martes, 3 de junio de 2014

La llama

Se agotaba la llama cuando
la lucidez fue un río con
animales en la orilla denfrente.
Qué la catástrofe que toma
fresco en ninguna parte
de sí, de sus entrañas.
Lo que cinturonea
los talveces que fueron,
el nombre del que rosas no caen, es
una morida por amor.
Dormir en un silencio se puede,
en la derrota no.

Juan Gelman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario