Por Tim Walker *
El miércoles, mientras anunciaba la adquisición del servicio de mensajería WhatsApp por un record de 19 mil millones de dólares, Mark Zuckerberg recordaba que había conocido al jefe ejecutivo de WhatsApp, Jan Koum, “hacía largo tiempo”. Es posible que se hayan conocido poco después de la creación de WhatsApp, en 2009, cuando Koum y el socio cofundador de la empresa, Brian Acton, se habían presentado para trabajar en Facebook... y fueron rechazados. Ese episodio sin duda debe haber aumentado la satisfacción de Koum al venderle su creación a Facebook.
El acuerdo es por 4 mil millones de dólares en efectivo y 12 mil millones en acciones de Facebook, así como un adicional de 3 mil millones en acciones restringidas, de las que será titular en los próximos cuatro años. Forbes informa que Koum posee el 45 por ciento de Whats-App, lo que significa que ahora vale 6,8 mil millones de dólares.
Sin embargo, una entrevista de trabajo sin éxito está lejos de ser el único obstáculo hacia el éxito que Koum superó en sus 38 años. Nació hijo único en Ucrania, en una aldea rural fuera de Kiev, en una casa sin agua caliente. Sus padres –un trabajador de la construcción y una ama de casa– temían hablar por teléfono por temor a que la línea estuviera intervenida por el gobierno soviético. “La sociedad era muy cerrada”, le dijo Koum recientemente a la revista Wired. “Usted puede haber leído 1984, pero vivir ahí era experimentarlo. Yo no tuve una computadora hasta los 19 años, pero tuve un ábaco”, cuenta.
Cuando tenía dieciséis años, Koum y su madre emigraron a California, donde se establecieron en un pequeño apartamento en Mountain View, en el corazón de Silicon Valley. Barrió los pisos en una tienda para ayudar a pagar las cuentas. Más tarde, después de que a su madre le diagnosticaran un cáncer, ambos vivieron de un subsidio por incapacidad. Esta semana, Koum eligió firmar su contrato de 19 mil millones de dólares con Facebook en el sitio de la Oficina de Servicios Sociales donde recogía los cupones de alimentos. El edificio está a pocos pasos de la sede de WhatsApp.
En la escuela, Koum aprendió computación con los libros que compraba de segunda mano y que vendía tan pronto como los había leído. Ganó un lugar en la Universidad Estatal de San José, mientras que trabajaba como analista de seguridad informática para la firma de contabilidad Ernst & Young. En 1997, la compañía le asignó un trabajo en Yahoo!, donde le dieron un escritorio frente a Brian Acton. Los dos se llevaron bien, y al año, Koum tomó un trabajo permanente en Yahoo! y abandonó la universidad. Koum y Acton se hicieron muy amigos, especialmente después de que la madre de Koum muriera de cáncer en 2000.
Con los años se fueron desilusionando de su trabajo en Yahoo! Ambos se fueron en 2007, y poco después presentaron sus solicitudes, luego denegadas, para trabajar en Facebook.
A principios de 2009, Koum se sintió frustrado por la prohibición que regía en su gimnasio de usar celulares, porque perdía llamadas mientras hacía actividad física. Había tratado de desarrollar una aplicación para iPhone, y su idea era permitir que la gente estableciera su estado en su teléfono, de manera de que sus contactos pudieran saber lo que estaban haciendo en un momento dado: por ejemplo, “no puedo hablar, estoy en el gimnasio”.
Bautizó su creación WhatsApp, un juego de palabras con what`s up (¿qué pasa?), y creó la empresa en febrero de 2009. Cuando las primeras versiones de la aplicación demostraron tener problemas, y Koum pensó en renunciar, fue Acton quien lo alentó, diciéndole que debía darse un tiempo para perfeccionar el producto.
Unos meses más tarde, Koum cambió el foco de WhatsApp a la mensajería instantánea y se convirtió en un éxito: más suave que el SMS tradicional y mucho más barato, en especial al contactar con amigos en el extranjero. Hoy en día, WhatsApp se instala gratis. También se mantiene fiel a la insistencia inicial de Koum de que no tendría nada de publicidad y de que no almacenaría los mensajes, y por lo tanto, no pondría en peligro la privacidad de los usuarios. Queda por ver cómo esos principios se alinean con Facebook.
A diferencia de muchos directores ejecutivos de Silicon Valley, Koum mantuvo un bajo perfil, aun cuando WhatsApp explotó en popularidad. Según Forbes, en un almuerzo del personal, en 2011, un compañero de trabajo le preguntó por qué tan pocas veces habló con la prensa sobre el éxito de la aplicación. “Marketing y prensa levantan polvareda –respondió supuestamente Koum–. Se mete en tu ojo y uno no se centra en el producto.”
La anterior falta de atención de la prensa no parece haber dañado su negocio. WhatsApp afirma tener 450 millones de usuarios activos por mes, 320 millones de los cuales utilizan el servicio a diario. En enero, se enviaron, en promedio, por día, más de 18 mil millones de mensajes de WhatsApp.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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