de la Secretaría de Inteligencia o la acción de gobierno del último tiempo que tiene toda la impronta de buscar transparencia y apertura, creo que se equivocan. Porque no pueden hacerlo así en tanto fiscales. No pueden hacerlo como cuerpo, orgánicos. Si lo hacen como ciudadanos, perfectamente pueden hacerlo, pero entonces que no digan acá: “los fiscales convocamos”. Porque no es así. Eso por un lado. Por otro lado, si lo hacen –como escuché por ahí a (fiscal de cámara porteña Germán) Moldes–, porque creen que hay algo que los ataca y quieren oponerse o se sienten presionados de alguna manera, ellos son los destinados a investigarlo.
–¿Y desde la calle no se investiga, quiere decir?
–Exacto. Ellos tienen que usar los recursos que tienen, que son cuantiosos, para hacer la investigación. Porque son funcionarios públicos, están obligados a hacer la denuncia de las supuestas presiones que estuvieron sufriendo e investigarlas. Son los responsables de transparentar y hacer las cosas lo más claras posible. Pero esto se concatena con varias cosas. La Asociación de Magistrados invita a todas las fuerzas políticas a firmar un compromiso de respeto a la independencia del Poder Judicial en la sede de la Asociación de Magistrados. Las fuerzas políticas que concurrieron son en general legisladores, que son los más obligados a respetar la independencia del Poder Judicial por sus propios cargos y no por el compromiso que firmaron ante la Asociación de Magistrados. Este compromiso es mera cháchara, mero acto político. La verdad no tiene ninguna significación, salvo el hecho de que la Asociación quiere que las fuerzas políticas puedan hacer un acto que los ponga en los titulares de los diarios.
–Los fiscales convocantes están cuestionados en varias causas, entre ellas AMIA. La Asociación también.
–Precisamente no son los angelitos. Están cuestionados por sus formas de trabajo, pero lo que sí está claro es que se han opuesto a la apertura del proceso inquisitivo. En general, en 15 años la gente que trabaja en derecho penal espera la reforma del Código Procesal Penal inquisitivo para el sistema federal y la Capital Federal. Y la mayoría de estos fiscales es la que se ha opuesto, junto con buena parte de los jueces federales y algunos de instrucción, porque siempre han considerado que perdían poder. ¿Por qué? Porque implica mayor transparencia. Ya no va a poder haber causas que demoren diez años en la instrucción. O veinte años como la AMIA.
–¿Considera que detrás de la marcha por Nisman están estas resistencias?
–Es un combo. Es un ataque genérico. Porque tampoco se dice claramente para qué es la convocatoria. Por ahí leí que (Julio) Piumato estaba hablando de verdad y justicia. Le falta decir “memoria” y ya estamos. La verdad que equiparar la situación de los fiscales a la gente y quienes se agravian a los reclamos del movimiento de derechos humanos, bastardea el proceso de elaboración y de reconstrucción que se llevó adelante en estos últimos treinta años.
–¿Qué busca, a su criterio, entonces la convocatoria?
–Creo que muchos están disconformes. La corporación está sufriendo que no va a poder seguir teniendo el status quo y entonces se mueven como estertores de los que no quieren el cambio. Están tratando de evitar las modificaciones que están en proyecto y podrían ponerse en marcha.
–Usted dijo recientemente “acá están buscando otra cosa”. ¿Qué?
–Porque claramente el respeto al fiscal Nisman se dio en el momento apropiado, que fue en el velorio y entierro. Cuando la familia brindó la oportunidad de que la gente concurriera a dar sus respetos. Una marcha a un mes de la muerte, en este momento y como están las cosas y por quienes convocan, como Piumato, con frases como verdad y justicia y de los fiscales, que son los que tienen que investigar qué pasó, es otra cosa. Suponiendo el peor escenario, que la muerte no hubiera sido de propia mano, la investigación tiene que ser sobre lo que ocurrió con Nisman y no en la calle. Es aportándole a (la fiscal Viviana) Fein los elementos útiles para que pueda avanzar. A esta altura me parece que está claro que también se va a medir fuerzas.
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