jueves, 26 de febrero de 2015

LA FISCAL VIVIANA FEIN HABLA SOBRE LA INVESTIGACION POR LA MUERTE DE ALBERTO NISMAN “Faltan medidas para saber qué pasó”

 Por Irina Hauser
Según la fiscal Viviana Fein, falta un largo trecho para dilucidar la muerte de Alberto Nisman. Todavía no se realizaron medidas de prueba que considera esenciales: no se conoce el contenido de sus teléfonos, sus computadoras, su agenda ni las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía, que tampoco cubren todos los accesos. Con los datos que hasta ahora tiene en la causa, derivados de la autopsia, los estudios histopatológicos, toxicológicos y los peritajes balísticos, dice que a ella no le alcanza. “Hoy no puedo descartar ninguna hipótesis”, afirma Fein, quien aceptó contestar algunas preguntas en un encuentro con Página/12 y otros medios. A poco más de un mes de que la madre del fiscal de la Unidad AMIA y un custodio lo encontraran en el baño rodeado de sangre, sin vida, la fiscal que conduce la investigación dice que tampoco trabaja en “ninguna” hipótesis “concreta”. En este diálogo advierte que no puede garantizar que la escena del hecho haya sido debidamente preservada, ya que no sabe qué ocurrió allí entre las 22.30 y el momento de su llegada, pasada la una de la madrugada. Vuelve a cuestionar a la testigo Natalia Fernández y detalla en qué se desdijo bajo juramento respecto de su relato mediático.
Hasta ahora las pruebas científicas sobre la muerte de Nisman no registran la participación de terceros en el hecho. Cuando la fiscal habla de los peritajes pendientes se refiere, en esencia, al contenido (desde mensajes, textos, hasta contactos) de varios aparatos secuestrados en el departamento en el procedimiento inicial: cinco notebooks (de las cuales sólo una estaba en uso), un Ipad, una agenda Palm (que estaba en uso y bloqueada con una clave), un disco rígido que estaba en la caja fuerte, dos teléfonos celulares (un Nextel y un Samsung) y tres teléfonos fijos correspondientes a la línea de la casa del fiscal. Fein por ahora sólo tiene entrecruzamiento de llamados, de números de teléfonos. Toda la información contenida en los artefactos fue copiada en CD y será importante, según ella, para saber “qué pasó en las últimas horas de Nisman”. El análisis de esa información fue ordenado por la fiscalía, pero se demoró porque no terminaban de coordinar entre las partes los puntos de peritaje.
–¿Tiene una hipótesis concreta en la que esté trabajando?
–Concreta, ninguna. La muerte de Nisman es un gran interrogante para todos, no solo para mí. Lo digo en cualquier caso de pérdidas de vida humana, sea quien sea la persona. Lo único importante que quiero junto al grupo humano que me rodea es poder llegar a la verdad si las pruebas me lo permiten, las partes me lo permiten y la gente que se presente y pueda ayudar con pruebas también lo permite. En dieciséis años nunca nos ha quedado una causa (que recuerde) de muerte dudosa sin haber tenido una conclusión fundada y cierta.
–Ante tres hipótesis, suicidio, suicidio inducido u homicidio, ¿puede descartar alguna?
–Hoy no puedo descartar ninguna hipótesis porque no tengo todavía la producción de varias medidas que van a llevarse a cabo, más otras tantas que pueda disponer, que me permitan determinar de acuerdo a mi saber y entender qué fue lo que sucedió.
–¿Hay alguna hipótesis que encuentre hoy más sólida que otra?
–No lo sé, no puedo y no debo decir eso.
–¿Alguna vez le tocó investigar un suicidio inducido?
–Nunca. Es difícil demostrar la inducción al suicidio. Hay que demostrarlo con pruebas puntuales: por ejemplo, amenazas familiares o de la vida privada.
–¿Qué indicios hay en el expediente de que pueda haber sido un homicidio?
–Con lo que hay hoy en la causa me parece prematuro decir si fue o no un homicidio. Tengo mucho por delante. Estoy esperando que se abran los teléfonos, las computadoras, que se analicen las imágenes de las cámaras del edificio. Hoy no sé quién entró y salió de Le Parc. Con las medidas periciales que tengo pendientes, hoy es prematuro decir si lo mataron, se suicidó o lo indujeron. Hoy tengo pruebas concretas. ¿Qué falta? Bastante. Lo de los teléfonos y computadoras es muy importante. Hay que saber qué pasó en las últimas horas de Nisman. Hay que abrir una agenda personal, cuyo contenido nadie conoce todavía. Apoyo Tecnológico (de la Policía Federal) no abrió esto. Todo está en la fiscalía. Sólo va a ir Apoyo Tecnológico cuando se disponga la apertura y se hará con testigos.
