martes, 3 de junio de 2014

Mierda Por William Schol

Existen individuos que producen una cantidad tal de mierda, que se les hace imposible retenerla.

Entonces comienzan a excretarla, y de a poco se van cubriendo de una pátina de mierda, que con el correr del tiempo se va transformando en una capa cada vez más espesa de mierda. Y así, transcurren sus existencias, hasta llegar a un punto en el que andan por la vida envueltos en un pequeño mar de mierda.

Ven la realidad a través de esa capa turbia, amarronada y fétida, y por lo tanto están convencidos de que todo lo que les rodea es indefectiblemente una verdadera mierda.

Algunos de estos especímenes llegan a acumular una cantidad tan enorme de mierda, que el pequeño mar original en el cual flotan, llega a alcanzar las dimensiones de un océano.

Es así que ven mierda hasta donde les alcanza la vista. Y comienzan a referirse a "este país de mierda"

Y ven además a todos sus semejantes sumergidos en ese mismo océano de mierda. Entonces los rotulan como "gente de mierda"

Unos pocos llegan a transformarse en figuras públicas, influyentes, gracias a los medios de comunicación que multiplican su mensaje de mierda.

De esa manera otros, que no producen por sí mismos un volumen de mierda suficiente como para excretarla y generar sus propios mares de mierda, pero que tal vez como conscuencia de algún retorcimiento mental digno de estudio psicoanalítico disfrutan revolcándose en la mierda, se cubren de la mierda que excretan aquellos influyentes.

Leen un diario que solamente les muestra noticias de mierda, escuchan una radio en la que se vocifera mierda, y miran un canal de TV que les muestra en una pantalla dividida, seis stuaciones de mierda en forma simultánea.

Y los domingos a la noche se sientan religiosamente frente al televisor para aprovisionarse de mierda para toda la semana.

Y así salen a la calle, abrigados en un para ellos confortable manto de mierda.

Es así que, ante el mínimo tropiezo, el más nimio inconveniente, como puede serlo un incidente de tránsito, una demora en la cola del banco, un mozo que les trae un cortado en lugar de café negro, se sacuden con vehemencia, y salpican con su mierda a todos los que se encuentren en las proximidades.

Que venimos a ser los que tenemos la vista limpia, y somos capaces de ver la realidad con todos sus matices. Los mejores y los peores.

Pero jamás se nos ocurriría decir que vivimos en un país de mierda.

O que estamos rodeados de gente de mierda.

Aunque nos salpiquen.

Sepan disculpar.

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