El flamante premier se refirió a las dificultades y al clima al que debió enfrentarse el nuevo gobierno durante las negociaciones, pero destacó su "fuerte posición negociadora" e hizo hincapié en los que considera los principales beneficios del acuerdo: "cambiar el rescate por un préstamo puente, dejar atrás las medidas de austeridad, evitar la asfixia económica y acabar con el superávit primario poco realista".
En relación a la lista de reformas enviada a los socios, Tsipras aseguró que permiten al gobierno sustituir las medidas anteriores por una serie de objetivos contemplados en el llamado programa de Salónica, el plan de ayudas sociales para combatir la pobreza. El primer gran desafío que enfrentará el joven Ejecutivo griego será buscar una solución a los vencimientos de deuda de marzo, que ascienden a 7300 millones de euros, antes aún de recibir a fines de abril (y solo si ejecutan con éxito las reformas anunciadas) la ayuda de 3700 millones de la eurozona. Se trata de devoluciones de créditos y vencimientos de Letras del Tesoro, a los que se suman otros 2800 millones en salarios y pensiones.
La calculada ambigüedad del listado de reformas enviado al Eurogrupo -que permitió resolver resistencias iniciales de los socios europeos- contribuyó a desatar inquietud entre los griegos y tensiones en las filas de Syriza.
En medio de estos temores, el ministro de finanzas, Yanis Varufakis, recordó que el Gobierno mantendrá la promesa hecha al electorado de no despedir a empleados del sector público y de no reducir las pensiones ni los salarios.
Varufakis también fue enfático en descartar un aumento del tipo reducido de impuesto sobre el valor agregado (IVA) del que gozan las islas griegas. Aunque afirmó que el Gobierno examinará posibles cambios de este impuesto, hizo hincapié en que "no afectará a las zonas fronterizas, a los libros, la prensa, ni, por supuesto, a las islas del Egeo. Es un compromiso", remarcó.
En relación a la promesa de abolir el controvertido impuesto sobre la propiedad inmobiliaria (Enfia) que el Gobierno quiere sustituir por uno que únicamente grave las grandes propiedades, Varufakis aseguró que los cambios "se aplicarán este mismo año", aunque sin precisar cuándo. También adelantó que el proyecto de ley que prepara el Gobierno para ampliar el número de personas que podrá pagar en 100 cuotas sus deudas con el Fisco incluirá mejoras a partir de algunas recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Luego, mostró su satisfacción por haber acordado con los socios relajar los objetivos de superávit primario, del 3 por ciento del PIB para este año y del 4,5 en 2016, y supeditarlo al crecimiento y a las circunstancias de la economía griega. El objetivo del 3 por ciento sería "catastrófico" para Grecia, dijo Varufakis, quien afirmó que "no puede ser superior al 1,5 por ciento".
La más destacada voz discordante tras el acuerdo con el Eurogrupo fue la del emblemático eurodiputado Manolis Glezos, quien la semana pasada convocó a una movilización para plebiscitar si los griegos secundan el pacto o lo rechazan. "El cambio de nombre de la 'troika' a 'instituciones', el del 'memorando' por 'acuerdo' y el de 'prestamistas' por 'socios' no cambia la realidad anterior", advirtió Glezos en un artículo publicado en un blog, donde llamó a "todos los miembros y simpatizantes" de Syriza a decidir "en reuniones extraordinarias en todos los niveles de la organización" si aceptan la decisión del Ejecutivo.
Tsipras adelantó que se reunirá con Glezos, a quien calificó como "una referencia moral e histórica indudable", tal como hizo hoy con el emblemático compositor izquierdista Mikis Theodorakis, quien también alzó su voz contra las negociaciones con el FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE), el trío de instituciones conocido como "la troika".
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