–¿Cuándo cree que podrá tener la información del contenido de esos aparatos?
–Va a demorar mucho. Lo que requiera la medida.
–Funcionarios de tribunales han especulado con que si este caso fuera el de cualquier otra persona, y no Nisman, ya estaría cerrado como suicidio con las pruebas que hay. ¿Qué opina?
–No es tan así. Cuando tenemos casos de muerte dudosa escuchamos a la familia, escuchamos a los médicos y preguntamos si la persona tenía atención de especialistas. En algunas causas hemos sabido de enfermedades, depresiones, y examinamos si la persona fue debidamente atendida y en ciertos casos hemos llegado incluso a la conclusión de que fue un homicidio culposo (de parte de médicos).
–¿Ya ordenó usted una autopsia psicológica de Nisman?
–Las partes al menos por ahora no la pidieron, habrá que ver. La querella designó un perito psiquiatra.
–¿Qué fue lo que dijo en el expediente la testigo del procedimiento policial y judicial Natalia Fernández?
–Fernández dio una declaración testimonial contradiciendo lo que había dicho en los medios. Puntualmente, ya el horario al que ella aludió (como el momento en que sacan del departamento el cuerpo de Nisman) fue entre las cinco y las seis, mientras que a la prensa le había dicho a las 3.30. Fernández declaró en la fiscalía que nunca se tomó café, tampoco se comieron medialunas, a lo sumo escuchó algún comentario acerca de que querían comprar, y que el baño de entrada lo pidió pero que no pudo utilizarlo hasta que no se levantaron rastros y se tomaron fotos y videos. Nunca aludió a que la fiscal apareció con una bolsita con los casquillos. Sólo dijo que la vio hablar por teléfono y que daba su número particular, algo que nunca hago. Dijo también que no se movió del living.
–¿Y el celular de Nisman que ella dijo que fue manipulado?
–El criminalista de Rastros declaró ante la fiscalía que nunca fue maniobrado porque al ser tipo “touch” (táctil) hubiera quedado marcado el dedo sobre el polvillo que le había puesto los peritos. Ella dijo en la fiscalía que uno vestido de blanco y con guantes dejó en la mesa un celular que dijo era de Nisman. Alguien intentó tocarlo, y ella dijo “no, no se debe tocar”. También prestó declaración el electricista, un testigo que presenció todo el operativo hasta las 19 del lunes y no habló de ninguna irregularidad. Es más, estaba enojado con los dichos de Natalia Fernández.
–La querellante Sandra Arroyo Salgado hizo críticas a su de-sempeño en la causa. ¿Ustedes qué opina?
–No voy a posicionarme sobre las críticas. Las partes tienen todos los elementos procesales a su alcance para poder hacer las observaciones que correspondan. No corresponde ni es ético que yo haga comentarios sobre las partes.
–¿Usted puede garantizar que estuvo preservada la escena de la muerte de Nisman?
–No puedo garantizar lo que sucedió dentro del departamento antes de mi llegada. Desde las 22.30, cuando ingresan la madre del doctor Nisman, con el custodio y una amiga de ella, y luego un médico de Swiss Medical, hasta la 1.20, desconozco lo que sucedió. Fueron tres horas que yo no estuve presente en el lugar. No puedo asegurar que la escena fuera la misma.
–¿Por qué tardó tres horas en llegar al departamento?
–Porque el doctor Chirichella, secretario de la fiscalía, es notificado por Prefectura en forma telefónica acerca del hecho acaecido a la 0.15 del 19 de enero, tomando conocimiento a través de Chirichella la fiscal a la 0.20. El doctor Chirichella impartió a quien lo anotició del hecho que hasta tanto no hablaran conmigo no se actuara de modo alguno.
–¿Por qué entonces había prefectos y tanta gente a la vivienda?
–No fueron directivas mías. Mi secretario, que vive en Olivos, me pasó a buscar y llegamos a la una al lugar. Ya antes había llegado el juez subrogante y el secretario. Con ellos subimos al piso 13 y con personal policial específico. Determiné entonces, previo a cualquier medida, cómo haríamos el ingreso.
–¿Cuándo lo vio a Sergio Berni? ¿Ya estaba ahí?
–Lo vi, pero no puedo afirmar si subió con personal policial en ese momento o si ya se encontraba desde antes en el lugar. Deberá prestar declaración testimonial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario